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Los docentes de Capital preparan
una marcha si no llega el aumento

Los gobiernos de la Ciudad y Nacional se pasan la responsabilidad por la falta de pago del impuesto docente. Los maestros preparan una protesta.

La demora en la liquidación del impuesto puede poner a los maestros otra vez en la plaza.
“El dinero está en tránsito”, dijeron en el Ministerio. Se trata de tránsito pesado.

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Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes) Si la demora en el pago del incentivo salarial a los maestros y profesores porteños se prolonga más allá del mediodía de mañana, se realizará una concentración de protesta frente al gobierno de la Ciudad. La puja electoral no parece ajena al retraso. El ministro de Educación, Manuel García Solá, había asegurado que los fondos provenientes del impuesto sobre autos, aeronaves y embarcaciones estarían disponibles ayer, pero el anuncio no se reflejó en la cuenta del Banco Ciudad de Buenos Aires. Anoche, la Secretaría de Educación informó que “al cierre de la jornada aún no se produjo la transferencia de fondos” y prometió que si el dinero llega hoy, mañana se pagará.
El titular de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Francisco “Tito” Nenna, consideró que la responsabilidad por la demora “es tanto del gobierno nacional por no enviar los fondos a tiempo como de la Ciudad que se retrasó en preparar los datos para hacer la liquidación. Lo cierto es que en estos dimes y diretes los convidados de piedra somos los docentes”. El gremio de base de la Federación de Trabajadores de la Educación (CTERA) declaró el estado de alerta y movilización y anunció que convocará al abandono de tareas para mañana si hasta entonces los maestros siguen sin percibir los 360 pesos de incentivo, correspondientes al primer semestre.
Nenna acusó al gobierno de Fernando de la Rúa de “falta de decisión política” porque “se sabe que el dinero está, entonces podrían adelantarlo más allá de que todavía no se haya acreditado en la cuenta correspondiente”.
“Nosotros lamentamos todo esto, pero la plata no está depositada. Por la mala información del Ministerio de Educación se perdieron dos días. La plata está en tránsito desde Tesorería al Banco Nación; si llega mañana a las 10 (por hoy), a las cero hora del viernes estará disponible para los maestros”, aseguró el subsecretario de Recursos, Hugo Carranza, y detalló el derrotero para la acreditación de los fondos: “El jueves presentamos toda la información en el Ministerio de Educación, el viernes no hubo nadie, lo que demuestra un total desinterés por atender nuestra urgencia: no estaba ni el ministro, ni el secretario administrativo, el doctor Fortes, ni el secretario del Consejo Federal, el doctor Palacios, es decir que el viernes lo perdimos. El lunes fue feriado, el martes Educación de la Nación hizo la liquidación en forma incorrecta y recién hoy (por ayer), a las cuatro de la tarde, enviaron el diskette con los datos correctos al Banco Nación para que transfiera a nuestra cuenta en el Ciudad. No podemos pagar con fondos propios porque no tenemos la certeza de que la plata esté”.
El secretario de Educación, Mario Giannoni, se comunicó varias veces por teléfono ayer con Nenna para informarle sobre el avance de las negociaciones. A la Ciudad le corresponden 24.660.835 pesos para abonar el incentivo a los docentes públicos y a los privados pertenecientes a colegios que reciben subsidios. Las precisiones en torno a la cantidad de maestros y profesores del sector privado habilitados para cobrar el proporcional del incentivo demoró los trámites porque la Ciudad liquida a los colegios la totalidad del subsidio, no discriminado por persona. Para abonar el incremento y evitar superposiciones se tuvieron que cruzar los datos de mil establecimientos privados con los del sector público. En plena campaña electoral, lo último que deseaba el candidato presidencial de la Alianza era una complicación con los maestros.

 


 

TESTIMONIOS Y ARCHIVOS EN LA PLATA
La poca memoria se quemó

t.gif (862 bytes) “Los detenidos estaban vendados y esposados”, dijo el ex policía Carlos Alberto D’Alba, quien se desempeñó durante la última dictadura en la comisaría quinta de La Plata. D’Alba declaró ayer ante la Cámara Federal de La Plata, en el juicio en que se investiga lo sucedido con más de dos mil desaparecidos y aunque aseguró no haber tenido contacto con los presos admitió haber visto cómo los bajaban de los baúles de autos Ford Falcon. Como resultado de la declaración de otro testigo, el director de medicina legal, Luis Bega, el tribunal realizó una inspección ocular en el Archivo General de la policía bonaerense. Se intentaba encontrar los libros de la morgue elaborados en la época de la dictadura pero los documentos no fueron hallados.
El tribunal está buscando desde el año pasado 23 libros que serían de utilidad para identificar personas que fueron enterradas como NN en el cementerio de La Plata. Hace un par de meses se dictó una medida de no innovar respecto de los documentos del período 76-83. Ayer, los jueces se sintieron molestos al comprobar que esta resolución, que fue publicada en la orden del día, era desconocida por los empleados del archivo. Un funcionario explicó a Página/12 que la medida debe ser conocida por los jefes de las dependencias, que son los que podrían ordenar la destrucción de los papeles. Sin embargo, miembros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata, afirmaron sentirse “sorprendidos” porque una empleada habría manifestado que “cada dos o tres días, un camión busca documentos viejos que son donados a una institución que los vende como papel. La Cámara inspeccionó también, sin resultados, el archivo de la Dirección de Medicina Legal. Además de D’Alba y Bega declaró ayer Fernando Muñoz, ex titular de la comisaría quinta de esa ciudad. El comisario retirado se lució con su falta de memoria. Su frase “me acuerdo que hubo un golpe militar pero no recuerdo la fecha” es una muestra.

 

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