Por José Natanson
Los dos
sectores ya comenzaron a hacer lo suyo con vistas a la interna del Frente Grande porteño
del 22 de agosto, en la que se definirán candidatos a diputados nacionales, legisladores
locales y autoridades partidarias. La lista que capitanea Darío Alessandro empapeló la
ciudad de afiches que lo muestran junto a Aníbal Ibarra, subrayando su gran ventaja
comparativa: lidera el oficialismo y cuenta con el apoyo más o menos encubierto de Carlos
Chacho Alvarez. La corriente que responde a Eduardo Jozami intenta ponerle un
poco de mística al asunto, insiste en diferenciarse de la conducción del partido y
realiza apelaciones constantes a la militancia. Todos coinciden en que la convocatoria
será minúscula, inferior a las quince mil personas.
Las internas surgieron a instancias de Jozami que, a principios de abril, cuestionó
algunas decisiones de Alvarez, lo acusó de limitar la participación y el
pluralismo en el Frepaso y anunció su voluntad de pelear por un lugar en la lista
de diputados nacionales. De acuerdo con la última modificación a la Carta Orgánica
impuesta por el oficialismo, Jozami deberá obtener el 25 por ciento de los votos para
alzarse con el cuarto lugar entre los postulantes de su partido, que a su vez deberán
intercalarse con los representantes del radicalismo. Así, el legislador se ubicaría como
octavo candidato en la boleta de la Alianza, el último con posibilidades ciertas de
ingresar en la cámara.
Jozami busca imprimirle a su corriente un tono más crítico, menos conciliador con el
radicalismo. El martes pasado, en el subsuelo del Café Tortoni, el legislador aprovechó
la presentación de los candidatos de la Corriente de Participación para criticar a la
conducción del Frepaso. Aún no se ha encontrado el modo en que las propuestas
frepasistas pesen más en el discurso de la coalición, hay una debilidad de nuestra
fuerza dentro de la Alianza, señaló Jozami, secundado por María Elena Naddeo,
precandidata a diputada porteña, y por Dora Barrancos, que se postula para titular del
FG. La idea instalarse como un polo alternativo al de Alvarez queda clara en
el slogan que eligió para su campaña y para la convocatoria al acto de cierre que se
realizará este jueves en el Club Unione e Benevolenza: Para ganar... y que valga la
pena.
Prefiero no hablar. Yo no me meto señala Alvarez cada vez que alguien lo
consulta sobre la elección. La reticencia del jefe del Frepaso a explayarse públicamente
sobre la interna no le impide depositar todas sus simpatías en el sector oficialista.
Allí militan sus principales lugartenientes en el distrito: Alessandro, Nilda Garré e
Irma Parentella ocupan los primeros lugares en la lista de diputados nacionales. Abel
Fatala encabeza la nómina de legisladores locales, seguido por Raúl Zaffaroni, Liliana
Chernajovsky, mujer del jefe del Frepaso, y Raúl Fernández. El candidato a titular del
FG es Aníbal Ibarra.
Como para que no queden dudas, la folletería del sector recuerda que se trata del grupo
de dirigentes que acompañaron desde un principio a Alvarez y a Graciela Fernández
Meijide. Somos los que venimos trabajando en este proyecto desde su origen,
sostienen. El oficialismo distribuyó también una serie de documentos en los que los
diputados que aspiran a ser reelectos describen los principales proyectos de su
trayectoria legislativa. Además, un equipo de militantes se encuentra realizando un
trabajoso chequeo telefónico de los afiliados y los independientes que votaron en la
interna de la Alianza.
Cerca de Jozami aseguran que la lista oficialista cuenta con una ventaja
importante, ya que allí se encuentran casi todos los dirigentes frentistas con cargos
legislativos. Los seguidores de Alessandro responden que los costos de la campaña serán
mínimos no más de 70 mil pesos y que la mayor parte se destinará a
financiar la impresión de boletas y el almuerzo de los fiscales el día de la interna.
Gastamos casi todo lo que teníamos en la elección entre Aníbal y (Dante) Caputo.
Además, estamos seguros deque ganamos cómodos y tenemos que guardar recursos para el 24
de octubre, señaló a Página/12 un dirigente del sector oficialista.
Más allá de los esfuerzos, lo cierto es que los representantes de las dos corrientes
coinciden en que la convocatoria difícilmente supere las 15 mil personas, la mitad de los
que votaron en la interna del Frepaso para jefe de Gobierno de la ciudad. Sostienen que
aquella disputa generó un gasto de recursos y energías y que la del próximo domingo
constituye un desgaste inevitable, pero desgaste al fin en momentos en que la
Alianza supera ampliamente al PJ, sobre todo en la Capital Federal.
Hay otras dos líneas
Además de las listas principales que encabezan Darío Alessandro y Eduardo Jozami, en las
internas del Frente Grande del 22 de agosto se presentarán dos líneas más. Una está
encabezada por Roque Echegaray, un dirigente casi desconocido. La otra, la Corriente
Germán Abdala, postula como candidato a primer diputado a Carlos Oviedo, un médico
sanitarista reconocido entre la dirigencia partidaria por su trabajo social en las villas.
Darío y Jozami son autoridades del partido y siempre aceptaron la cultura de la
dedocracia que hay en el Frente. Jozami siempre terminó negociando, pero esta vez no
quedó conforme con lo que le ofrecían y entonces inventó una diferencia ideológica,
que es sólo de discurso. Nosotros somos la verdadera oposición que se enfrenta contra
los dos aparatos, sostiene Oviedo. Construimos esta lista con mucho trabajo y
con pocos recursos: colaboraron algunos comerciantes, gente de centros culturales y un
grupo de médicos. Tenemos como capital el trabajo que hacemos en los barrios y en las
villas, añadió. |
Luego será
Bravo o Jesús
Por J.N.
Los socios de la Alianza aún no acordaron qué partido encabezará la lista de
candidatos a diputados nacionales por la Capital Federal. El radicalismo decidió, luego
de un trabajoso consenso, postular a Jesús Rodríguez. El Frepaso, más allá del
resultado de la interna, insiste con la candidatura del veterano socialista democrático
Alfredo Bravo. Claro que, a la hora de pelear la cabeza de lista, cada partido tiene sus
argumentos. Bravo es un excelente candidato, un librepensador muy prestigioso,
admiten en el radicalismo, aunque agregan: lo que pasa es que no hay manera de
controlarlo, es capaz de armar cualquier quilombo, como hizo con el proyecto para derogar
las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Cerca de Fernando De la Rúa sostienen
que el jefe de gobierno porteño reconoce los méritos de Bravo pero cree que está
demasiado identificado con la izquierda. Por eso dicen propuso sin éxito a
Adalberto Rodríguez Giavarini. De la Rúa quiere tranquilidad en la campaña y un
dirigente que represente a sectores más amplios, aseguró a Página/12 uno de los
hombres de confianza del candidato a presidente de la Alianza. En el Frepaso defienden al
socialista. Tiene una trayectoria intachable y es uno de los dirigentes con mejor
imagen de la Capital. En el 95 algunos seguidores de (José) Bordón decían lo
mismo. El candidato fue Bravo y nos fue bárbaro, aseguró uno de los operadores de
Carlos Chacho Alvarez. El tema todavía está pendiente y se definirá recién
después de la interna del Frente Grande del 22 de agosto. |
|