Por Felipe Yapur Desde Santa Fe Levantada la veda que Carlos
Reutemann le había impuesto y realizadas las paces con el ex piloto de Fórmula 1, el
candidato presidencial del PJ, Eduardo Duhalde, hizo pie en la capital de Santa Fe para
realizar un corto día de campaña electoral nacional. Ambos se mostraron juntos,
caminaron por la peatonal, posaron para las fotos y participaron de un encuentro con
empresarios y productores. Pero no todo fue como esperaba el bonaerense. El santafesino,
fiel a su estilo parco, dijo sin estridencias que apoya al candidato justicialista y
aclaró que la campaña en Santa Fe es de exclusiva responsabilidad del actual gobernador,
Jorge Obeid. El otro detalle que opacó la jornada fue, sin duda, la ausencia de Ramón
Ortega que terminó avivando los rumores que hablan de un cambio en la fórmula
presidencial.
Duhalde y Reutemann tuvieron que desmentir la especie del probable reemplazo de uno de los
integrantes de la fórmula peronista. El bonaerense repitió, intentando imitar una de las
mejores sonrisas de Carlos Ruckauf, que todo se trata de un chiste. El Lole,
en cambio, tuvo que esforzarse un poco más. Justamente ayer se conocieron en esta ciudad
unas declaraciones suyas en las que sostenían que la fórmula no se cambió por falta de
tiempo. Para pasar el mal trago, y demostrar así su acercamiento con el bonaerense, el
santafesino aclaró que estas versiones me hacen daño y responden a personas que
únicamente piensan en destruir. Pero el gobernador electo, tal vez dudando de que
su aclaración haya sido efectiva, buscó ser un poco más claro y expresó: El peor
resultado que le puede caber al menemismo es colocarle la banda a alguien que no sea
justicialista. La frase sonó como una develación, sin querer, de quienes pueden
estar impulsando el cambio de fórmula.
Usted dice que apoya a Duhalde, pero dice que la responsabilidad de la campaña
recae en Obeid. ¿No es ésta una forma de sacarle el cuerpo a su participación?
preguntó Página/12
No es sacarle el cuerpo. Acá hay un Partido Justicialista, un congreso provincial y
todos decidieron que es el gobernador Obeid, que tiene mandato hasta el 10 de diciembre,
es quien tiene que conducir la campaña de octubre. Pero si me necesitan, lo acompaño con
gusto, no tengo ningún problema respondió un molesto Reutemann.
No todo fue tirantez entre Lole y Duhalde. Por la mañana el gobernador electo pasó a
buscar al bonaerense, quien esperaba con ansiedad a Ortega. Pero el tucumano nunca llegó:
oficialmente se dijo que el avión que lo traía no pudo aterrizar por malas condiciones
climáticas. Fue así que, ya sin Ortega, Duhalde caminó junto al Lole las siete cuadras
que lo separaban de la Bolsa de Comercio.
Durante el trayecto por la peatonal San Martín, la gente se acercó preferentemente a
besar a Reutemann, quien se esforzaba por invitar a sus admiradores a saludar también a
Duhalde. La gente le hacía caso al ex corredor de Fórmula 1 y le expresaba su simpatía
al bonaerense. El detalle lo marcaron dos chicos de unos 10 años. Uno de ellos divisó al
Lole y le dio la voz de alarma a su amigo: ¡Mirá, es el Lole!, dijo el
primero. El otro nene, asombrado también, respondió: ¡Sííí! ¡Qué bueno!
¿Pero quién es el petiso?. El que sí sabía quién era Duhalde fue un lustrín.
Este se acercó al candidato, le extendió la mano, le sonrió y cuando Duhalde le iba a
hacer un comentario, le dijo: ¿No tiene algo para darme, jefe?. El bonaerense
metió su mano en el bolsillo y de allí salió un billete de diez pesos. El lustrín,
feliz, se quedó en un costado y le mostró su premio a otros chiquilines que lo
acompañaban. Uno de ellos se quejó por no tener el mismo trofeo. El lustrín, sin dejar
de mirar el billete, le dio un consejo: Si no mangás no conseguís, chabón.
Poco después, Duhalde, Reutemann y Obeid llegaron al edificio de la Bolsa de Comercio.
Allí el bonaerense prometió a los productores de Santa Fe apoyar su tarea subsidiando
algunos productos como la soja. Pero también invitó al sector productivo a concientizar
a la gente para que comprara producción argentina. Tal vez por ello Duhalde se dirigió
luego hasta una casa de venta de calzados. La vidriera tenía un cartel que invitaba
justamente a comprar productos nacionales. Duhalde encaró hacia el comercio, Obeid lo
acompañó mientras Lole ya era historia se había esfumado entre la multitud.
Cuando el candidato entró, la dueña de casa le mostró sus mejores zapatos de mujer. Al
candidato le gustó y decidió comprarlos. La propietaria quiso obsequiárselos ya que
imaginaba que la destinataria del calzado era Hilda Chiche Duhalde. El
bonaerense insistió y convenció a la mujer. Preguntó el precio, ella dijo 130 pesos,
Duhalde la miró sorprendido, pero no dijo nada. Otra vez metió su mano en su bolsillo
pero esta vez no encontró nada. Un colaborador, con un rápido movimiento, le acercó el
dinero y allí terminó la caminata.
LAS OPERACIONES CONTRA DUHALDE
Un reto del Presidente
Durante
la reunión de gabinete de ayer, Carlos Menem exhortó a sus ministros a frenar las
versiones que indicaban un cambio en la fórmula del PJ con la renuncia de Eduardo Duhalde
y su reemplazo por Carlos Reutemann. Por la mañana, el secretario general de la
Presidencia, Alberto Kohan, repitió la actitud que habían adoptado el resto de los
funcionarios menemistas: desmintió la especie y, de paso, la amplificó.
Es una vergüenza. Algún día, de la misma manera que a los políticos nos exigen
la autocrítica, creo que sería bueno que en el periodismo también lo hicieran,
afirmó Kohan. Y añadió: Generar este tipo de situaciones en base a supuestas
altas fuentes no solamente es poco serio, sino creo que conspira contra la seriedad de la
profesión.
En una reunión que mantuvieron por la mañana, antes del gabinete, seis dirigentes claves
del menemismo conversaron sobre el tema: Kohan, Eduardo Bauzá, César Arias, Carlos
Corach, Eduardo Menem y Jorge Rodríguez. El PJ mantendrá el perfil dispuesto por
el Presidente: colaborar en lo que pida Duhalde, pero no interferir en su campaña,
fue el mensaje unánime que difundieron el término del encuentro. La propuesta de Arias
de distribuir un comunicado desmintiendo la versión fue frenada por Bauzá con el
razonable argumento de que sólo contribuiría a darle aire al tema.
Más tarde, en la reunión de gabinete, Menem exhortó a sus ministros para que detengan
las operaciones que mencionaban que Duhalde estaría preparando una renuncia como
consecuencia de los escasos apoyos que su postulación genera dentro del PJ. A pesar del
reto del Presidente, en el duhaldismo continúan desconfiando del menemismo ya que
según aseguran es cerca de Menem en donde se originó la versión.
En otro tramo del encuentro, Jorge Domínguez se refirió al fallo de la Corte Suprema de
Justicia que beneficia a unos 18 mil militares retirados quienes reclamaron una
equiparación de ingresos con el personal en actividad y admitió que el Estado no
está en condiciones de hacer frente a ese pago en el próximo presupuesto.
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