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Por Carlos Rodríguez Con un concierto realizado en el Centro Cultural General San Martín, Gabriel Bergogna, el primer director de orquesta ciego de la historia, celebró con música un fallo judicial que ratificó, en segunda instancia, que la ANSeS le debe restituir una pensión de 280 pesos mensuales que cobraba desde que sus padres fallecieron y que era, hasta octubre pasado, el único dinero fijo que tenía para subsistir. La sentencia dictada por la Sala II de la Cámara de Apelaciones de la Seguridad Social descalificó en forma rotunda los argumentos del ente. Los jueces, por unanimidad, dijeron que la fundamentación esgrimida por la ANSeS es lisa y llanamente pura retórica porque no se compadece con los altos principios de la abogacía y menos aun, cuando quien lo realiza lo hace en nombre del Estado. El pronunciamiento puede ser recurrido hasta hoy ante la Corte Suprema de Justicia, aunque Bergogna estimó que si la ANSeS tiene un poco de sentido común debería desistir porque sus abogados han quedado muy mal parados. Luego de cobrar los 280 pesos durante dos años, correspondientes a dos pensiones mínimas que recibió al morir sus padres, la ANSeS le quitó esos beneficios, sin darle posibilidad de ejercer su defensa, en el marco de una revisión de las pensiones iniciada en el año 1997. Ante el hecho consumado, Bergogna presentó un recurso de amparo alegando que él había cumplido con todos los requisitos legales exigidos. El amparo fue tomado en cuenta por la jueza de primera instancia, María Postolovka, quien le hizo lugar el 11 de marzo pasado, aunque el fallo fue apelado. Estas pensiones, por tratarse de una persona con una discapacidad permanente que limita sus posibilidades laborales, se otorgan en forma prácticamente automática. El padre y la madre de Bergogna murieron en 1994 y en 1995. La pensión me la otorgaron en abril de 1996, tomando en cuenta también que soy hijo único y luego que presentara todos los papeles que marcan las normas vigentes. Sin embargo, la ANSeS llegó hasta la Cámara de la Seguridad Social para insistir en su postura. Ahora, la Sala II del tribunal rechazó, por unanimidad, el recurso de apelación presentado por el ente contra el fallo de primera instancia, pero además modificó siempre a favor de Bergogna uno de los aspectos de esa decisión de la doctora Postolovka. Las costas del juicio, que habían sido repartidas en forma igualitaria entre las partes, ahora sólo correrán por cuenta de la ANSeS. Los jueces Luis René Herrero, Emilio Lisandro Fernández y Juan José Etala puntualizaron que la imposición de costas al vencido (la ANSeS) importa una reparación de los gastos necesarios efectuados por la parte que ha resultado vencedora (Bergogna) y que con ello obtuvo el reconocimiento de su derecho. Sobre los argumentos esgrimidos por el organismo oficial para quitarle las pensiones al músico, la Sala II opinó que la orfandad argumental es el valor negativo más destacable. Agregó que eso estuvo acompañado por una retahíla de vacías generalidades vertidas en la casi totalidad del escrito y de menciones inexactas en otras. Por eso concluyó que todo lo expuesto es lisa y llanamente, pura retórica que no se compadece con los altos principios del ejercicio de la abogacía, y menos aún cuando quien lo realiza lo hace en nombre del Estado. Bergogna dijo a este diario que la ANSeS procedió más desde el punto de vista jurídico porque atropelló el derecho adquirido. El director de orquesta ciego prefirió hablar del tema desde un punto de vista humano y comparó la actitud que el ente tuvo con sus pensiones y la que tiene con aquellos que gozan de fabulosas jubilaciones de privilegio que llegan hasta los 50.000 pesos, una cifra sideral comparada con los 280 pesos que yo estaba cobrando. Confesó que por ahora, tanto él como su mujer, una artista plástica, están subsistiendo gracias al aporte que hacen los padres de ella, lo que significa una situación penosa para nosotros. Consideró que con su política, el organismo oficial se está convirtiendo en un asesino civil,porque el nuestro no es el primer caso y hay mucha gente que está perdiendo el único ingreso fijo que tiene.
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