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Remar contra la corriente

María Julia Garisoain explica cómo se forman los remeros en Argentina y por qué la actividad es tan competitiva.

María Julia Garisoían, medalla de remo en Winnipeg.
"Nos entrenamos en un lugar insalubre, pero es lo que tenemos".

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Por Gabriela Carchak

t.gif (862 bytes) María Julia Garisoain comienza hoy su participación en el Mundial de Remo de Saint Catherins, Canadá. La campeona argentina nueve años consecutivos, panamericana y sudamericana, es además, la primera mujer latina en alcanzar una final mundial, en 1997, y el tercer lugar en el campeonato del Mundo de Colonia, Alemania, el año pasado. Aunque su competencia, el single ligero, no es olímpico, es la categoría más competitiva entre las damas, por eso asegura que, si logra ubicarse entre las primeras diez, “estará feliz”.
–¿A qué se debe el éxito del remo?
–A una continuidad de cuatro años de trabajo con una misma línea y a la labor destacada de la Secretaría de Deportes que renovó el apoyo a las federaciones que trabajaron bien y se lo sacó a las que trabajaron mal.
Del ‘95 a esta parte tuvimos la oportunidad de hacer todas las regatas internacionales que el cuerpo técnico creyó necesarias y tuvimos todos el apoyo económico. A mí, además, la secretaría me compró la embarcación que precisaba. Esto yo nunca lo vi en las gestiones anteriores.
–¿Su lugar de entrenamiento se podría llamar insalubre?
–Sí, es insalubre, pero es lo que tenemos. Nosotros entrenamos en Tigre, tenemos la base ahí, pero la verdad es que no existe una pista de remo, no hay en el país, se entrena en un canal aliviador que es malísimo y sus condiciones no son aptas para la práctica del deporte. Lo aguantamos porque no quedan otras opciones. El olor, no sé por qué extraña razón, en los últimos años disminuyó, pero hay veces que el agua está muy baja y hay mucho barro, lamentablemente nos acostumbramos, y eso es lo peor de todo.
–A partir de los resultados, ¿el remo puede pararse frente a los dirigentes y al deporte en general desde un lugar de mayor exigencia?
–Yo creo que sí. No es modesto decirlo, pero nosotros somos un ejemplo, porque trabajamos muy duro, hace tres meses que estamos concentrados entre Estados Unidos y Canadá. Nadie nos puede recriminar que lo que tenemos fue por suerte, ni a decirnos que es fácil. El remo es uno de los deportes más antiguos y se compara en elite con la natación y el atletismo. Yo me paro delante de cualquiera, sin desmerecerlos, a mostrar que somos un ejemplo.
–Con las condiciones desfavorables con las que conviven, ¿cómo sobrevive la raza de los remeros?
–En el remo no podés tener medias tintas, si te gusta te lo tenés que tomar en serio, tenés que ir todos los días al club y dejar un montón de cosas, entonces todos tenemos cierta locura en la cabeza que nos hace ser responsables, porque sino no llegás a nada ni siquiera a nivel club.
–¿Cómo ve el futuro del deporte después de su generación, hay semillero?
–Más o menos. Así como se trabaja mucho a nivel VIP, falta mucho trabajo a nivel escuela. Creo que la Asociación de Remo debería trabajar un poco más en ese aspecto, pero tampoco le podemos pedir que haga todo bien. La realidad es que los chicos de nuestro país no buscan un deporte como el remo, cuando les decís que tienen que entrenarse todos los días te dicen “y vos qué me das”, prefieren ir a jugar al rugby dos veces por semana, la fiesta de los sábados y el partido, porque tienen mucha más onda “los chicos de rugby” que los tontos de remo que no pueden salir un sábado porque el domingo a las siete de la mañana tienen que estar en Tigre remando en esa pista horrible. El laburo de captación de los chicos es muy complicado y el de explicarles eso a las novias, ni te cuento.

 

A las pistas

María Julia Garisoain y Sergio Fernández serán los dos remeros más exigidos de la delegación argentina durante el Campeonato Mundial en el que intervendrán 1005 atletas de 59 países en 24 eventos. Si bien la categoría del single ligero damas no es olímpica, es la base para el dos sin timonel ligero, que sí es de esa clase, por lo que Garisoain deberá enfrentarse a más de 20 rivales, con eliminatorias, repechaje, semifinal y final si quiere aspirar a un lugar en lo más alto de la elite del remo. El caso de Sergio Fernández, que participará en el single pesado, es similar, aunque el remero deberá competir con 30 rivales para poder llegar a una instancia final. La delegación argentina está compuesta por 11 deportistas, tres entrenadores y un jefe de equipo y participarán además de las categorías de Garisoain y Fernández, en cuatro ligero, cuatro pesado y dos con timonel pesado para los hombres y dos sin timonel ligero damas. Esta última con muchas posibilidades de obtener una medalla, ya que sólo competirán cuatro botes.

OPINION

 

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