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Por Lola Galán Desde Roma La Mostra de Venecia, el festival de cine más antiguo de Europa, propone en su 56ª edición una mezcla antigua de ingredientes, populismo y elitismo a partes iguales, por decisión expresa del nuevo director, Alberto Barbera. De un lado, se coloca al frente del jurado encargado de otorgar el máximo galardón, el León de Oro, al director de cine serbobosnio Emir Kusturica, nacido en Sarajevo en 1954. De otro, se anuncia la entrega del León de Oro a la trayectoria cinematográfica para el actor cómico Jerry Lewis, de 73 años, una vieja gloria del celuloide que ha demostrado también su talento detrás de la cámara dirigiendo varios films cómicos. Esta edición de la Mostra estará dominada por tres poderosas figuras, según explicó Barbera, que podrían resumirse como Las tres K. La del maestro japonés Akira Kurosawa, fallecido precisamente en setiembre del año pasado, mientras se celebraba la anterior edición del festival, y a quien este año se le dedicará un homenaje; la de Stanley Kubrick, también desaparecido y del que se estrenará su obra póstuma, Eyes wide shut, para inaugurar el festival el 1º de setiembre, y la de Emir Kusturica, un autor mimado siempre en Venecia, donde el año pasado recibió el León de Plata por su película Gato negro, gato blanco. La película de Kubrick, que había despertado enorme expectación por el secreto con el que fue rodada y el morbo añadido proporcionado por las escenas de amor entre la pareja protagonista, Tom Cruise y Nicole Kidman, decepcionó ampliamente a la crítica italiana desplazada en bloque a Estados Unidos para ver el estreno mundial del film. Pero decepcionante o no para la crítica, Eyes wide shut logrará con toda seguridad la misma y apabullante cobertura de prensa que consiguió en la edición del año pasado Salvar al soldado Ryan, de Steven Spielberg. En cuanto a Lewis, el veterano actor y director de The ladies man, The patsy y One more time se confesó emocionado y sorprendido por la decisión del director del festival, y aseguró que estará puntualmente en Venecia para recoger su León de Oro. La iniciativa de Barbera fue previamente aceptaba por Paolo Baratta, presidente de la Biennale, la institución que organiza la Mostra, además de los festivales de teatro, danza y la propia exposición de artes visuales. Barbera justifica el premio a Jerry Lewis, un cómico de un estilo muy estadounidense que nunca terminó de conquistar a los cinéfilos europeos, como un reconocimiento que intenta premiar a una figura clave en la historia del cine cómico norteamericano e internacional. Jerry Lewis ha introducido en la comicidad aspectos claramente surrealistas, sin olvidar al mismo tiempo un agudo discurso crítico sobre la sociedad estadounidense contemporánea. De Lewis será proyectada su primera película como director, The Bellboy, de 1960. En cuanto a Kusturica, está por ver cuál será la impronta que el director de Underground, que obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1995, dará a esta edición de la Mostra. Hasta su último film, Gato negro, gato blanco, el director serbobosnio se distinguió por un criterio independiente y un poderoso sentido de la ironía. Claro que en Venecia, como en todos los festivales, entran en juego muchos otros factores a la hora de decidir quiénes son los premiados.
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