DARIO
ALESSANDRO, OFICIALISTA
No miramos de soslayo lo hecho
Por Fernando Cibeira
Convencido de que su triunfo no corre peligro, las
prevenciones de Darío Alessandro pasan porque se entienda que no es poco que en las
internas abiertas de hoy vayan a votar no más de 15 mil personas, en un padrón de 2
millones. Igual no le parece mal que se convoque a una nueva elección sólo para elegir
los puestos de retaguardia de una lista de diputados. Es el mejor sistema,
repite. Esta vez, obligado a ser protagonista de una campaña, Alessandro repite que su
política no es otra que la que llevan adelante Carlos Chacho Alvarez y
Graciela Fernández Meijide.
¿Esta interna era deseada o se hace porque no hubo más remedio?
La interna es una instancia buena para el Frente Grande. Es la forma adecuada de
dirimir la supremacía por ocupar espacios de poder y también por determinadas visiones
sobre lo que tiene que ser el Frente Grande.
¿No son demasiadas internas seguidas?
Sí, son muchas. Para presidente, jefe de gobierno y ahora ésta. Pero a veces la
realidad es enemiga. Se nos hace difícil explicarle a la gente lo que tiene que votar,
por la calle nos dicen que ya votaron. La gente más cercana al Frente va a votar y la ve
como un paso necesario.
¿Hay dos proyectos diferentes o es una mera cuestión de nombres?
Una interna tiene una parte que son los dirigentes que pugnan por los espacios de
poder, pero también lo otro. Nuestra lista ha estado más comprometida con el camino
recorrido. No miramos de soslayo lo hecho, sino que hemos sido protagonistas en un partido
que nació con el 3 por ciento de los votos en la Capital y hoy es uno de los
protagonistas centrales de la política argentina. Puede ser alternativa de gobierno en la
provincia, en la ciudad y en la Nación con Chacho como vicepresidente. Pensamos que la
política llevada adelante es la correcta, no porque la defina un pequeño cenáculo sino
porque hemos tenido el apoyo creciente de la gente. Esta política de mayor innovación es
lo que ha permitido construir la Alianza. Si hubiéramos hecho prevalecer cuestiones nada
más que ideológicas, el Frepaso no se habría aliado al radicalismo y nunca hubiéramos
estado en condiciones de derrotar al PJ.
Lo que dicen sus opositores es que la política de alianzas terminó quitándole al
Frente Grande el carácter progresista con el que se creó.
No caben dudas de que el Frente Grande ha sido la oposición más dura al menemismo.
Con esos mismos valores, ahora se juega fundamentalmente en la calidad de la gestión que
podamos hacer. No se juega en establecer un corralito, buscando una
diferenciación dentro de la Alianza, porque eso la debilitaría. Hay que trabajar para
que haya un programa único de la Alianza y no para que cada sector vaya con sus demandas.
¿Esto significa resignar banderas?
¿Cuáles son las banderas? Chacho, Graciela y los que trabajamos en esta idea
siempre planteamos que había que construir una salida para la Argentina. Y la salida no
son banderas, son políticas concretas para trabajar por la equidad y la igualdad. No veo
una resignación de banderas, lo que veo es que en un mundo que cambia tenemos que tener
las políticas adecuadas en el momento adecuado. Nunca nos planteamos ser un partido
testimonial o de minorías.
¿El sector de Eduardo Jozami no está de acuerdo con la Alianza?
Piensan en una Alianza que no existe. Tenemos que dar cuenta de la Alianza real, que
es la del Frepaso con la UCR, un partido centrista y que tiene el 30 por ciento de los
votos. Las otras listas van a decir que están con la Alianza, pero les gustaría una
Alianza inexistente. Hay que hacerse cargo de lo que la Alianza tiene a favor y de lo que
no nos gusta tanto, de que De la Rúa es el candidato porque nos ganó una interna.
¿El hecho de que tanto en la ciudad como en la provincia renueven bancas los que ya
son diputados, no desanima al resto?
Creemos que los tres que encabezamos la lista en la Capital hicimos un trabajo
legislativo que tendría que ser revalidado. De la provincia prefiero no opinar porque no
corresponde que lo haga. De cualquier forma, convocaron a una interna y no se presentó
ninguna lista opositora. Me parece natural que quienes se asumen oposición después no
integren las listas porque ellos critican muy duramente al oficialismo. Si ellos son
críticos con el rumbo del Frente, dicen que perdemos identidad, después con qué
legitimidad pueden plantear integrar la misma lista. La mejor prueba de identidad es que
confrontemos nuestras ideas con la sociedad.
