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SE INICIO LA LIGA ESPAÑOLA CON 46 COMPATRIOTAS
Ahí viene la plaga argentina

Son 42 futbolistas y 4 técnicos los que
invaden el torneo que arrancó ayer con la sorpresiva victoria del Real Madrid.

Anelka elude al Caño Ibagaza, en Mallorca-Real Madrid.
El francés, llegado del Arsenal, fue el pase más caro de la Liga.

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Por Fabián Ortiz Desde Barcelona

t.gif (862 bytes) “Plaga de argentinos”. Así define el diario deportivo As la creciente oleada de jugadores que han pasado de la AFA a la Real Federación Española de Fútbol esta temporada. De los 191 extranjeros representantes de 37 países registrados hasta ayer, día límite para la inscripción en la Liga de Fútbol Profesional, nada menos que 42, casi la cuarta parte, proceden de la Argentina.
De semejante número surgen, claro, valores para todos los gustos. Desde el venerado Claudio “Piojo” López, santo y seña del Valencia que destrozó al Barcelona la pasada campaña, hasta los ignotos –para el público local- Perico Ojeda (Numancia), Diego Crosa (Betis) o Marcelo Espina (Racing de Santander), el buffet presenta platos para los paladares más dispares. De los que repiten, Mena (Atlético Madrid) y Biagini (Mallorca) han corrido con la peor suerte: sendas lesiones los obligaron a pasar por el quirófano, y les quedan meses por delante para poder volver a jugar.
Algunos, los menos, han cambiado de camiseta en el mercado interno, como el caso de Gustavo López, ex Zaragoza, ahora convertido en la ilusión atacante del Celta de Vigo. O Casartelli, que le escapa al descenso con el Salamanca, recuperado para Primera División por Brindisi y “su” Espanyol.
La llegada de jugadores argentinos suele ir avalada por técnicos paisanos. Es el caso de Griguol en el Betis (Crosa y Romero), de Mario Gómez en el Mallorca (Burgos, Serrizuela), de Cúper en el Valencia (Fagiani) o de Brindisi en el Espanyol (Cavallero, Navas, Rotchen y Casartelli). Esa práctica suele dar lugar a que se califique de “clan” al grupo connacional, con el consiguiente peligro: en cuanto vienen mal dadas, el “clan” se convierte en mafia por la presión de la prensa y el clamor popular, y el técnico –quién, si no– salta por los aires, despedido por la directiva.
Pese al predominio en el mercado, no hay ningún argentino entre los cinco traspasos más caros de la temporada. El francés Anelka (35 millones de dólares), el yugoslavo Balic (19,6 millones) y el holandés Hasselbaink (19 millones) copan los tres primeros puestos del ranking. El primero en aparecer es Kily González, cuyo pase del Zaragoza al Valencia costó unos 8 millones de dólares. El cacareado fichaje del Piojo López por el Atlético Madrid no se produjo, lo que borró a los argentinos del top five español. El asunto tiene una explicación: la Liga no compra a los mejores, y se inclina cada vez más por un tipo de jugador industrioso y disciplinado, lejos de ser una estrella y, por tanto, carente de una cotización muy alta.

 

Tres tristes entrenadores

A los entrenadores argentinos no les fue bien en el arranque de la Liga. El Mallorca de Mario Gómez ganaba 1–0 en el minuto 90, pero dos goles de Morientes y Raúl dieron vuelta el resultado en tiempo de descuento. Germán Burgos le había detenido un penal a Fernando Hierro. Al debut de Carlos Griguol en el Betis no lo salvó siquiera el ingreso de Alfonso en los quince finales, y el equipo sevillano terminó perdiendo 1–0 en San Mamés ante el Athletic Bilbao. Por último, el Valencia de Héctor Cúper cayó en Mestalla 2–1 ante el Racing Santander, que venció con un gol en contra de Djukic y otro de penal: el Piojo López no pudo marcar. La fecha se completa hoy con La Coruña–Alavés, Numancia–Valladolid, Oviedo–Celta, Atlético Madrid–Rayo Vallecano, Sevilla–Real Sociedad, Barcelona-Zaragoza y Málaga–Espanyol.

 

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