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Después de alertar que se avecinaba un vietnamcito en Colombia si se producía una intervención extranjera, ayer el presidente venezolano Hugo Chávez aseguró que seguía dispuesto a dialogar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para garantizar la paz en sus fronteras. El canciller venezolano José Vicente Rangel admitió ayer que ya hubo contactos informales con la guerrilla, lo cual podría derivar en un conflicto diplomático: Bogotá ha dicho, y reiteró ayer, que Chávez no es soberano en Colombia como para reunirse con un grupo insurgente de ese país. Mientras tanto, la posibilidad de un diálogo de paz entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) pareció alejarse ayer luego de que esta guerrilla hiciera estallar un oleoducto. Y la imagen de Washington en su lucha contra las drogas, principal argumento para su intervención en Colombia, cada vez se devalúa más luego de la revelación, el sábado, de que ocho miembros de su embajada en Bogotá están siendo investigados por narcotráfico. La reiterada disposición del presidente Chávez a dialogar con la guerrilla fue significativa dado que viene luego de una incursión el viernes de irregulares colombianos en su territorio, que dejó a un sargento venezolano herido. Las sospechas sobre la identidad de los atacantes recayeron sobre las FARC, aunque también se considera posible que hubieran sido narcos o bandoleros. Chávez afirmó ayer que la oferta de diálogo con la guerrilla, que había planteado la semana pasada, seguía en pie, y que podría permitir que líderes guerrilleros viajen bajo salvoconducto a Venezuela para negociar. Nosotros no estamos apoyando a la guerrilla puntualizó pero estamos obligados a defender nuestra soberanía y garantizar la seguridad en el territorio. Nuestra política exterior hacia el problema colombiano es la de la búsqueda de la paz, y si para eso tenemos que reunirnos con los jefes guerrilleros colombianos, pues lo haremos, explicó al fin de su programa radial Aló, presidente. La posibilidad de un encuentro no es en bien vista por el gobierno colombiano, cuyo diálogo con la guerrilla está estancado. Aspiramos a que el gobierno de Venezuela atienda los principios que hemos sentado para la participación de gobiernos extranjeros en el proceso de paz recalcó el canciller colombiano Guillermo Fernández de Soto, es decir con estricto apego al principio de no intervención y buscando la coordinación con nuestro gobierno. Bogotá teme que una reunión eleve a las FARC de ser insurgentes al estatus de beligerantes a nivel internacional. El canciller venezolano Rangel salió ayer a calmar las aguas. Hemos dicho que estamos apostando a la paz, declaró en una entrevista. Rangel negó que su gobierno buscara manipular el conflicto colombiano, y agregó que tenemos demasiados problemas en Venezuela, no queremos asumir otros que no nos pertenecen. Rangel visitará Colombia en las próximas semanas. Por ahora las FARC no se han pronunciado ni sobre la oferta de Chávez ni sobre el incidente de la frontera, y su posición hacia Venezuela es confusa. Fuentes del gobierno venezolano afirmaron que los responsables del incidente del viernes fue una columna de las FARC que opera al margen del comando central. Esta columna también habría sido responsable del secuestro el 8 de agosto de un avión venezolano, el cual fue liberado poco tiempo después, aparentemente por orden de la dirigencia guerrillera. En este contexto, el presidente colombiano Andrés Pastrana consideró ayer que sus intentos de retomar las negociaciones de paz con el grupo guerrillero podrían prosperar en los próximos días. Yo hice una propuesta y espero tener respuesta en los próximos días, afirmó optimista. Pero las señales ayer no fueron alentadoras: las FARC secuestraron a dos civiles en un retén carretero. Y los paramilitares tomaron ayer la iniciativa ocupando el municipio de Puerto Lleras y asesinando al alcalde de Barayas (suroeste colombiano). Hay rumores de que se formó un nuevo grupo paramilitar, integrado por ex-miembros del Ejército opuestos a cualquier acuerdo con la guerrilla. Este grupo sería responsable del crimen delperiodista Javier Garzón, miembro de la comisión oficial para la paz con el ELN.
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