Página/12 en Inglaterra
Por Marcelo Justo Desde Londres El éxito y la fortuna lo
acompañan desde la cuna. Hijo de un multimillonario, no dudó en abandonar la seguridad
de su hogar de alta burguesía italiana para convertirse en uno de los jugadores más
populares y ricos del fútbol europeo. Ahora, ahora, a los 33 años y cuando aún podía
seguir jugando, Gianluca Vialli colgó los botines y sólo será entrenador del Chelsea.
Con Sampdoria y Juventus conquistó el scudetto italiano, la Copa de Campeones europea y
la UEFA. En el fútbol inglés ha conseguido lo que pocos: una meteórica carrera como
entrenador-jugador. Desde su debut en esa doble condición en febrero del año pasado
lleva ganados dos títulos europeos y una copa nacional para el Chelsea que no conocía
galardones desde 1981. En junio anunció que colgaba los botines, pero como técnico no
oculta la ambición que lo consume: ganar la elusiva Liga. Los hinchas lo adoran y entre
el equipo de sueprestrellas que tiene ha conseguido una cohesión que siempre faltó con
su predecesor en el puesto, otro jugadortécnico, el holandés Ruud Gullit. No son pocos
los que se preguntan cuál es el secreto que ilumina a este italiano de cabeza rapada, 33
años y anchísima sonrisa, que conquistó el fútbol inglés con la misma facilidad que
el Imperio Romano ocupó hace más de dos milenios una isla que denominó Britania.
El italiano parece combinar las mejores técnicas de la diplomacia con un obsesivo
profesionalismo. Es el primero en entrenarse, el que más se esfuerza, el que nunca
ceja. Creo que ése es su secreto. Siempre quiere ganar. El no va a aceptar que alguien
rinda menos que el 100 por ciento, empezando por él mismo, dice Marcello Lippi, su
ex técnico en el Juventus. Ese perfeccionismo va acompañado de una severa dosis de
autocrítica que le permite aprender de sus errores, sonar humilde y torear la adversidad.
Me asombra como puede absorber las críticas y convertirlas en algo positivo. Es un
líder nato. Lo fue en el Sampdoria. Se ponía más furioso que nadie si alguien aflojaba,
pero nadie se molestaba porque todos sabíamos que era igual con él mismo, dice su
ex compañero de club, el internacional Atilio Lombardo.
Es cierto que las virtudes personales de un técnico no hacen un equipo campeón, como
reconoce, con típica humildad, el mismo Vialli. Todo depende de los jugadores. Yo
tengo algunas ideas sobre cómo debemos jugar, pero en última instancia son los
jugadores, dice Gianluca. Y jugadores no le faltan. Sobresalen los italianos Zola,
Casiraghi y Di Mateo (lesionado y ausente durante dos meses), los franceses campeones del
mundo Desailly y Lebouf, el uruguayo Gustavo Poyet y el español José Ferrer, los
internacionales ingleses Graham Le Saux y Dennis Wise, el noruego Flo, dentro de una lista
que podría formar parte del seleccionado mundial. Fiel a su costumbre, ya reforzó su
equipo con otro francés campeón mundial, Didier Deschamps, adquirido al Juventus por 3
millones de libras y con el delantero Chris Sutton, adquirido al Blackburn por 10
millones, el local Jes Hogh y el viernes concretó la compra de su compatriota Gabriele
Ambrosetti, de 26 años, del Vicenza. Una módica inversión total en refuerzos de 17
millones de dólares, poco para el millonario fútbol inglés. Chelsea ganó 4-0 al
Sunderland, suspendió la segunda fecha de entre semana porque debió jugar por la
eliminatoria para entrar en la Champions League y ayer jugó por la tercera fecha (ver
recuadro).
