Por Carlos Polimeni Al fin, ATC (¿Ahora Tampoco
Competimos?) se convirtió en noticia. No fue por los dislates de Lita (de Lázzari, pobre
señor Lázzari), ni los desvíos de Viale, ni los errores verbales de Polémica en
el Furcio, ni el oficialismo menemístico de sus noticieros. Fue por una pelea entre
ex pesos pesados del rating, a los que la realidad del público ha golpeado duro y que,
como para gastar energías y resentimiento, la han emprendido entre sí. En este rincón,
el ex interventor y campeón mundial de chivos, Gerardo Sofovich, argentino part time
Miami. En este otro rincón, el conductor y empresario uruguayo Lucho Avilés, campeón
mundial de chismes. Son diez rounds, están en juego muchas cosas, y como es difícil que
uno de los dos noquee al otro, se prevé una decisión en Tribunales. De seguir las cosas
como hasta ahora, cuando ambos han tirado duros golpes, la decisión de los jueces será
complicada.
El conflicto estalló por una tapa de la revista sensacionalista Pronto, cuyas ventas
miran con envidia en más de una editorial importante. En ella, a partir de una de las
clásicas fotos robadas a parejas que salen o llegan a un lugar en auto, se
anunciaba el blanqueo de una supuesta relación de amor entre Sofovich y la
bastante más joven actriz y cantante Cecilia Milone, que cobró notoriedad, años ha,
como novia del veterano galán Federico Luppi. Avilés es uno de los accionistas de la
revista y maneja una parte de su línea editorial. Cuando la edición con la foto de los
supuestos tórtolos en tapa llegaba a los kioscos, la mostró en su alicaído
Indiscreciones con gesto de triunfo. Saludó la decisión de Sofovich de
blanquear su relación. En el lenguaje del apriete que ambos empresarios conocen muy bien,
eso era una declaración de guerra, además de una mojada de oreja.
Sofovich eligió las cámaras de Rumores, el programa que compite en el rubro
con Indiscreciones, doblándole el rating, para contestar el mandoble.
Primero, aclaró que conoce a Milone desde que tiene 14 años -ella y explicó la
circunstancias de la foto. Aludió a una salida en conjunto con amigos, a la presencia de
un fotógrafo al que no le permitió que los registrase juntos, a una posterior emboscada
periodística cuando la llevaba a su casa. He sido una especie de padrino de
ella, planteó. A continuación, se lanzó a fondo. Tratando a Avilés de gran
blanqueador de relaciones, le propuso que, ya que el tema estaba planteado, se
hiciera cargo de sus propias indiscreciones. Le recomendó, entonces, blanquear su
relación con la paraguayita y el travesti. Su cara de zorro viejo, y
separado, brillaba de satisfacción.
Avilés, casado y con un hijo, acusó el impacto, en su propio espacio. Me acabo de
enterar que Cecilia Milone tiene 15 años, dijo primero, subrayando que Sofovich
mentía sobre el tiempo que hace que intiman. A continuación, en un error táctico, le
puso nombre a una de las afirmaciones del oponente y aclaró que no tuvo relación alguna,
fuera de los sets, con el travesti Florencia de la Vega. Subrayó su masculinidad fuera de
toda duda, considerando una cretinada que se dudara de ella. Y golpeó bajo: se internó
en el espinoso tema de la pierna ortopédica que usa hace lustros el hombre que definió
como un personaje de la farándula que todos odian. Avilés fue lejos, muy
lejos. Imitó a Sofovich en el acto de calzarse la pierna ortopédica, lo tildó de
resentido, como todo inválido, y hasta reveló que sus enemigos lo llaman el
canguro, porque cuando se levanta de noche debe ir hasta el baño a los saltos. Alicia
Pedrelli, una de las productoras de Indiscreciones, dijo a Página/12 que
cuando Avilés se enteró de la embestida de Sofovich exclamó: ¡Esto me cayó de
regalo!. Evidentemente, a continuación montó en cólera, y no pudo bajarse pronto.
Chiche Gelblung, un viejo conocedor del medio, recordó el lunes una reciente presencia en
Memoria de ambos, y pasó el aire el tape. En él, como en broma, pero en
serio, le preguntaba a Sofovich si estabaenemistado con Avilés, presente en el mismo
piso. Su aclaración, ante la cara de padrino irritado del invitado, era en sí misma una
pintura: Es que, Gerardo... ¡vos estás peleado con medio mundo!. Sofovich
aclaró que con Avilés no, mientras su cara parecía decir lo contrario. Avilés no
intervino, pero cualquier espectador atento hubiese jurado que se mordió la lengua, lo
que en su caso es bastante peligroso. Para ilustrar el temperamento de Sofovich, ex
interventor de ATC, de donde se fue dejando una deuda superior a 60 millones de dólares,
baste aclarar que viene haciendo La noche del domingo, que sale por ese canal,
desde un estudio privado. Eso se debe a que es persona no grata para los trabajadores de
ATC, que festejaron la semana pasada varios que habían perdido una apuesta debieron
pagar una cena el anuncio del levantamiento de su programa.
Avilés no es, ni por asomo, un recién llegado a la arena de las peleas estelares. En los
90 se trompeó en cámaras con el iracundo Jorge Jacobson, con quien tiene malas migas
desde los 70. Entre otros, se sabe enemigo de Susana Giménez, Héctor Ricardo García,
Mirtha Legrand, Marcela López Rey, Silvia Montanari y Mario Pergolini. Reivindico
los chimentos, pero para hacer esto hay que tener mucho oficio, de lo contrario es
peligroso, afirma. Esta definición grafica que es difícil que haya estado al
margen de la decisión de incluir en la tapa de Pronto la foto de la discordia. Se prevén
nuevos mandobles, antes de que llegue la hora de los jueces.
Informe de Luis Vívori.
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