Por Felipe Yapur
Lo esencial
fue, otra vez, invisible a los ojos. Al menos a los ojos de la mayoría de los congresales
del PJ, que sólo asistieron a un acto formal, hasta administrativo, en el que se aprobó
burocráticamente la plataforma nacional del PJ. Lo más atractivo ocurrió a varias
cuadras del miniestadio de Boca, donde sesionó el Congreso Justicialista, en una oficina
de Duhalde en la cual el candidato a presidente, Eduardo Duhalde, consiguió manos libres
para manejar el PJ, tras un duro debate con varios pesados del menemismo encabezados por
Carlos Corach y Eduardo Bauzá. El gobernador piensa utilizar la amplias facultades
conferidas por el congreso a fondo, interviniendo tres distritos: Neuquén, Corrientes y
la estratégica Capital Federal, donde espera cambiar las listas de diputados reemplazando
al secretario de Seguridad, Miguel Angel Toma, por algún candidato más taquillero. Eso
no es muy difícil. Sí lo es conseguir que ese candidato sea, como pretende Duhalde, el
legislador porteño Gustavo Beliz.
El comienzo del congreso se demoró justamente por este punto. No muy lejos de la Bombonerita,
donde los congresales esperaban a sus dirigentes consumiendo litros de café, se libró
una batalla que concluyó con el triunfo de Duhalde, según narraron sus operadores. En
una oficina de Puerto Madero, el gobernador discutió con firmeza frente a los
representantes del menemismo. Testigos de ambos sectores reconocieron que la conversación
fue agria y coincidieron en los términos utilizados por los protagonistas.
Entiendan bien esto. Necesito manejar el partido para ganar, o de lo contrario
renuncio a mi candidatura y ustedes verán qué es lo que hacen, atacó el
bonaerense y dejó congelados al ministro del Interior Carlos Corach, el diputado César
Arias y a los senadores Eduardo Bauzá y Eduardo Menem, la nada menor delegación que
comisionó el menemismo.
El que más resistió fue Corach porque entendía, según confiaron fuentes menemistas,
que quieren intervenir Capital Federal y cambiar a todos los candidatos, lo
que le hacía temer por la suerte de su banca de senador. Ni Duhalde ni Ramón Ortega
desmintieron la afirmación del ministro del Interior. Uno de los gobernadores, que
acompañó al binomio peronista, chicaneó a Corach: Carlos, vos sabés que las
encuestas los están dando muy abajo. Tanto que vos sos el más alto. La ironía
enfureció a Corach y suscitó las carcajadas de todos los presentes, menemistas
incluidos.
Cuando la discusión pareció llegar a un callejón sin salida, Corach llamó a Menem
pidiendo instrucciones. El Presidente fue tajante: El peronismo debe llegar unido a
las elecciones si quieren triunfar. Y así concluyó
la resistencia. Los menemistas saben que la intervención del distrito Capital es
inminente y que el candidato a diputado nacional que más suena es un odiado ex ministro
de Menem: Gustavo Beliz. Acordaron entonces la integración de la mesa del congreso, con
mayoría duhaldista, y la elección del vocero de los acuerdos alcanzados recayó sobre la
humanidad de Corach. El congreso otorga a la fórmula todas las facultades que
establece la carta orgánica para garantizar la victoria hasta el 24 de octubre. Esta
decisión cuenta con el apoyo y la conformidad del presidente Menem, dijo con
solemnidad el ministro y, entre tibios aplausos.hizo mutis sin esperar los discursos de
los candidatos del PJ.
Habló brevemente Palito y cerró el acto Duhalde quien casi con rabia criticó el nuevo
orden económico , la usura sin patria. Sorprendió a muchos cuando reconoció
estar 8 puntos debajo del candidato de la Alianza en las encuestas, aunque luego aclaró
que en un mes empatamos y en octubre triunfaremos. Finalmente Duhalde dijo que
el 10 de diciembre comenzará la tercera revolución peronista refundando la
justicia social. Boraton aplausos y ell grito de Duhalde
presidente,incluso el de Hernán Corach, titular de la JP y vástago del ministro
ausente.
Claves
Duhalde mantuvo una
dura discusión con Corach, Bauzá y Eduardo Menem antes de entrar al Congreso del PJ.
El gobernador pedía
amplias facultades para manejar el partido e intervenir el PJ en tres distritos, incluida
la Capital Federal.
Los menemistas se
oponían. El más cerril era Corach quien todavía no tiene aprobado su pliego de senador.
El ministro del
Interior llamó al Presidente Menem quien le aconsejó aceptar la propuesta de Duhalde.
El candidato ahora
piensa cambiar la lista de diputados por la Capital desplazando a Toma y sumando al PJ a
Gustavo Beliz quien, por ahora, se muestra muy remiso a retornar al peronismo. |
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