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“Son los viejos acuerdos que
está cumpliendo Eduardo Duhalde”

Graciela Fernández Meijide cargó con fuerza contra lo que entiende es un retroceso en materia de seguridad. “Volvimos al lugar en el que estábamos antes de la reforma”, sostiene y dice que Duhalde no es un improvisado.

La candidata a gobernadora por la Alianza dice que Duhalde hizo la reforma forzado por los hechos.
“Pero faltó voluntad política, lo que quedó claro en los últimos días”, dijo Graciela.

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Por José Natanson

t.gif (862 bytes) ”Eduardo Duhalde está cumpliendo viejos acuerdos.” La candidata a gobernadora de la Alianza, Graciela Fernández Meijide, evaluó ayer con estas palabras la decisión del mandatario justicialista de reemplazar a León Arslanian por Osvaldo Lorenzo, quien ordenó la reincorporación de unos mil policías bonaerenses de dudoso pasado que se encontraban en disponibilidad. A continuación, las definiciones de Graciela a Página/12.
–¿Cómo evalúa el cambio de guardia en la ex Policía Bonaerense?
–Es un retroceso. Hoy volvimos al lugar en el que estábamos antes de la reforma. Lorenzo fue llevado ahí exclusivamente por esos viejos acuerdos. Es el resultado del reverdecimiento de esos viejos acuerdos que ahora está cumpliendo Eduardo Duhalde.
–¿Qué tipo de acuerdos?
–Lo primero que hay que aclarar es que, cuando llegó a la gobernación, Duhalde no era un improvisado, ya que antes había sido intendente de Lomas de Zamora. Sabía, por lo tanto, cuál era el manejo de la policía. No tenía por qué sorprenderlo el estallido de toda esta situación. Yo creo que la transformación que encaró recién cuando su mandato finalizaba no fue decidida por buena voluntad. Fue determinada por las circunstancias: el caso Cabezas, algunas denuncias e investigaciones periodísticas. En la campaña de 1997 Chiche Duhalde dijo textualmente: “Si mi marido no puede hacerse cargo de esto no puede ser presidente”. Entonces Duhalde llamó a Arslanian, un experto, y nosotros dijimos que si realmente había una voluntad firme para modificar la situación estábamos dispuestos a apoyar la reforma. Pero faltó voluntad política, lo que quedó claro en los últimos días. Ruckauf embistió contra Arslanian y Duhalde cedió rápidamente. Además, siempre se sospechó de las presiones de algunos sectores desplazados de la policía. Es muy notable que una de las primeras medidas de Lorenzo haya sido la reincorporación de un montón de policías. Insisto: da toda la sensación de que se está cumpliendo con viejos acuerdos.
–¿Qué haría con los policías reincorporados en caso de ganar la gobernación?
–No quiero hablar de medidas extremas. No quiero decir: voy a expulsar a todos o dejar a todos. Sería un manoseo de la gente. Asuntos internos tiene que estudiar caso por caso y en base a eso veremos. Pero quiero dejar claro que vamos a desplazar a todos los corruptos y a funcionar sólo con los policías honestos.
–¿Cree que el jefe de la policía bonaerense debe ser un civil?
–Ahí hay una equivocación de base. La policía es un organismo civil, no militar. Todos los policías son civiles. Lo que pasa es que durante la dictadura se militarizó a la policía. Ahora se confunden las cosas, pero es una fuerza civil.
–Reformulando la pregunta: ¿el jefe de la policía tiene que pertenecer a la fuerza o no?
–Yo comprendo por qué se eligió a un no uniformado. No me parece una mala decisión. Pero no es imprescindible. Lo importante no es si el jefe de la policía tiene o no tiene uniforme. Lo que importa es si es capaz, si tiene autoridad moral, si puede hacerse respetar y si está decidido a concretar la reforma que proponemos.
–¿Tiene algún nombre pensado?
–No.
–Si se profundiza una reforma, ¿cuál es el riesgo de que se genere resistencia en la policía?
–Son cuestiones que pueden ocurrir y que estamos analizando. Pero si existe voluntad política, la reforma se puede concretar.
–¿Estaría de acuerdo con permitir la sindicalización de la policía?
–Es un tema complejo. Dentro de la policía hay algunos que están a favor y otros en contra. En otros países se hizo y dio buenos resultados. De todos modos, no es una de las cuestiones más urgentes y, por el momento, me parece que es mejor dejar este tema como está. –En caso de acceder a la gobernación, ¿cuáles son las primeras medidas que tomaría en relación a la policía?
–Una de las cuestiones es designar gente de la gobernación en todas las reparticiones, para hacer un estudio de los principales problemas. También hay que hacer un mapa del delito, para determinar cuáles son los más recurrentes, en qué lugar se concretan, cuál es el método. Hay que hacer un estudio y profundizar la democratización de la fuerza.
–¿Está de acuerdo con la descentralización?
–Sí. Aunque es necesario tener un mando unificado, la regionalización es correcta. La provincia de Buenos Aires es muy grande, tiene zonas muy diferentes y las fuerzas de seguridad no pueden ser iguales en todos los lugares, porque los delitos que se generan en el campo o en las áreas rurales no son los mismos que hay en las ciudades.

 

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