Había terminado la última edición de Hora Clave. A la salida, los fotógrafos esperaban al ex servicio de inteligencia del Ejército Ricardo Oliveros, cabecilla del grupo de choque que ingresó a la catedral de Mar del Plata para echar a los desocupados que la ocupaban. A Oliveros lo acompañaban dos guardaespaldas que, ante la sorpresa general, se estrecharon en abrazos, en medio de saludos y preguntas por viejas amistades, con los custodios que esperaban a los dos candidatos que habían hablado sobre desocupación en la tele, Eduardo Duhalde y Domingo Cavallo.
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