Aunque no cabe duda de que jugadores no le faltan, muchos creen que Vialli ha descollado
precisamente en su capacidad para dirigir a un equipo de superestrellas que muchas veces
tienen que chupar banco. Como demostró la experiencia con Ruud Gullit de técnico, un
plantel de esta naturaleza puede convertirse en ingobernable. Gullit es un excelente
técnico ytambién un autoritario despiadado que no sabía manejar a sus jugadores. Vialli
es diferente, puntualiza a Página/12 Raúl Fain Binda, comentarista deportivo de la
BBC. Vialli supo equilibrar la amistad previa que tenía con la mayoría de ellos, cuando
él era un jugador más que aceptaba las decisiones de otro técnico, y la necesidad de
tomar decisiones difíciles. En su primer partido como manager, la revancha clave contra
el Arsenal de Dennis Bergkamp y Overmas, Vialli brindó con media copa de champagne por
jugador... antes del partido. El comienzo no pudo ser más auspicioso. El champagne
inspiró a los jugadores que ganaron 3 a 1 revirtiendo la primera derrota 3 a 2 y
eliminando a sus rivales de la FA Cup. Para un técnico la chispa de los grandes
jugadores es fundamental. Uno les dice qué tipo de juego quiere, pero si los encierra
demasiado en un chaleco de fuerza su función se les pierde. No quiero robots. Quiero
jugadores espontáneos, dice.
A pesar de su éxito como técnico, Vialli es consciente de que en la última temporada el
Chelsea prometió más de lo que consiguió. Llegó tercero en la Liga detrás del
Manchester y el Arsenal, fue eliminado en la semifinal de la Copa de campeones de Europa
por el Real Mallorca de Carlos Roa y en la FA Cup inglesa ni siquiera alcanzó la
semifinal. Nadie duda sin embargo de que el Chelsea es uno de los candidatos cantados de
esta temporada. El equipo de Vialli es el favorito del ex técnico de la selección
inglesa Terry Venables y la carta de recambio a la que muchos comentaristas ingleses
apuestan ante una liga dominada por Manchester y Arsenal. Los hinchas son igualmente
optimistas. Alan Whiters, un taxista del sudeste de Londres, fanático del Chelsea desde
que tiene uso de la memoria, cree que Vialli va a ganar la Liga. Pero agrega con
anticipada nostalgia algo que muchos piensan aunque no quieren decir en voz alta.
Vialli es un maravilloso técnico, pero no creo que dure mucho en el Chelsea o en el
fútbol inglés. Para mí tiene la mira puesta más alta. En la selección italiana,
dijo a Página/12.
Manchester y Arsenal arriba El Chelsea de Vialli no pudo descontar la ventaja de los líderes al cabo de
la tercera fecha de la Premier League que, como se preveía, arranca dominada por
Manchester United y Arsenal. Un 2-2 fue el resultado de Chelsea en su visita al Leicester,
con dos goles de Yorke; Manchester doblegó al Leeds por 2-0 y Arsenal no pudo en casa del
Sunderland con el que igualó 0-0. Los otros marcadores fueron Bradford 1 Sheffield 1,
Derby 1 Middlesbourogh 3, Liverpool 0 Watford 1, Tottenham 3 Everton 2 y Wimbledon 1
Coventry 1. Hoy juegan Southamptom-Newcastle y mañana completan Aston Villa-West Ham. Con
7 puntos lideran Manchester y Arsenal. Con 6 están Middlesbourough, Tottenham y Aston
Villa que recién juega mañana y con 4 sigue Chelsea aunque tiene postergado el partido
de la segunda fecha porque debió jugar por la eliminatoria de la Copa de Campeones.
Bundesliga con sorpresas
El homenaje a Lottar Mattheus, el regreso exitoso del brasileño
Elber, la vuelta del argentino Rodolfo Cardoso al fútbol alemán y el fracaso de los
favoritos Bayern Munich, Borussia Dortmund y Bayer Leverkusen marcaron el tono de la
primera fecha de la Bundesliga. Hamburgo, donde volvió a jugar Cardoso, empató 2-2 en su
visita al Bayern Munich, último campeón. El brasileño Elber, que regresó tras cinco
meses por la rotura de ligamentos, hizo el gol bávaro en el último minuto. Matthaeus
jugó su partido 450 en Primera División y fue homenajeado como Mejor Jugador
de la temporada anterior. El Dortmund perdió 1-0 en su visita a Kaiserlautern y
Leverkusen sólo igualó 0-0 ante el Duisburg. Los otros resultados fueron éstos:
Eintracht 3 Unterhaching 0, Schalke 1 Arminia 1, Stuttgart 0 Werder 0, Wolkfsbur 2 Munich
1 y hoy completan Ulm-Friburg y Herta-Hansa Rostock. |
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