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INSOLITA REHABILITACION DEL BANCO REPUBLICA POR EL BANCO CENTRAL
Un plan aprobado por prófugos

Pedro Pou, titular del Central, autorizó la reapertura de la entidad del fugitivo Raúl Moneta. El Plan de Saneamiento para salvar al República fue aprobado en la asamblea de los accionistas prófugos.

El banquero Raúl Juan Pedro Moneta, prófugo de la Justicia.
Amigo de Carlos Menem y socio del Citi, Telefónica y Hicks.

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Por Susana Viau

t.gif (862 bytes) En una de sus decisiones más audaces, el Banco Central resolvió ayer rehabilitar al Banco República. El plan de regularización y saneamiento había sido aprobado el 9 de junio pasado por la asamblea de accionistas prófugos del Banco República. El plan que surgió de esa inusual reunión, afirma el BCRA con encomiable optimismo, “permitirá que (el República) cumpla satisfactoriamente con la totalidad de los requisitos prudenciales establecidos” y asegura que la odisea del financista ha terminado sin perjuicios para el Banco Mendoza. La opinión del BCRA, sin embargo, podría verse severamente contrastada por un trabajo que se encuentra a estudio del juez federal Luis Leiva y demostraría que, si las millonarias operaciones de call entre el Mendoza y el República no se hubieran realizado a tasa cero y los préstamos a sociedades vinculadas a intereses preferenciales, el Banco Mendoza difícilmente se hubiera visto obligado a cesar su actividad. Los observadores evalúan que la medida dispuesta por el BCRA apunta, antes que nada, a mejorar la comprometida situación judicial de Raúl Juan Pedro Moneta puesto que sería casi un milagro que, a estas alturas, el República recuperara la confianza de los ahorristas.
El 9 de junio y cuando hacía ya varios días que el juez Leiva había ordenado las capturas de Moneta, su tío, Benito Jaime Lucini, y su primo, Pablo Lucini (accionistas, directores y presidente del directorio), se realizó la asamblea número 39 del directorio del Banco República. Se encontraban también allí los veedores designados por Pedro Pou tras la suspensión de la actividad del banco. Es cierto que Pou había designado a sus veedores sin intervenir el directorio y es cierto también que los prófugos no estaban de cuerpo presente sino que deliberaron por medio de sus representantes. El de Raúl Juan Pedro Moneta fue el abogado José María Aranguren, del estudio Aranguren, Santángelo y Nicastro (asesor éste del último directorio del Banco Mendoza). En ese curioso encuentro se reemplazó a dos de los miembros del directorio (una baja por renuncia y otra por fallecimiento), que fueron sustituidos por dos empleados del Banco República. Carlos Alejandro Molina y Juan Carlos Bietti eran los empleados que cumplían así el sueño del pibe: en una desmostración de movilidad social, en pocos días habían pasado de asalariados a directores de banco. En el directorio fueron confirmados, de todos modos, Moneta y los Lucini (padre e hijo), “los que asumirán en el orden de su elección y en la medida en que no existan impedimentos temporarios”.
El punto tercero de la asamblea fue la “aprobación de los lineamientos del Plan de Regularización a ser presentado a consideración del Banco Central”. El Plan fue aceptado ayer por Pedro Pou en una resolución casi sin precedentes. El comunicado del BCRA afirma que el plan “incluye la constitución de un fideicomiso con activos del Banco República para cancelar a sus principales acreedores, la afectación de las garantías recibidas en pago de los redescuentos por iliquidez otorgados antes de su suspensión y la venta de acciones del CEI por un valor de 68,8 millones”. “Con esta liquidez –continúa el comunicado–, el Banco República cancelará una operación interbancaria (call) con el Banco Mendoza por 23,8 millones, la que tenía como contrapartida una operación interfinanciera (call) por igual monto en la que el Banco República era acreedor”.
Así las cosas, “el Banco República podrá reiniciar sus actividades con un significativo exceso de capital (...) y de liquidez (...) respecto de las exigencias normativas”. Eso sí, para la nueva etapa del República, el Central se puso estricto: “Una de las condiciones impuestas (...) es que limite la captación de nuevos depósitos a plazo a cifras superiores al millón de pesos por los próximos doce meses, a fin de verificar el funcionamiento de la entidad reestructurada”.
Sin embargo, un documento que se encuentra en poder del juez Leiva demostraría que entre enero del 1998 hasta abril de 1999 el flujo de las operaciones de call del Mendoza al República ascendieron a 12.170.000millones. Y la mayoría de ese financiamiento fue realizado sin aplicar una tasa de interés. Del mismo modo, las operaciones de crédito a las empresas vinculadas (empresas de Moneta y de los integrantes de Magna Inversora, accionista del banco) fueron realizadas a tasas preferenciales. El trabajo habría determinado que, si el Mendoza hubiera efectuado una operatoria normal, sus problemas podrían haber sido superados. El comunicado del BCRA tampoco hace alusión al perjuicio sufrido por la provincia de Mendoza que invirtió casi 1500 millones de pesos en el saneamiento de los bancos de Mendoza y de Previsión, fusionados por Moneta en el Banco Mendoza. El estrago lo siente, por lo pronto, el gobernador Arturo Lafalla quien ha iniciado una campaña de mailing para explicarles a sus electores que nada tiene que ver con el desastre financiero y asegurar que sigue en pie su intención de querellar a Moneta.