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EDUARDO
JOZAMI, OPOSITOR
La identidad está diluida
Por José Natanson
¿Usted es más de izquierda que Carlos Chacho Alvarez?
Sí.
Eduardo Jozami acusa a la conducción del Frepaso de ejercer el verticalismo interno y de
limitar la participación. Sostiene que su partido ha borroneado su identidad y que se
encuentra demasiado preocupado por la gobernabilidad. En esta entrevista, el legislador
explica por qué decidió pelear por un lugar en la lista de candidatos a diputados
nacionales en la interna del Frente Grande (FG) que se concretará hoy.
¿Cuáles son sus diferencias con el oficialismo?
Reclamamos un cambio en la política que siguió el Frepaso: falta de democracia
interna, límites a la participación, autoritarismo, esto de indicar cómo debe hacerse
la Alianza en cada provincia, sin consultar a la gente del lugar. En 1994, Chacho se
arrepintió de no haber votado la convertibilidad y dijo que no era de izquierda. Pero el
proceso que más cuestionamos comenzó hace dos años: se entendió que la constitución
de la Alianza era el abandono de las propuestas más progresistas del Frepaso.
La formación de la Alianza y el hecho de que el candidato sea Fernando de la Rúa
impone ciertos límites...
Claro. Lo que pasa es que sería muy cómodo echarle la culpa a De la Rúa. Por
supuesto que De la Rúa tiene un perfil moderado que no se compadece con lo que nosotros
pensamos. Pero nadie pensó que Chacho tenía que decir lo mismo que De la Rúa. La
dirección del Frepaso supone que el apoyo a De la Rúa implica un acompañamiento de
todas sus propuestas. Hay muchos radicales que hacen más reclamos en relación con los
compromisos sociales de los que nuestro partido está planteando. Todos sabemos que en
esta coyuntura hay que hacer acuerdos. Pero hay que partir de la propia identidad. Y esta
confusión ideológica que ganó ha llevado a una crisis de identidad. La identidad del
Frepaso está diluida.
¿La Alianza es progresista?
Derrotar al menemismo es progresista. Además, la Alianza abre una expectativa de
cambio. Pero otra cosa es la propuesta de gobierno, que no se diferencia tanto del PJ.
Nosotros hemos planteado aportes al programa: extender un subsidio de desempleo a todos
los jefes de familia, avanzar en una reforma impositiva más progresiva, gravar las
ganancias de las empresas privatizadas.
¿No cree que se corre el riesgo de generar, por ejemplo, un boicot económico?
Es el argumento de los que dicen que hay que actuar como un partido de gobierno
contra los que tendríamos, supuestamente, una política testimonial. Es una falsa
opción: todos los partidos buscan ser gobierno. Pero los partidos quieren llegar al
gobierno para desarrollar ciertas ideas. Esto de que cuando se llega al gobierno las ideas
pesan poco es contradictorio con la idea del FG.
Es el Teorema de Baglini.
Eso no deja opción para el cambio. Creamos este partido porque no estábamos de
acuerdo con esto. Si no, no nos hubiéramos ido del PJ. Un gobierno de la Alianza debería
buscar consensos en los sectores sociales y sindicales. No digo que sea fácil concretar
una reforma tributaria progresiva, pero uno tiene que estar dispuesto a pulsear un
poquito...
A pesar de que se jugaba un lugar importante, en la interna del Frepaso para jefe de
Gobierno porteño votaron sólo 30 mil personas. ¿Este dato no obliga a replantearse el
mecanismo de las internas abiertas?
Sí. Una excelente opción es el sistema de Uruguay, en donde se celebran internas
abiertas el mismo día para todos los partidos, lo que obliga a cada fuerza a concentrarse
en su propia elección. Esto limita algunas formas de perversión que genera la interna
abierta, como la compra de votos. De todas formas, yo creo que va a votar bastante gente
porque se ha instalado una confrontación ideológica.
Una de las críticas más escuchadas en el oficialismo es que usted siempre se
ubicó a la izquierda para luego negociar con más fuerza.
Los que decían esto presagiaban un arreglo, pero vamos a tener una elección. Me
parece que era una expresión de deseos.
¿El Frepaso es de izquierda?
Según Chacho, no. A mí no me asusta decir que soy de izquierda. |