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El miércoles, familiares de víctimas de crímenes impunes levantarán una carpa en el Obelisco para reclamar justicia.
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Por Horacio Cecchi  Las primeras
marchas de silencio tuvieron lugar en setiembre del '90, cuando los padres y las
compañeras de María Soledad Morales reclamaron justicia por el asesinato de la
estudiante catamarqueña. A partir de entonces, las marchas fueron un modo de difundir
casos de gatillo fácil y crímenes irresueltos por la corruptela política o la
disfunción judicial. Esta forma de protesta tendrá su máxima expresión este
miércoles, cuando por primera vez los Familiares de Víctimas de la Impunidad levanten
una carpa junto al Obelisco para difundir más de quinientos casos conocidos y por
conocer, de todo el país. Las actividades cerrarán el 1º de setiembre con una caravana
al Congreso y a la Plaza de Mayo, una marcha de todas las marchas de silencio, que
culminará con la entrega de un documento en el que se reclama justicia a cada uno de los
tres poderes comprometidos en el asunto."No tenemos respaldo político de nadie, ni lo queremos. Tampoco pretendemos crear una organización burocrática, con presidente y cargos. Somos todos iguales. Una red de gente que perdió un ser querido a manos de la impunidad. Algunos tuvimos la suerte de ser conocidos. Entonces pensamos en levantar la carpa y hacer la marcha para que se conozcan centenares de casos iguales a los nuestros, pero desconocidos. Para que la gente sepa que desde el '83 hemos creado un Estado de la Impunidad que ningún gobernante se animó a desarmar", explicó a Página/12 Luis Bordón, a su pesar una de las cabezas visibles de la red de familiares. "La idea de una marcha nacional surgió de muchos familiares. A nosotros nos invitaron poco tiempo después de la muerte de Sebastián a participar en la marcha por las chicas asesinadas en Cipolletti." Allí, los Bordón se encontraron con otras personas que llegaban de todo el país, también familiares de víctimas de la impunidad institucional. "Descubrimos que en cada marcha nos volvíamos a encontrar. Estaban Gladys (Cabezas), Rosita (Bru), los Morales, y muchos más. Nos encontramos con que no éramos la excepción sino que éramos parte de la regla. Y nos dimos cuenta de que nos necesitaban para dar difusión a otros casos. A partir de allí, empezamos a hablar de hacer algo a nivel nacional. Al principio, todo parecía una idea imposible." El espacio para las primeras reuniones fue cedido por el Servicio de Paz y Justicia. "No tenemos soporte de nadie, tuvimos que ir unificando criterios, ver qué queríamos", sostiene Bordón. "Organizar todo esto fue un trabajo agotador, sin descanso, nos fuimos alentando mutuamente, pero ya llegamos", agregó Gladys Cabezas. Durante un tiempo, la marcha de las marchas fue sólo un proyecto. "Pónganse a trabajar, no esperen a que nosotros podamos ir, no tenemos muchos medios. Ustedes pueden hacerlo desde allá", les dijo Elías Morales desde Catamarca. "Nos dio un buen aliento", asegura Bordón. En noviembre del año pasado, el aniversario del triple crimen de Cipolletti convocó a una multitudinaria marcha ecuménica. Allí, una vez más, volvieron a verse las caras. "Creímos que se podía hacer y tomamos esa marcha como ejemplo." A partir de entonces, empezaron a reunir apoyos. Los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA aportaron sus ideas. En una marcha en Quimilí, Santiago del Estero, convocada por las Madres del Dolor, se contactaron con Víctor De Gennaro, de la CTA, que ofreció su solidaridad. Le pidieron apoyo al CELS, con su formidable base de datos, a Poder Ciudadano, a Amnesty International, que aportaron su experiencia y capacidad operativa. Hace cuatro o cinco meses, la marcha había trascendido a sus organizadores: familiares de víctimas de accidentes de tránsito y de violencia en el fútbol pidieron ser aceptados bajo el techo de la carpa. "Es el mismo mecanismo de impunidad estatal: las aseguradoras compran un perito, los jueces y los políticos encubren a los barrabravas", sostiene Bordón. En la Carpa contra la Impunidad habrá talleres educativos para las escuelas, conferencias sobre diferentes aspectos de la violencia institucional, informes y recitales en los que participarán León Gieco, Fabiana Cantilo, la Mississippi Jazz Band y Los Visitantes, entre otros. "Todos los que se acerquen a dar su solidaridad van a tener un lugar", aseguró Gladys Cabezas.
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