![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
![]() ![]() Bianchi arrancó el partido con 7 titulares, pero las joyas de la corona se quedaron largo rato en el banco. Junto a Palermo y Riquelme también estuvieron Serna y Cagna. O sea, más cantidad de titulares que el Barsa, pero con los titulares claves como reserva. Como había anticipado, Bianchi se tomó el partido como un amistoso impostergable y le preocupa más la vuelta y el compromiso con Lanús por el Apertura. Van Gaal profundizó la economía de recursos y no sólo redujo a dos los titulares del principio (Frank de Boer y Cocu), sino que los otros nueve fueron suplentes de los suplentes, ya que en el banco no estuvieron Sergi ni Bogarde, además del lesionado Guardiola y el brasileño Rivaldo, quien sigue de vacaciones. Entonces, si Boca presentó un equipo B, Barcelona presentó un B1. Pero nada es casual en este mundo y los que fueron titulares-titulares lo fueron porque además son hombres Nike: los mellizos Barros Schelotto y los De Boer son auspiciados por al firma de la pipa, igual que Kluivert y Figo. En cambio, Palermo es Puma y Riquelme es Mitre. Entonces, así, el partido fue más de compromiso que otra cosa hasta que a Boca le dieron un gol que no hizo. Barijho remató desde afuera del área mientras Frank de Boer y Bogarde no ponían mucho empeño en obstruirlo. Arnau miró, la pelota dio en el travesaño, en el palo y se fue. Ni un ciego podía errar el cálculo, pero el línea convalidó el gol pese a que Cocu se lo quería comer. El colegiado madrileño Megía Dávila apoyó a su colaborador: Boca 1-0 con un gol gallego. Luego hubo una hora de intrascendencia y búsqueda de tobillos (Samuel sacó a Simao, Guillermo y Dehu se buscaron siempre) hasta que La Paglia tiró un centro que el pícaro Guillermo corrigió con la mano y puso el 2-0. No fue muy claro el manotón pero el pasado condena al mellizo. Si alguna duda quedaba, Guillermo festejó el tanto agitando su manito derecha. Boca 2-0 con un gol gallego y otro pariente del gallego. Entonces sí, Van Gaal y Bianchi se sacudieron las pocas pulgas que tienen y pusieron en la cancha a los titulares importantes y el partido se hizo en serio. La cámara se deleitó cuando Palermo se bajó los pantalones hasta las rodillas para acomodarse la camiseta, cuando Riquelme pisó y pisó desparramando a los holandeses del Barsa o cuando Kluivert tocó y tocó con calidad. Boca hizo el tercero con una genialidad de Riquelme(sombrero de cucharita a Arnau) y una torpeza de Palermo (la empujó arrastrándose) y Figo cerró la noche con un gol extraordinario.
|