Por Adrián de Benedictis La historias de Racing sigue
escribiéndose con la pluma del escándalo. Cuando todo hacía suponer que el orden
comenzaba a asociarse con la entidad, el remate de la sede que el club posee en Villa del
Parque debió ser suspendido ayer por el juez Enrique Gorostegui, a cargo de la quiebra
que pesa sobre la institución, debido a los incidentes que se produjeron cuando se
intentó llevar a cabo la subasta entre los hinchas que habían tomado la sede y la
policía.
La resolución de Gorostegui fue comunicada a la autoridades policiales a cargo del
operativo por la secretaria del juzgado civil y comercial número 16 de La Plata, María
Cristina de la Fuente. El saldo de los enfrentamientos (entre los hinchas y la policía)
arrojó seis uniformados heridos y cuatro simpatizantes detenidos. Luego, dos de los
policías fueron derivados al Hospital Churruca.
Según anunció uno de los enajenadores, Ricardo Seoane, el remate podría ser realizado
en los próximos días, y sería con licitación a sobre cerrado. En principio, si se
suspendía el remate, la base de 2.850.000 pesos debía reducirse en un 25 por ciento,
pero en este caso no se modificará la cifra. Por su parte, un grupo de hinchas se
reunirá el martes a las siete en esa sede, con intenciones de partir hacia La Plata y
realizarle un escrache a Gorostegui (ver aparte).
El establecimiento de Villa del Parque, ubicado en Nogoyá 3045, había sido tomado en la
madrugada de ayer por un grupo de socios del club (algunos eran padres de los chicos que
practican deportes) y algunos hinchas, quienes de esa manera buscaban impedir la
liquidación.
La decisión de apoderarse de la sede fue concretada aun sabiendo que el miércoles por la
tarde el juez Gorostegui había enviado un escrito, tanto al predio como a la seccional 47
de la zona, que expresaba que si a las nueve los enajenadores no pueden
ingresar, se iba a utilizar la fuerza pública. Los hinchas de Racing comenzaron a
concentrarse en la puerta de la sede desde las ocho, y con el transcurrir de las horas,
500 personas se juntaron protestando contra el remate.
El conflicto comenzó cerca del mediodía cuando uno de los enajenadores, Marcelo Babenco
(designado junto a Horacio Mooney, Horacio Napolitano y el mencionado Seoane), se acercó
hacia la entrada de la sede. En ese instante empezaron los piedrazos, arrojados por los
simpatizantes y, en consecuencia, se originó la respuesta de la policía. Eso derivó en
que Babenco y el comisario Horacio Cottone, quien estaba a cargo del operativo de
seguridad, se resguardaran en un garaje, luego de ser corridos por los hinchas.
Dentro de la institución se encontraba el secretario del predio, Norberto Perrone, quien
se había comunicado con el magistrado, y éste, a pesar de estar al tanto de lo que
sucedía, estaba decidido a efectuar el remate, aunque más tarde tuvo que cambiar su
postura. Perrone le aclaró a Página/12 que recibió los llamados del ex vicepresidente
Luis Buchner y del ex dirigente Miguel DAquila, porque ellos estaban en La
Plata con Gorostegui, y también le pidieron que suspendiera todo.
La reacción fue lógica Uno de los ex dirigentes de Racing que está trabajando en estos momentos en
la comisión de apoyo y en busca del avenimiento de la deuda, Miguel DAquila,
consideró ayer que el intento de subastar la sede de Villa del Parque fue
innecesario, y estimó como lógica la reacción de los hinchas
que impidieron la medida como lo haría cualquiera ante el intento de remate de su
casa. Además, DAquila agregó que hay que hablarle claramente a la
gente. El hincha y el acreedor tienen que seguir viviendo, y también criticó a la
sindicatura por su actitud de seguir incorporando jugadores. En tanto, la
legisladora porteña del Partido Justicialista Kelly Olmos propuso ayer que el gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires expropie las instalaciones de Villa del Parque para garantizar
la continuidad del lugar como predio deportivo. A través de un proyecto que presentó
ayer, Olmos también consideró que la adquisición del mismo por parte del gobierno
porteño debería realizarse a un valor fijado por el Banco de la Ciudad de Buenos Aires. |
OPINION
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