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“Yo sigo sintiendo que soy
embajador de la revolución”

Pablo Milanés está presentando “Vengo naciendo”, el disco más
reciente de su extensa carrera, en una gira que lo llevó por Europa, y que lo traerá antes de fin de año a la Argentina.

Milanés tiene “amor” por la revolución y “respeto” por el gobierno.
“En Cuba hay corrupción, pero no en los niveles del resto del mundo.”

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Por Carlos Galilea Desde Madrid

t.gif (862 bytes) Cuatro libros de partituras recién editados recogen más de 150 de sus canciones. Y una gira titulada como su disco número 35, Vengo naciendo, lleva al cubano en una gira que ahora pasa por España. “Tengo tres predilecciones: la música brasileña, el jazz y el barroco”, dice Milanés, nacido en Bayamo en 1943. Una pasión por la música que heredaron sus hijas. “Dejé que eligieran con libertad. Tanto, que rechazaron mi trabajo hasta los 13 años”, explica. Haydée, de 18 años, “está cantando con el pianista Ernán López Nussa. Algo similar a lo que hizo Flora Purim en los 70 con Chick Corea. Suylen, una de las mellizas, estuvo conmigo en unos recitales en México, y el trabajo de Lynn con un guitarrista me recuerda a Elena Burke y Froilán Amézaga, uno de los grandes duetos de Cuba”.
Haydée le debe su nombre a una persona muy importante en la vida de Milanés. “Nació en 1980, el año en que se suicidó Haydée Santamaría. Para mí fue el paradigma del revolucionario en Cuba. Intransigente, digna, sensible y comprensiva. Una mujer extraordinaria”. Ayudó a los jóvenes trovadores desde la Casa de las Américas. Treinta años después todo se ve distinto, pero los inicios de la Nueva Trova no fueron un camino de rosas: “Había instituciones oficiales en contra de lo que decíamos”, cuenta. Y en un régimen más cerrado que ahora nos creían unos demonios. No hubo la inteligencia para captar que éramos revolucionarios por encima de todo”.
La situación de Cuba despierta los fantasmas. “Cuba es un paradigma. Para los que se consideran del lado de la justicia, es un paraíso. Y hay otros para los que es todo lo contrario: la negación de la libertad. Creo que las dos tendencias están equivocadas”. A él se lo tiene como una de las voces del gobierno cubano, pese a que se muestra crítico con lo que ocurre en la isla. “Soy un abanderado, un embajador de la revolución, no del gobierno. Si la revolución se traba, se vuelve ortodoxa, reaccionaria, contraria a las ideas que la originaron. Uno tiene que luchar”.
“Me considero con derecho a amar la revolución y no a los hombres que la hicieron, aunque los respete mucho”, asegura. “Hay una actitud hacia lo humano que vuelve a Cuba un país distinto. Pero se perdieron muchas cosas, como la oportunidad de dar pasos que nos hicieran trascender. Por miedo, conservadurismo y desconfianza en el pueblo. El error de los dirigentes es pensar que sus ideas son eternas”. Recuerda la imagen del vicepresidente Lage con una camisa barata. “Creo que en Cuba hay corrupción. Se hacen concesiones por sustentar el poder... pero no a esos niveles de millones de dólares en que se especula en el mundo entero, donde el político aparentemente más digno roba a mano suelta”.
El nacimiento de la Nueva Trova coincidió con una América latina en ebullición. “Durante los 60 hubo una corriente ideológica que se dio de forma muy particular, pero también en el resto del mundo, producto de la guerra de Vietnam”. Milanés no cree que el momento actual sea menos fascinante: “Cuando uno va a actuar, y ve cómo se comporta el público, se da cuenta de que nada ha cambiado. Simplemente los medios reflejan otra cosa. Nosotros no deberíamos tener público porque estamos obsoletos. Se imponen tendencias que venden 20 millones de discos... Pero cuando vamos a un estadio, todavía lo llenamos; cuando vamos a un teatro parece un concierto de cámarapor el amor que pone la gente en la obra de uno. Las cosas no cambiaron. Lo que cambió es la manera de contar cómo están sucediendo”.

 


 

Sofovich vs. Lucho

t.gif (862 bytes) Gerardo Sofovich inició una querella por “calumnias e injurias” contra el periodista Lucho Avilés, por sus expresiones vertidas en el programa de ATC “Indiscreciones”. El juez en lo correccional Luis Torres analiza la presentación, en la que Sofovich hace constar que Avilés habría tenido conceptos que evidencian una “animosidad dolosa y crueldad manifiesta”, al burlarse de la amputación de una de sus piernas. “Jamás imaginé que esa dificultad pudiera ser el arma con la que alguien intentara segregarme, poniéndome en ridículo o burlándose de mí”, dice uno de los párrafos del escrito. Una vez que la querella sea ratificada, el magistrado deberá designar una audiencia de conciliación. El problema comenzó cuando Sofovich responsabilizó a Avilés de la publicación de una fotos que decían demostrar su romance con Cecilia Milone. Sofovich le recomendó entonces a Avilés blanquear sus supuestas relaciones extramatrimoniales con “la paraguayita y el travesti”. Ofendido por esto, Avilés se burló en cámara de su renguera.

 

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