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 Con las
encuestas que lo dan como el postulante más serio a ocupar la Rosada, el candidato
presidencial de la Alianza, Fernando de la Rúa, comenzó a preocuparse por la
gobernabilidad durante la gestión del sucesor del presidente Carlos Menem, que
seguramente se desarrollará en un escenario social complicado. Ayer, al hablar en la
conferencia organizada por la Unión Industrial Argentina en Córdoba (ver páginas 2 a
4), De la Rúa propuso un compromiso entre las fuerzas políticas para facilitarle a quien
resulte ganador en octubre la aprobación de todas las leyes que considere necesarias
antes de que asuma. “Soy consciente de que la situación no admite demoras”,
advirtió De la Rúa y se mostró confiado en que los demás candidatos aceptarán su
propuesta ya que, recordó, Eduardo Duhalde se pronunció hace poco en términos
similares.Pero, desde Mar del Plata, el candidato justicialista no se mostró de acuerdo. Explicó que su idea es que esas leyes comunes deberían salir antes de las elecciones y no después, a gusto del ganador. “No estoy de acuerdo porque yo le hice llegar al doctor De la Rúa hace 60 días una propuesta para considerar las leyes que tenemos que votar como políticas de Estado antes del 24 de octubre”, respondió el gobernador bonaerense. “Lo que no se haga antes del 24 de octubre, por más buena voluntad que pongamos, hará perder nueve meses y la situación del país no permite que los perdamos. Hay que tomar decisiones y ya”, agregó. Aunque sin mayores precisiones, De la Rúa delineó cuáles serían los temas en los que le gustaría que existiera una agenda legislativa común entre el futuro oficialismo y la oposición. Habló de leyes para las pymes, la creación de un tribunal de impuestos, la ley de ministerios y otras iniciativas específicas para atender una emergencia económica, como la reforma de las normas que regulan el fuero Penal Económico. “Quien sea el ganador el 24 de octubre, los otros deberán apoyar en el período que va desde esa fecha hasta la asunción del 10 de diciembre, las leyes que éste considere necesarias para superar la emergencia. No es tiempo de mezquindad política ni de cálculos egoístas”, expresó De la Rúa ante los industriales reunidos en Córdoba. En plan abarcativo, aclaró que su idea no iba en desmedro de “la autoridad del presidente Menem que sigue intacta hasta el 10 de diciembre”. Con un optimismo ayudado por los últimos sondeos unánimemente favorables, son varios los que cerca de De la Rúa comenzaron a preocuparse –más que por las elecciones en sí– por el “día después”, para el que prevén un panorama sombrío de crisis social y la imposibilidad de dar respuestas rápidas a las expectativas que la gente depositará en la nueva gestión. “Comprometo, desde ya, la actitud mía y la de los legisladores de la Alianza, si toca el caso, para apoyar las leyes que sean necesarias. E invito a los otros candidatos a comprometerse en el mismo sentido”, insistió ayer De la Rúa. Sin dudas, la iniciativa del consenso político fue la idea que los hombres de la Alianza buscaron instalar ayer ante el auditorium de la UIA. Porque después, durante su discurso, el candidato a vicepresidente, Carlos “Chacho” Alvarez, también advirtió sobre la necesidad de crear “una agenda parlamentaria común” y, concretamente, se refirió a la necesidad de sancionar las leyes del presupuesto nacional, emergencia laboral y una ley Pyme. “Estas medidas no pueden esperar porque hoy tenemos una crisis, este país está muy mal, con la caja vacía”, sostuvo Chacho.
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