Roque
Fernández encendió la mecha. Brasil va a volver a devaluar, confesó el
ministro, en la intimidad, ante la cúpula de la Unión Industrial. De nada sirvió su
intento de desmentida. El apocalíptico pronóstico de Roque enfureció al gobierno
brasileño, y fue el propio ministro de Hacienda, Pedro Malan, quien le planteó un severo
reproche. Ante tamaña confesión, lo único que hicimos fue pedirle a Fernández
que, entonces, necesitábamos en forma urgente la adopción de medidas comerciales para
compensar la eventual devaluación, comentó a este diario un directivo de la UIA.
Los economistas consultados por Página/12 coinciden con Roque.
La economía brasileña anda mal y van a volver a devaluar, fue el
diagnóstico a puertas cerradas del titular del Palacio de Hacienda. En público, el
ministro negó sus dichos durante una conferencia de prensa que ayer compartió con Malan
en Montevideo.
La aseveración de Roque no hizo más que volver a poner sobre el tapete la situación de
la economía brasileña, en medio de la aguda recesión argentina, tras la devaluación
del real. La moneda del país vecino perdió el 30 por ciento de su valor desde el 13 de
enero y ahora cotiza a 1,80 por dólar. Y, en concordancia con el ministro, diversos
economistas consultados por Página/12 hicieron hincapié en la debilidad fiscal de Brasil
y apuntaron que la depreciación del real no ha terminado.
De hecho, Brasil debe hacer frente a vencimientos de deuda por 150.000 millones de
dólares en los próximos doce meses, mientras que las reservas del Banco Central alcanzan
apenas a 40.000 millones, un nivel similar al del peor momento de la crisis.
Tras la devaluación, el país vecino logró desinflar las presiones de los financistas. Y
con la designación de Arminio Fraga al frente del Banco Central, un hombre mimado por los
inversores, desactivó la carrera alcista de las tasas de interés. De la mano del ex
empleado de George Soros las tasas cayeron del 50 al 20 por ciento anual. Pero los
economistas aseguran que no alcanza.
Orlando
Ferreres (ex viceministro de Economía): Antes de fin de año, el
real empezará a perder valor nuevamente. Me imagino que dentro de un año se habrá
devaluado otro 15 a 20 por ciento. Brasil tiene graves dificultades fiscales tiene
un déficit de diez puntos del Producto y estos problemas se harán visibles dentro
de unos meses, cuando quede claro que no pueden cumplir con las metas pactadas con el FMI.
Brasil va hacia un modelo como el mexicano, con mini devaluaciones progresivas.
Mario Vicens
(MV Macroeconomía): La situación fiscal de Brasil es débil y
preocupante. Pese a la depreciación, las exportaciones están estancadas. No creo que
haya otra devaluación abrupta, pero sí un deslizamiento crónico de un 10 a un 15 por
ciento anual. Mi sensación es que Cardoso no quiere devaluar pero la presión del mercado
lo va a volver a obligar.
Martín
Redrado (Fundación Capital): Brasil está frágil. Depende de que
los inversores le sigan creyendo para así ir renovando los vencimientos de deuda, que
están muy concentrados en el corto plazo. La foto de Brasil mejoró, pero la película
sigue borroneada. Soy cauteloso sobre el futuro. Van a seguir bajo la lupa de los
inversores. |