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El Frente Grande porteño, corazón del Frepaso, realiza hoy
su interna abierta. Cuatro listas competirán para elegir candidatos a diputados nacionales, a legisladores locales y a dirigentes partidarios. Alessandro y Jozami encabezan a los sectores con más chances. Sus diferencias, contadas por ellos.

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Darío Alessandro es el hombre de confianza de Chacho Alvarez.
Es el actual presidente del Frente Grande en el distrito.

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Jozami competirá hoy por ser diputado desde la oposición.
Se reconoce a la izquierda de Carlos “Chacho” Alvarez.

DARIO ALESSANDRO, OFICIALISTA
“No miramos de soslayo lo hecho”

Por Fernando Cibeira

t.gif (862 bytes) Convencido de que su triunfo no corre peligro, las prevenciones de Darío Alessandro pasan porque se entienda que no es poco que en las internas abiertas de hoy vayan a votar no más de 15 mil personas, en un padrón de 2 millones. Igual no le parece mal que se convoque a una nueva elección sólo para elegir los puestos de retaguardia de una lista de diputados. “Es el mejor sistema”, repite. Esta vez, obligado a ser protagonista de una campaña, Alessandro repite que su política no es otra que la que llevan adelante Carlos “Chacho” Alvarez y Graciela Fernández Meijide.
–¿Esta interna era deseada o se hace porque no hubo más remedio?
–La interna es una instancia buena para el Frente Grande. Es la forma adecuada de dirimir la supremacía por ocupar espacios de poder y también por determinadas visiones sobre lo que tiene que ser el Frente Grande.
–¿No son demasiadas internas seguidas?
–Sí, son muchas. Para presidente, jefe de gobierno y ahora ésta. Pero a veces la realidad es enemiga. Se nos hace difícil explicarle a la gente lo que tiene que votar, por la calle nos dicen que ya votaron. La gente más cercana al Frente va a votar y la ve como un paso necesario.
–¿Hay dos proyectos diferentes o es una mera cuestión de nombres?
–Una interna tiene una parte que son los dirigentes que pugnan por los espacios de poder, pero también lo otro. Nuestra lista ha estado más comprometida con el camino recorrido. No miramos de soslayo lo hecho, sino que hemos sido protagonistas en un partido que nació con el 3 por ciento de los votos en la Capital y hoy es uno de los protagonistas centrales de la política argentina. Puede ser alternativa de gobierno en la provincia, en la ciudad y en la Nación con Chacho como vicepresidente. Pensamos que la política llevada adelante es la correcta, no porque la defina un pequeño cenáculo sino porque hemos tenido el apoyo creciente de la gente. Esta política de mayor innovación es lo que ha permitido construir la Alianza. Si hubiéramos hecho prevalecer cuestiones nada más que ideológicas, el Frepaso no se habría aliado al radicalismo y nunca hubiéramos estado en condiciones de derrotar al PJ.
–Lo que dicen sus opositores es que la política de alianzas terminó quitándole al Frente Grande el carácter progresista con el que se creó.
–No caben dudas de que el Frente Grande ha sido la oposición más dura al menemismo. Con esos mismos valores, ahora se juega fundamentalmente en la calidad de la gestión que podamos hacer. No se juega en establecer un “corralito”, buscando una diferenciación dentro de la Alianza, porque eso la debilitaría. Hay que trabajar para que haya un programa único de la Alianza y no para que cada sector vaya con sus demandas.
–¿Esto significa resignar banderas?
–¿Cuáles son las banderas? Chacho, Graciela y los que trabajamos en esta idea siempre planteamos que había que construir una salida para la Argentina. Y la salida no son banderas, son políticas concretas para trabajar por la equidad y la igualdad. No veo una resignación de banderas, lo que veo es que en un mundo que cambia tenemos que tener las políticas adecuadas en el momento adecuado. Nunca nos planteamos ser un partido testimonial o de minorías.
–¿El sector de Eduardo Jozami no está de acuerdo con la Alianza?
–Piensan en una Alianza que no existe. Tenemos que dar cuenta de la Alianza real, que es la del Frepaso con la UCR, un partido centrista y que tiene el 30 por ciento de los votos. Las otras listas van a decir que están con la Alianza, pero les gustaría una Alianza inexistente. Hay que hacerse cargo de lo que la Alianza tiene a favor y de lo que no nos gusta tanto, de que De la Rúa es el candidato porque nos ganó una interna.
–¿El hecho de que tanto en la ciudad como en la provincia renueven bancas los que ya son diputados, no desanima al resto?
–Creemos que los tres que encabezamos la lista en la Capital hicimos un trabajo legislativo que tendría que ser revalidado. De la provincia prefiero no opinar porque no corresponde que lo haga. De cualquier forma, convocaron a una interna y no se presentó ninguna lista opositora. Me parece natural que quienes se asumen oposición después no integren las listas porque ellos critican muy duramente al oficialismo. Si ellos son críticos con el rumbo del Frente, dicen que perdemos identidad, después con qué legitimidad pueden plantear integrar la misma lista. La mejor prueba de identidad es que confrontemos nuestras ideas con la sociedad.

