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RECORD DE GENTE QUE BUSCA EMPLEO EN EL GRAN BUENOS AIRES
El mapa laboral que deja Menem

Más desempleados, más subempleados, más sobreocupados, más explotados. Claves del mercado laboral después de 10 años de menemismo.

Se destruyeron puestos de trabajo en la industria. Florece el comercio por cuenta propia.
Casi 700 mil personas en Gran Buenos Aires trabajaban entre 12 y 14 horas, seis días a la semana.

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Por Maximiliano Montenegro

t.gif (862 bytes) La precarización del mercado laboral argentino está alcanzando niveles insólitos. Más jefes de familia desocupados que, por su edad, tienen cada vez menos chances de conseguir trabajo. Gente que pasa más tiempo desempleada. Más subempleados, en trabajos informales, que quisieran trabajar más. Más explotados, que cumplen jornadas maratónicas para cobrar ingresos encogidos a fin de mes. Más trabajadores disconformes con sus salarios, que buscan activamente otra ocupación. En base a los últimos datos oficiales del Indec, Página/12 describe aquí la alarmante situación social de Capital y Gran Buenos Aires, donde viven 12 millones de personas. Allí, 3 millones de personas, una de cada dos en edad de trabajar, corre detrás de un empleo, ya sea porque está desocupada, subempleada o porque no gana lo suficiente en su trabajo.
De la encuesta de hogares de mayo del Indec, que se terminó de procesar en estos días, se desprenden los siguientes resultados:
ron2.gif (93 bytes)  En el área metropolitana, hay 150 mil desempleados más que en octubre y ya suman 860 mil personas.
ron2.gif (93 bytes)  También hay 20 mil subempleados más, en su mayoría mujeres. Así, las personas que trabajan menos de 35 horas semanales, y desearían trabajar más, alcanzan a 760 mil.
ron2.gif (93 bytes)  Dentro de esta última categoría, según los expertos, se encuentran “desempleados encubiertos”, ya que los encuestadores del Indec sólo preguntan si realizó alguna tarea en la última semana. “Si la persona cuenta que hizo una changa por 3 horas entonces se considera que está ocupado”, en la categoría de subempleado.
ron2.gif (93 bytes)  De por sí, que existan 1,6 millón de personas (casi el 30 por ciento de la población en edad de trabajar), en la región metropolitana, desempleada o subocupada es grave. Sin embargo, el panorama es mucho más preocupante si se considera quiénes son los desempleados y las escasas oportunidades que tienen de volver a trabajar.
Desempleo for ever
ron2.gif (93 bytes)  De los nuevos desocupados, 60 mil son jefes de familia, de los que dependen, por lo menos, otras tres personas. En total, los jefe de hogar sin trabajo son 305 mil en el Gran Buenos Aires.
ron2.gif (93 bytes)  Más de la mitad de esos jefes de familia desempleados (el 56 por ciento) tienen más de 45 años y un bajo nivel educativo. En consecuencia, tanto por edad como por calificación les resulta especialmente difícil reinsertarse en el circuito laboral.
ron2.gif (93 bytes)  Aumentó la “intensidad de la desocupación”: es decir, el tiempo que los desempleados tardan en encontrar un conchabo. En mayo, 45,6 por ciento de los desempleados estaban en esa condición más de 3 meses, contra el 42,8 por ciento en octubre. Casi el 60 por ciento de las mujeres desempleadas tarda más de 3 meses en reinsertarse en el mercado laboral.
A la búsqueda
ron2.gif (93 bytes)  En mayo, el número de empleados que buscan otro trabajo llegó al record de 1.350.000 en el área metropolitana, es decir, el 29 por ciento del total de ocupados.
ron2.gif (93 bytes)  De éstos, unos 950 mil son jefes de hogar, que están en la búsqueda de otra actividad para mejorar los magros ingresos del núcleo familiar. Es decir: uno de cada cuatro jefes de hogar ocupados está disconforme con su empleo.
ron2.gif (93 bytes)  Si se suman los desocupados, subempleados y ocupados que buscan activamente empleo, se tiene una cifra increíble: casi 3 millones de personas, más de la mitad de los individuos en edad laboral.
ron2.gif (93 bytes)  Sólo así se entiende las fuertes presiones sobre los salarios y la flexibilización de hecho impuesta por los empresarios de los más diversos sectores productivos.
Modelo asiático
ron2.gif (93 bytes)  Los sobreocupados (trabajan más de 45 horas semanales y quisieran trabajar menos) también crecieron: son 1.913.000 de personas, el 41 por ciento de los ocupados. Y son más que los ocupados plenos (conformes con la carga horaria de sus tareas), que llegan a 1.844.000 de personas, el 39,6 por ciento de los empleados. El resto de los empleados son subocupados.
ron2.gif (93 bytes)  De los sobreocupados, 1,4 millón son hombres y el resto mujeres. Así, uno de cada dos ocupados hombres y casi una de cada tres mujeres están sobreocupados.
ron2.gif (93 bytes)  En mayo, casi 660 mil personas en el Gran Buenos Aires trabajaban más de 62 horas semanales; es decir, más de 10 horas diarias durante seis días de la semana, un régimen que nada tiene que envidiarle a los modelos de explotación laboral del sudeste asiático.
ron2.gif (93 bytes)  Aunque el Indec no lo especifica, según los expertos, “dentro de este grupo lo normal es que se trabaje entre 12 y 14 horas diarias”.
ron2.gif (93 bytes)  Uno de cada cinco empleados varones trabaja en estas condiciones.
Todo al negro
ron2.gif (93 bytes)  Como publicó Página/12 la semana pasada, la proporción de trabajadores en negro saltó hasta 37,5 por ciento en el área metropolitana. Así, en Capital y Gran Buenos Aires existen 1,3 millón de asalariados que no cuentan con aportes jubilatorios, cobertura social ni derecho a indemnización en caso de ser despedidos.
ron2.gif (93 bytes)  Esa franja de trabajadores que se desempeñan en un mercado laboral superflexible también explica el derrumbe salarial de los sectores medio y bajo, ya que estos puestos mal remunerados empujan hacia abajo los sueldos de los empleados en blanco.

