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Para el tango, veinte años no es nada. Pero para Buenos Aires, cuna de ese género popular, hubo en ese lapso cambios notorios, muchos de los cuales quedaron plasmados en el nuevo plano oficial, que el gobierno hizo público ayer. Se trata de un croquis gigante, de 2,40 por 2,40 metros, que a diferencia de todos los anteriores, fue dibujado a partir de la digitalización de imágenes fotográficas aéreas de la ciudad. Allí puede verse cómo creció la ciudad en dos décadas: nuevas calles, barrios flamantes y por lo menos 500 hectáreas de espacios verdes quedaron agregados a la geografía oficial de Buenos Aires. El nuevo plano fue presentado en público ayer a las 19, en el Centro Cultural Recoleta, por el jefe de Gobierno de la ciudad, Fernando de la Rúa. Fue realizado por la empresa Catrel SA, la misma que hizo el relevamiento fotográfico aéreo de la ciudad para la Dirección de Rentas, que terminó en los polémicos avalúos inmobiliarios. La información recogida en las fotografías se volcó en el sistema informático, se hizo la interpretación fotogeométrica y luego se volcaron los datos en un CD rom. Con esa información se elaboró el nuevo plano, explicó a Página/12 el secretario de Planeamiento de la Ciudad, Enrique García Espil. Su confección, dice el gobierno, no le costó un peso a la ciudad: estaba prevista en el contrato de concesión del relevamiento catastral aéreo, suscripto en 1992. El último plano de la ciudad fue realizado en 1979, durante la gestión del intendente de la dictadura Osvaldo Cacciatore, y se dio a publicidad un año después. En aquellos años, las autopistas urbanas eran un proyecto en ejecución, plasmado en demoliciones al por mayor, y en el plano figuraba apenas su traza, como una línea de puntos. Tampoco estaba la reserva ecológica, un espacio en formación donde iban a parar, justamente, los escombros producidos por aquellas demoliciones. Y las villas de emergencia barrios a los que el brigadier declaró una suerte de guerra urbana figuraban apenas como terrenos fiscales. Durante los últimos años, los porteños que buscaban información debieron recurrir a las guías que se venden en los kioscos, únicos reflejos aproximados y parciales de los cambios que se iban produciendo en la ciudad. Ahora, todo está incorporado en el nuevo plano: más de un centenar de calles que cambiaron de nombre, unas 15 arterias nuevas que representan más de 7000 metros de pavimento, y las más de 500 hectáreas de espacios verdes incorporadas en estas dos décadas. Las nuevas calles fueron trazadas en siete villas de emergencia y barrios carenciados, y la zona más exclusiva de la ciudad: Puerto Madero El plano, montado en una suerte de vitrina transparente, iluminada desde atrás por luces fluorescentes, se exhibe en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta. En el dibujo se destacan las manzanas en color naranja, que contrastan con los parques, en verde furioso y el azul con el que se representa al Río de la Plata. El nuevo plano integra al tejido urbano las áreas de las villas del sur de la ciudad, sectores que hasta ahora estaban marginados de la geografía porteña, dijo a Página/12 el director adjunto de Fiscalización de Obras y Catastro, Fabio De Marco. El funcionario explicó que en 30 días el nuevo plano estará a disposición de los organismos públicos: escuelas, comisarías y despachos oficiales. También estarán en los estudios de arquitectos y urbanistas. Habrá una versión en papel y otra en CD rom, dotado con la técnica de zoom, que permite acercar la imagen a determinado barrio, sector o manzana. El mapa da cuenta, además de las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno, de las extensiones de la red de subterráneos. También estarán plasmados los nuevos espacios verdes: la Reserva Ecológica, el Parque Indoamericano, en Villa Lugano, el Parque Thays y los nuevos sectores parquizados en la Costanera Norte (ver aparte).
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