Por Eduardo Tagliaferro Quería ganar tiempo y lo
ganó. La declaración indagatoria del ex ministro de Trabajo, Antonio Erman González,
frente al juez federal Jorge Urso, en la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador y
Croacia, fue interrumpida y continuará el próximo martes. Quería hacerse oír y fue
escuchado. Su alegato defensivo duró más de seis horas y sólo fue interrumpido por un
breve cuarto intermedio. Quiso hacer una defensa política y lo hizo: acusó a Domingo
Cavallo, de mentiroso, y difamador profesional ya que, a pesar de tener
conocimiento del posible desvío del armamento, firmó todos los decretos presidenciales
que autorizaron la venta del material bélico. Domingo Cavallo, en diálogo con
Página/12, sostuvo: Erman miente alevosamente. Su conducta pone en evidencia la
importancia de llevar adelante nuestro plan de lucha contra el crimen: un delito, una
condena.
En su libro El peso de la verdad, que ayer estuvo presente en la mesa de indagatorias del
juzgado federal, Cavallo sostiene que los funcionarios gubernamentales necesitaban de un
mecanismo que agilizara la venta del material bélico, ya que la habitual burocracia
oficial hacía que se perdieran algunos negocios. Cavallo, enfrentado históricamente con
SupErman, sostenía que con su vocación industrialista el riojano intentaba suplir
la falta de mercado interno para las armas producidas por Fabricaciones Militares,
encontrando compradores extranjeros interesados en el material bélico.
En su declaración judicial, Erman imputó directamente a Cavallo por haber refrendado los
decretos presidenciales, a pesar de conocer los posibles desvíos del material bélico. El
ex embajador Enrique Candiotti, en un memorándum dirigido a la Cancillería, advirtió
que la existencia de decretos marco, es decir decretos que autorizaban una
larga lista de armas que se irían entregando parcialmente, facilitaba la posible
triangulación del armamento hacia países sobre los que pesara un embargo
internacional. Erman recordó ayer que el canciller a quien iban dirigidos esos memos era
precisamente Domingo Cavallo. También sostuvo que la responsabilidad de estudiar la
situación de Bolivia y Panamá, países que figuraban como destinatarios de las armas,
era una tarea de la Cancillería, es decir de Cavallo.
Por su parte Cavallo dijo a este diario que el derecho constitucional de los
imputados a no declarar en su contra no debe ser utilizado para apañar a los
delincuentes. Lamentablemente con la legislación vigente, el imputado Erman González no
va a ser condenado por falso testimonio a pesar de haber mentido descaradamente en su
declaración indagatoria.
Acompañado por su abogado, Fernando Archimbald, Erman aceptó que pudo haber sido
engañado por los directivos de Fabricaciones Militares, me llama la atención que
todos los certificados de uso final que avalaban la venta del material bélico se
encuentren archivados en una carpeta en las oficinas de Fabricaciones Militares,
fueron los enigmáticos dichos del ex ministro frente a Urso.
Erman insistió en su inocencia y desconocimiento de que las armas fueron embarcadas hacia
Croacia, durante mi gestión sólo salió un barco. El ex ministro de Trabajo
pareció desconocer que no está procesado por los embarques que se hubieran realizado
durante su paso por el ministerio, sino por los decretos que él refrendó. Como
reafirmando su inocencia, Erman les preguntó a los investigadores judiciales si
habían reparado en que toda la documentación de la Aduana, referida a ese embarque, se
encontraba en regla.
A la hora de instalar la duda, el ex ministro de Defensa Oscar Camilión también estuvo
en la mira de Erman González. Me llama la atención que Luis Sarlenga haya
continuado al frente de Fabricaciones Militares, ya que con mi renuncia se producía la de
todos los funcionarios que yo había nombrado, fueron los dichos del riojano.
El entorno cercano a Camilión afirma que los dichos de Erman frente a Urso no son
verdad, ya que una gran cantidad de los funcionarios designados por González continuaron
durante un prolongado tiempo bajo las órdenes de Camilión. Sostienen que Camilión
siempre se lamentó de no haber removido a todo el staff que Erman había dejado en el
ministerio. A pesar de que a su larga exposición de ayer, Erman le imprimió el ritmo
típico de una siesta riojana, no pudo evitar que se lo notara preocupado y repitiendo su
ya clásico tic de secarse la transpiración de su frente con un pañuelo que siempre lo
acompaña en su mano. Esta preocupación será más evidente el próximo martes, cuando el
ex ministro deba responder a las 150 preguntas confeccionadas por el fiscal Carlos
Stornelli y las 50 del juez Jorge Urso que ayer quedaron sin formular.
QUERELLA JUDICIAL POR INJURIAS
Cacho Caselli vs Mingo
Dos
viejos enemigos volvieron a cruzar sus caminos en la Justicia. El embajador ante el
Vaticano, Esteban Cacho Caselli, le inició una querella por calumnias e
injurias al candidato presidencial de Acción por la República (AR), Domingo
Cavallo, quien acusó al funcionario ultramenemista de estar vinculado a las mafias del
oro y a los envíos de armas a Croacia y Ecuador.
La presentación judicial se produjo el mismo día en que el ex ministro de Trabajo,
Antonio Erman González, acusó a Cavallo ante el juez federal, Jorge Urso, de haber
firmado los decretos de venta de armas a pesar de estar advertido sobre el posible desvío
de los cargamentos (ver nota principal). En el entorno de Cavallo, aseguraron que el
diputado nacional no tiene ningún inconveniente en ir a declarar.
Ricardo Klass, también abogado del presidente Carlos Menem, se presentó ante el juez
federal Carlos Daniel Liporaci, en nombre de Caselli para radicar la demanda contra
Cavallo. Según le dijo Klass a Página/12, el titular de AR realizó reiterados
comentarios sobre posibles vinculaciones de Caselli con presuntas mafias o con el
fallecido Alfredo Yabrán, con quien Cavallo mantenía públicos enfrentamientos.
Klass dijo que Cavallo vinculó a Caselli, hombre de confianza del senador mendocino
Eduardo Bauzá, con las mafias en diciembre de 1996, y luego en junio del 97, cuando
el ex ministro de Economía editó el libro El peso de la verdad, en el que hizo
referencia al empresario Alfredo Yabrán y sus vinculaciones con el menemismo. Cavallo,
siempre según el abogado de Caselli, fue citado a declarar por el juez Urso debido a las
afirmaciones que realizaba en el libro.
Urso le preguntó a Cavallo si podía fundamentar las denuncias del libro y, en su
escrito, el ex ministro le contestó que eran deducciones, aseguró
Klass. Cavallo está en condiciones de ratificar todo lo que dijo. No tiene
problemas en ir a juicio. Si lo citan va a concurrir a declarar, aseguró a este
diario, el diputado Guillermo Francos, en respuesta a la acusación de Klass de que el ex
ministro se va a amparar en sus fueros de diputados.
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