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Después de dispararse hasta 2 reales, el dólar cerró ayer la jornada cambiaria en Brasil a una paridad de 1,91, dos por ciento por debajo de la cotización del jueves, tras una audaz intervención del Banco Central al cierre de las operaciones. La gravedad de la situación política interna y la inestabilidad financiera alimentada por el riesgo de una moratoria de la deuda externa en Ecuador (que contagiara la desconfianza a las economías emergentes) impulsaron las maniobras especulativas contra el real, que terminaron obligando al Gobierno a desprenderse de 1000 millones de dólares en títulos para aquietar las aguas. Otra vez, la inestabilidad de la moneda brasileña puso en jaque la suerte del Mercosur. Existe un malestar y los motivos son los mismos que a principios de esta semana: la situación interna, con los grandes agricultores haciendo presión sobre el gobierno para obtener el perdón de 40 por ciento de sus deudas, y una situación externa inestable en Argentina y Ecuador, dijo Luis Cervenca, operador del Lloyds Bank. En tanto, un operador del Banco Santander en San Pablo estimó que, si el presidente (Fernando Henrique Cardoso) no perdona la deuda de los agricultores (como prometió), perderá el apoyo de una parte de los diputados de lo apoyan (214 de 513), y esto hará más difícil la aprobación de las reformas necesarias para disminuir el déficit público. Entre los problemas en el sector externo, el especialista también mencionó la situación en Argentina. A la situación recesiva, se agregarían nuevas dificultades para las exportaciones industriales a Brasil si el dólar se mantiene próximo a los dos reales. Osvaldo Rial, titular de la UIA, había graficado que, si el dólar llega a dos reales, nos suicidamos todos. Aunque hasta ayer la conducción monetaria se negaba a reconocer la escasez de divisas incluso decidió no retirar el tramo de 4355 millones de dólares de un préstamo disponible en el FMI, a última hora puso a disposición del mercado títulos en dólares por casi 3000 millones a seis meses, de los cuales sólo fueron comprados la tercera parte. La tasa de interés que ofreció en dichas colocaciones alcanzó al 21,5 por ciento. La operación esfumó las presiones y permitió que la divisa cerrara en baja. El clima de nerviosismo, sin embargo, no llegó a afectar a las bolsas de valores, que cerraron con alzas del 3,3 por ciento en San Pablo y del 0,83 por ciento en Río. Según los operadores, la inestabilidad del mercado de cambios motivó a los inversores a colocar sus recursos en activos reales, como las acciones. El presidente del Banco Central brasileño, Arminio Fraga Neto, afirmó que se puede considerar natural el proceso de incertidumbres observado en el mercado de cambio, que atribuyó en gran medida a la inestabilidad ecuatoriana. Sin embargo, manifestó que hay buenos motivos para una disminución de la ansiedad. Admitió que el mercado financiero mantiene sus dudas en relación con el Congreso Nacional, que debe comenzar a examinar iniciativas consideradas fundamentales por el gobierno, como la reforma tributaria. Mi visión es que ese proceso no parará, pues los líderes (del Congreso) entienden que Brasil necesita de las reformas, resaltó Fraga. El funcionario explicó la decisión del gobierno brasileño de no utilizar la tercera cuota del préstamo del FMI. No es necesario sacarlo ahora. No sacándolo, le ahorramos recursos para las arcas públicas, concluyó. El FMI es visto a veces como un gran villano, pero si no hubiera actuado en nuestra economía, estaríamos en una situación mucho peor porque en aquella época vivíamos una fase en la que nadie quería prestar dinero a Brasil, señaló. Por su parte, el ministro de Hacienda, Pedro Malan, afirmó que la fuerte devaluación sufrida por el real esta semana no afectará las expectativas sobre el futuro de la economía local. El cambio de hoy tiene poco que ver con lo que va a ocurrir en el 2000, en el 2001 y en el 2002, porque esa cotización lo que refleja es falta de conocimiento y de percepción de lo que está ocurriendo, manifestó. Malan aseguró que no hay ninguna razónpara que el dólar se mantenga en los niveles actuales porque, según dijo, quienes negocian en el mercado están haciendo una lectura acelerada y sobresaltada que no tiene que ver con razones económicas.
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