 


 

DESPUES DE CONVALIDARLA, ROQUE LAMENTA LA TASA RECORD
“No podemos retirarnos del mercado”

t.gif (862 bytes) Roque Fernández se quejó por el costo que le cobraron los bancos para refinanciar la deuda argentina. “La tasa del 15 por ciento (anual) no tiene ningún justificativo. Es una exageración”, aseveró ayer el ministro, aunque la convalidó al aceptarla. El ministro volverá a tomarle el pulso al mercado hoy, cuando por la tarde Economía licite de 100 a 200 millones de dólares pagaré-bonos a un año de plazo.
“Lamentablemente no podemos retirarnos del mercado”, admitió Roque, dando a entender que, si bien aún le faltan conseguir unos 1400 millones de dólares antes de que finalice el año, también piensa que, en caso de retirarse, correría el riesgo de realimentar el malhumor de los inversores.
La convalidación de una tasa record por parte del Gobierno, que inevitablemente tendrá un efecto cascada sobre los costos que pagan las empresas y los particulares, cayó mal en la city. El índice de acciones líderes MerVal retrocedió 1 por ciento, y los títulos públicos cedieron entre 0,5 y 1 por ciento. Los escasos 14,6 millones de pesos que se transaron en el recinto dan cuenta de la escasa predisposición de los financistas para volcar fondos hacia los papeles empresarios.
La acción de Sociedad Comercial del Plata volvió a ser la más castigada, al mostrar un derrape del 14,8 por ciento. En el último mes, el papel del holding de Santiago Soldati perdió la mitad de su valor. Operadores comentaron a este diario que, de los 570 mil pesos que se negociaron con ese papel, la mayor parte correspondió a un solo inversor que decidió deshacerse de su posición a precio de liquidación.
La caída en picada de Comercial se profundizó tras la oferta de refinanciación de pasivos que el grupo formalizó a los tenedores de ON, que dejó disconformes a los inversores. Para peor, la venta del Parque de la Costa está trabada. La demora de la operación, mediante la cual Soldati lograría reducir las deudas del holding, se debe a que la propuesta de la estadounidense Paramount para comprar el 51 por ciento del Parque fue considerada insatisfactoria por los dueños de Comercial.
A diferencia del clima que vive Soldati, ayer hubo festejos en Madrid. YPF mostró una ganancia trimestral de 192 millones de dólares, un 22 por ciento por encima de la registrada hace un año. La mejora estuvo relacionada con el repunte del 20 por ciento en el precio del crudo. La tendencia alcista, acentuada justo cuando Repsol se hizo cargo de la ex compañía estatal, más que compensó las menores ventas de combustibles al mercado interno.

 

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