EDUARDO JOZAMI, OPOSITOR
“La identidad está diluida”

Por José Natanson

t.gif (862 bytes) –¿Usted es más de izquierda que Carlos “Chacho” Alvarez?
–Sí.
Eduardo Jozami acusa a la conducción del Frepaso de ejercer el verticalismo interno y de limitar la participación. Sostiene que su partido ha borroneado su identidad y que se encuentra demasiado preocupado por la gobernabilidad. En esta entrevista, el legislador explica por qué decidió pelear por un lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales en la interna del Frente Grande (FG) que se concretará hoy.
–¿Cuáles son sus diferencias con el oficialismo?
–Reclamamos un cambio en la política que siguió el Frepaso: falta de democracia interna, límites a la participación, autoritarismo, esto de indicar cómo debe hacerse la Alianza en cada provincia, sin consultar a la gente del lugar. En 1994, Chacho se arrepintió de no haber votado la convertibilidad y dijo que no era de izquierda. Pero el proceso que más cuestionamos comenzó hace dos años: se entendió que la constitución de la Alianza era el abandono de las propuestas más progresistas del Frepaso.
–La formación de la Alianza y el hecho de que el candidato sea Fernando de la Rúa impone ciertos límites...
–Claro. Lo que pasa es que sería muy cómodo echarle la culpa a De la Rúa. Por supuesto que De la Rúa tiene un perfil moderado que no se compadece con lo que nosotros pensamos. Pero nadie pensó que Chacho tenía que decir lo mismo que De la Rúa. La dirección del Frepaso supone que el apoyo a De la Rúa implica un acompañamiento de todas sus propuestas. Hay muchos radicales que hacen más reclamos en relación con los compromisos sociales de los que nuestro partido está planteando. Todos sabemos que en esta coyuntura hay que hacer acuerdos. Pero hay que partir de la propia identidad. Y esta confusión ideológica que ganó ha llevado a una crisis de identidad. La identidad del Frepaso está diluida.
–¿La Alianza es progresista?
–Derrotar al menemismo es progresista. Además, la Alianza abre una expectativa de cambio. Pero otra cosa es la propuesta de gobierno, que no se diferencia tanto del PJ. Nosotros hemos planteado aportes al programa: extender un subsidio de desempleo a todos los jefes de familia, avanzar en una reforma impositiva más progresiva, gravar las ganancias de las empresas privatizadas.
–¿No cree que se corre el riesgo de generar, por ejemplo, un boicot económico?
–Es el argumento de los que dicen que hay que actuar como un partido de gobierno contra los que tendríamos, supuestamente, una política testimonial. Es una falsa opción: todos los partidos buscan ser gobierno. Pero los partidos quieren llegar al gobierno para desarrollar ciertas ideas. Esto de que cuando se llega al gobierno las ideas pesan poco es contradictorio con la idea del FG.
–Es el Teorema de Baglini.
–Eso no deja opción para el cambio. Creamos este partido porque no estábamos de acuerdo con esto. Si no, no nos hubiéramos ido del PJ. Un gobierno de la Alianza debería buscar consensos en los sectores sociales y sindicales. No digo que sea fácil concretar una reforma tributaria progresiva, pero uno tiene que estar dispuesto a pulsear un poquito...
–A pesar de que se jugaba un lugar importante, en la interna del Frepaso para jefe de Gobierno porteño votaron sólo 30 mil personas. ¿Este dato no obliga a replantearse el mecanismo de las internas abiertas?
–Sí. Una excelente opción es el sistema de Uruguay, en donde se celebran internas abiertas el mismo día para todos los partidos, lo que obliga a cada fuerza a concentrarse en su propia elección. Esto limita algunas formas de perversión que genera la interna abierta, como la compra de votos. De todas formas, yo creo que va a votar bastante gente porque se ha instalado una confrontación ideológica.
–Una de las críticas más escuchadas en el oficialismo es que usted siempre se ubicó a la izquierda para luego negociar con más fuerza.
–Los que decían esto presagiaban un arreglo, pero vamos a tener una elección. Me parece que era una expresión de deseos.
–¿El Frepaso es de izquierda?
–Según Chacho, no. A mí no me asusta decir que soy de izquierda.

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