Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

 

¿Tiene sentido el amor después del espanto?

¿Cómo vivir sin olvidar? ¿Hay vida sin olvido? Estas y otras preguntas intentan ser contestadas en Página/30 de agosto, que incluye en video “Hiroshima mon amour”.

Una imagen de la mítica película del francés Alain Resnais, aquí al lado.
Página/3O aborda este mes la temática de las catástrofes y sus derivaciones.

na30fo01.jpg (8092 bytes)

t.gif (862 bytes)  ”Vi todo en Hiroshima”, dice la francesa. “No viste nada en Hiroshima”, contesta el japonés. El diálogo –uno de los más célebres y obstinados del cine contemporáneo– aparece y reaparece una y otra vez, como una letanía fúnebre, a lo largo de Hiroshima mon amour, el clásico de Alain Resnais que acompaña la edición de Página/30 que ya está en la calle. A tono con la extraña historia de amor loco que Resnais sitúa en un Japón devastado por la bomba, la revista explora este mes la temática de la catástrofe y sus derivaciones.Casi 55 años pasaron desde que el Enola Gay lanzó su carga letal sobre Hiroshima. El mundo cambió: la Guerra Fría pasó a la historia, Japón inventó el walkman, el muro cayó, los espías se quedaron en la calle y la amenaza nuclear, ese fantasma que mantenía al mundo en vilo, quedó archivada en ese desván de terrores imaginarios que Hollywood desempolva cada tanto para amenizar las películas de suspenso. Pero el fin de milenio no se resigna a sacrificar la emoción épica de ese filo suicida. A pasos del siglo XXI, el mundo, incorregiblemente, vuelve a coquetear con la idea del fin. Interrogar esos flirteos es el propósito del número de agosto de Página/30.
La nota que abre la edición (“El fin del mundo”) panea sobre los numerosos apocalipsis que –dicen– están avecinándose: ya sea mediante meteoritos desconsiderados, pestes masivas, experimentos químicos que salen mal o meros desastres naturales, la civilización sigue cultivando con ardor el placer de imaginar los desenlaces violentos que le pondrán fin. Con los pies sobre la tierra, “Alerta roja”, echando un vistazo al mapa de la política internacional, repasa las últimas fricciones entre India y Pakistán, analiza las causas y consecuencias de la “democratización nuclear” y sigue los rastros actuales de un peligro de conflagración que está lejos de haber desaparecido. En “El hombre nuclear”, Rodrigo Fresán vuelve sobre la vida, la obra y las perplejidades de J. Robert Oppenheimer, uno de los padres de la bomba, mientras “La patria atómica” traza la tragicómica historia de la energía atómica en la Argentina, desde el gabinete del doctor Richter hasta la última dictadura militar.
El Imperio del Sol Naciente se toma su revancha en “Japonés”, una pequeña enciclopedia de lo mucho que Japón el vencido le vendió (y compró) al triunfal Occidente en lo que va de esta mitad del siglo. Periodismo de autoayuda, “Fisiones” enseña a armar una película nuclear doméstica –con botón rojo, mapamundis murales, refugios submarinos y demás sofisticaciones– y da a entender que el boom Austin Powers tal vez no sea sólo una cuestión de nostalgia. En el rubro Ficción, el gran Nathanael Hawthorne profetiza en clave de alegoría el holocausto del mundo, y un maestro de la no ficción, Tomás Eloy Martínez, compagina voces y gritos oídos entre las llamas que arrasaron Hiroshima. Esta nueva edición de Página/30 se cierra con un “Dossier Alain Resnais” donde recrudecen las preguntas que Hiroshima mon amour supo dejar picando y el planeta no ha contestado todavía de manera convincente: ¿hay amor después del horror? ¿cómo sobrevivir al punto más inhumano que la humanidad haya tocado jamás? ¿cómo vivir sin olvidar? ¿hay vida sin olvido?

 

PRINCIPAL