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Por Santiago Rodríguez Nadie sabe a ciencia cierta cómo empezaron ayer las cosas en el Concejo Deliberante de José C. Paz, pero sí en qué terminaron: en un enfrentamiento con armas de todo tipo y calibre entre dos sectores del peronismo, que dejó un saldo de siete internados en el hospital de esa localidad, tres de ellos heridos de bala. De lo que tampoco quedó duda es que la pelea fue producto de la feroz interna que mantienen en ese distrito el más pobre del conurbano bonaerense el intendente Rubén Glaría y Mario Ishii, consagrado en la interna del PJ como candidato a sucederlo en las elecciones de octubre próximo. Ambos dirigentes se reivindican como duhaldistas y no disputan otra cosa que el control territorial del partido. José C. Paz es tierra de internas duras, donde la violencia parece ser la norma y el diálogo la excepción (ver recuadro). Así lo confirman los hechos de ayer, por lejos los más graves desde el nacimiento del distrito a partir de la división del partido de General Sarmiento. La violencia se desató poco después de las 10.30 en la planta baja del Concejo Deliberante. A esa hora, el cuerpo que el mes pasado reanudó sus tareas después de un año sin funcionar como producto de la disputa entre Glaría e Ishii se aprestaba a sesionar. Lo más importante a tratar era la rendición de cuentas de la gestión del año pasado del Hueso Glaría -el aguerrido ex marcador de punta de San Lorenzo que ingresó a la política de la mano de Eduardo Duhalde y conduce el municipio desde 1995 y que los ediles se disponían a rechazar. Como suele ser habitual en José C. Paz, en el Concejo Deliberante había barras: una de seguidores de Glaría y otra de Ishii, quien destronó al Hueso en la última interna del PJ. Los hombres del intendente respondían al concejal Rodolfo Pino; los del candidato a sucederlo, al presidente del cuerpo, Osvaldo Pérez. El enfrentamiento fue feroz. Aquellos que lo presenciaron coincidieron en que ambos bandos tenían todo tipo de armas, hasta escopetas del tipo Itaka. La balacera se prolongó por largo rato y la pelea continuó a media cuadra del Concejo Deliberante en el Hospital Domingo Mercante, al que fueron trasladados los heridos que requirieron atención. Allí seguían internadas anoche siete personas. Tres de ellas con heridas de bala: Alfredo Morales, en el abdomen; Ricardo Denucci, en la parte lumbar; y Rubén Pardo, en el muslo izquierdo. Los cuatro restantes eran Adrián Rodríguez, Omar Guess, Marcelo Quinteros y Juan Barretto, quienes presentaban diversos traumatismos o lesiones de arma blanca. Otros heridos, uno de ellos de bala, se escaparon del hospital sin ser identificados. La investigación quedó en manos de la Justicia y de la policía, que habría detenido a seis personas y secuestrado varias armas, incluso escondidas dentro del Concejo Deliberante. Se encontró, por ejemplo, un revólver escondido en una heladera y una escopeta con cartuchos en un tacho de basura, contó a Página/12 el edil vecinalista Miguel Fierro. Cuando terminó el enfrentamiento, unos y otros se acusaron mutuamente. Ya estaba por comenzar la sesión y de repente se vieron bajar a unos muchachos armados del despacho de la presidencia, que empezaron a disparar directamente contra los concejales, aseguró Pino, a quien el concejal Jorge Morgione alineado con Ishii acusó de haber traído en camiones a unos 20 muchachos armados que comenzaron la pelea. Un trabajador del Concejo Deliberante explicó a este diario que fueron los hombre de Pino los que abrieron fuego aunque los de Ishii también estaban armados y respondieron. Relató también que todo empezó con una pelea entre mujeres, a la cual se plegaron los hombres. Apenas llegué, vi que los ánimos estaban caldeados porque Pino les decía a los suyos: `Ahora no hagan nada, pero cuando termine la sesión los cagamos a palos. Glaría quien se presentará a las elecciones por fuera del PJdeslindó su responsabilidad en el enfrentamiento (ver aparte) y pidió disculpas por esta barbarie. El titular del radicalismo bonaerense, Leopoldo Moreau, repudió enérgicamente lo ocurrido, mientras que el diputado peronista Fernando Galmarini otrora mentor político de Glaría se sorprendió: Las peleas venían en aumento, pero nadie se imaginaba que podían terminar así.
Por S.R. |