El gobierno
del presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso está desde hoy bajo asedio. Cerca de
15.000 latifundistas y propietarios rurales bloquearán hoy las calles de la capital,
Brasilia, para exigir la reducción del 40 por ciento de sus deudas a los bancos del
Estado. Desde el otro costado del sector rural, el Movimiento de los Sin Tierra (MST)
logró ayer una victoria cuando se inició el proceso judicial por la masacre de Eldorado
de Carajás, en la que murieron 19 campesinos del MST. Ante todo esto, seis parlamentarios
del Partido de la Social Democracia Brasileño (PSDB) abandonaron la coalición
oficialista, y hay más amenazas de deserción desde otros partidos. La desaprobación
hacia el presidente asciende al 69 por ciento. Los manifestantes que viajaron ayer de
todas las regiones de Brasil hasta la capital fueron pequeños y medianos granjeros,
propietarios rurales y latifundistas. Su objetivo principal es protestar contra la
política económica del gobierno y exigir una moratoria para una parte de sus
deudas. Un grupo de parlamentarios intenta que se apruebe un proyecto de ley que
eliminaría el 40 por ciento de estas deudas, el nivel que exigen los manifestantes, pero
Cardoso advirtió que usaría su veto si la ley es aprobada. Los manifestantes bloquearán
las calles de la capital hasta el 21 de agosto. El sector latifundista pedirá además que
aumente la represión oficial contra el MST.
Pero este movimiento campesino parece fortalecido por el comienzo ayer del juicio
contra los 150 policías involucrados en la masacre de Eldorado de Carajás. Esta ocurrió
hace tres años, cuando la policía, junto con pistoleros de los latifundistas locales,
atacaron a tiros a un retén del MST. Las anteriores tentativas de juicio habían sido
rechazadas por el mismo MST, que consideraba que los jueces favorecían a los
latifundistas. La audiencia comenzó en un clima de tensión por los 2000 miembros del MST
que llegaron para seguir el proceso.
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