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Roque Fernández salió a echar la culpa de la prolongación de la recesión a la campaña electoral. La posibilidad de salir (de la recesión) está dada por el acto electoral. Creo que una parte importante de la recesión que tenemos es una sobrerreacción a la incertidumbre política de cómo continúa la administración del país, dijo Roque, buscando explicar los problemas económicos por el ruido político, antes que por las debilidades propias de la Convertibilidad. Sin embargo, la mayoría de los analistas coincide en que el panorama es más complejo: a la pérdida de competitividad que sufrió la economía a consecuencia de la devaluaciones en Brasil y el Sudeste asiático, se le suma la caída de la recaudación a causa de la recesión y el aumento del déficit fiscal y del ya elevado endeudamiento externo. De hecho, la recaudación volvió a derrumbarse un 7 por ciento en julio, en relación a igual mes del año pasado. Y el secretario de Hacienda, Pablo Guidotti, tuvo que salir a desmentir que el gobierno planeara suspender el cronograma de rebaja de aportes patronales, que agravaría aún más el déficit fiscal. Por otro lado, la suspensión de la rebaja de aportes significaría reconocer el fracaso de la reforma tributaria ideada por Fernández y Guidotti, que contemplaba compensar la pérdida de estos tributos con un aumento en la recaudación gracias al cierre de vías de elusión impositiva que nunca llegó.Así, el equipo económico se halla frente a una encrucijada: necesita reducir los aportes patronales para que las empresas locales recobren competitividad y se acelere la salida de la recesión, pero al mismo tiempo esta rebaja impositiva puede desatar el torniquete fiscal acordado con el Fondo Monetario y provocar una peligrosa sangría en las cuentas públicas.Todos los bancos de inversión extranjeros, en sus informes semanales a clientes, resaltan estas grietas abiertas en la Convertibilidad y desaconsejan apostar en el país hasta que la economía comience a dar algún signo de recuperación. Pero Roque prefiere cargar las tintas en la esfera política. En el exterior lo que hay es esta incertidumbre política respecto del futuro del país, afirmó. Pero si uno hace una evaluación objetiva de la situación argentina, los indicadores, números y solvencia fiscal, creo que hay una muy buena recepción y aceptación de los inversores internacionales, aclaró. Por su parte, más de lleno en las urgencias de la economía, el viceministro Guidotti buscó tranquilizar a los mercados, para contrarrestar la noticia difundida ayer de una nueva caída en la recaudación tributaria. El déficit fiscal del tercer trimestre está dentro de lo pautado (con el Fondo Monetario) y el próximo gobierno llegará al poder con la posibilidad de acceder a la línea de financiamiento contingente de 2800 millones de dólares acordada con el FMI. Nuestro programa está funcionando bien y, en principio, no necesitaremos ese dinero, presumió Guidotti. Luego admitió que se mantiene la estimación oficial de una caída de tres puntos del PBI para este año que tiene en cuenta un crecimiento cero para el cuarto trimestre del año. Pero exageró la nota optimista: Existen algunos datos que están mostrando mejoras en la producción con respecto al primer trimestre, aseguró, sin revelar cuáles eran dichos datos, algo que hubiera sido importante, en especial cuando todos los consultores privados afirman que no existe ninguna señal de que la reactivación esté próxima.La recaudación fiscal en julio alcanzó los 4074 millones de pesos, es decir, 7,2 por ciento menos que en igual mes del año pasado. Los ingresos por el IVA, el mejor indicador del nivel de actividad económico, cayeron un 18,5 por ciento, lo que se explica por el derrumbe del IVA de importaciones (-23 por ciento) y, en menor medida, por el que cobra la DGI internamente (-9 por ciento). La recaudación de Ganancias, en cambio, aumentó casi un 7 por ciento. Para tener una idea de lo desastroso de las cifras de recaudación, en lo que va del año, salvo en enero y marzo por cuestiones específicas, en todos los demás meses hubo una caída en los ingresos fiscales en relación con igual período del año pasado.
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