 


 

consecuencias de la devaluacion en brasil
50 mil empleos menos en la industria

Por M.M.

t.gif (862 bytes) Tras la devaluación del real en Brasil, en los primeros cinco meses del año, se perdieron 50 mil puestos de trabajo en la industrias radicadas en Capital y Gran Buenos Aires. No son datos de la Unión Industrial, parte en el conflicto comercial desatado con el socio mayor del Mercosur, sino que son cifras oficiales del propio Indec.
Los datos de empleo de la encuesta de hogares del Indec indican que, entre octubre y mayo último, se destruyeron empleos en la industria, mientras que florecieron las tareas vinculadas con servicios informales, especialmente, de comercio.
Según las cifras oficiales, en dicho lapso se perdieron 47.500 empleos en el sector industrial, donde prevalece el trabajo asalariado y la informalidad y el negro es menor. Aunque no sería justo adjudicar la culpa de todos los puestos barridos en la industria a las importaciones brasileñas, estimuladas por un tipo de cambio favorable, lo cierto es que la medición de mayo del Indec sirve para captar el “efecto Brasil” sobre el empleo local. De hecho, no es casualidad que todos los puestos generados en el período estén en los sectores de servicios, resguardados de la competencia externa, mientras que el vendaval de despidos haya involucrado a las industrias que afrontan en sus precios las consecuencias de un peso sobrevaluado.
Así, se crearon 136 mil empleos nuevos en el comercio. Para los técnicos del organismo oficial, la mayoría de estos puestos son desempeñados por cuentapropistas, en negocios informales, en su mayoría al margen del fisco o de la seguridad social.
También creció el empleo en la construcción: 11 mil puestos más. Como es sabido, esta actividad tampoco sufre la competencia importada con un tipo de cambio apreciado. Otro de los sectores que motorizó la creación de empleos, en medio de la crisis, fue el de servicio doméstico. De acuerdo con las cifras oficiales, en los primeros meses de este año se habrían creado 10 mil empleos de servicio doméstico.

 

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