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La Asamblea Nacional Constituyente, controlada por los partidarios del presidente Hugo Chávez, declaró una "situación de emergencia judicial" que le da el poder de destituir a cualquier miembro del Poder Judicial. La ANC había acordado "reorganizar" los poderes públicos del país. La ANC tiene poderes absolutos sobre éstos últimos a raíz de su carácter de "originaria y soberana". El Universal La ANC debe tomar medidas de urgencia para atender y erradicar el conjunto de males que no pueden esperar a la aprobación de la nueva Constitución. Es por esto que se hace necesario la reorganización inmediata de los poderes públicos y dentro de ellos el Poder Judicial. Si la población participa activamente de este proceso, con toda seguridad sus propuestas, aportes y críticas contribuirán a acelerar los cambios en la dirección que aspiramos los venezolanos. La ANC debe devolverle la legitimidad a los poderes públicos y a las instituciones políticas. Para ello se requieren cambios profundos en las estructuras políticas del país. Estos cambios deben hacerse en democracia, en orden y en paz evitando la anarquía y el caos. (Aristóbulo Istúriz, vicepresidente de la ANC) El Nacional El debate sobre el Poder Judicial protagonizado esta semana en el seno de la Asamblea sólo produce pena. Algunos de los constituyentes se sienten con el derecho a transformarlo todo, como si su sapiencia no tuviera límites, y como si de ahora en adelante nada debe quedar en pie para comenzar desde cero. De continuar este comportamiento desordenado y arbitrario por parte de algunos constituyentes, no queda más que ponerse a pensar sobre si el carácter originario de la ANC es una virtud o un peligro. Si se le entiende como una autorización para cometer y justificar cualquier arbitrariedad, entonces poco habremos avanzado para conquistar un espacio mayor de libertades. (Editorial) Colombia: El cordón sanitario Los vecinos de Colombia comienzan a tomar cartas en su guerra civil. El presidente venezolano Hugo Chávez ofreció entablar un diálogo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) al margen de Bogotá, en tanto que Brasil, Perú, y Ecuador refuerzan sus fronteras para establecer un cordón sanitario contra la guerrilla y cortar su flujo de suministros. El Tiempo El Estado y la sociedad colombiana deben asumir con realismo una cruda posibilidad: entre el presidente venezolano Hugo Chávez y las FARC existe una alianza política de largo aliento. Tanto las FARC como Chávez comulgan con una ideología que denominan "bolivariana". Buscan la integración política de los países andinos y caribeños para conformar un fuerte bloque regional contra el poder hegemónico de Estados Unidos. Si la guerrilla logra entablar un diálogo con el gobierno venezolano, sería su mayor logro diplomático en toda su historia, y la alianza estratégica del eje FARC-Chávez habría dado su primer golpe. Sería el inicio de un proceso de imprevisibles consecuencias desestabilizadoras para Colombia. (Alfredo Rangel Suárez) Venezuela Analítica Las sombrías perspectivas que exhibe la situación colombiana, agravada más y más por un indetenible proceso de deterioro, justifica la participación de factores internacionales dispuestos a prestar su concurso para superar una realidad que trasciende los límites de lo nacional. Un destino común marca el presente y el futuro de colombianos y venezolanos, y no debemos adoptar una posición de indiferencia. Hacerlo equivaldría a trasplantar la violencia colombiana a Venezuela, destruyendo así la paz que mal que bien ha disfrutado en los últimos cuarenta años de la ahora maltratada democracia representativa. Para preservar la integridad de Venezuela, se requiere contribuir al cuidado de Colombia. (Bernardo Luna) Brasil: Un juicio vergonzoso El miércoles pasado, los tres oficiales de la Policía Militar brasileña que mandaban a los 147 agentes acusados de la matanza de Eldorado de Carajás en 1996 fueron absueltos "por insuficiencia de pruebas". Resta la decisión final sobre estos 147 agentes, pero el gobierno brasileño ya manifestó su "profunda vergüenza" por el fallo. Agora Sao Paulo Cuando en 1996 los policías militares de Pará mataron a los 19 campesinos sin tierra, el presidente Fernando Cardoso dijo: "Que encarcelen a los responsables ya, o nadie va a creer en nuestro país". Tenía razón. (...) La primera parte del juicio terminó. Nadie fue condenado. Falta juzgar a más de 100 policías. Cardoso volvió a hablar del riesgo de que nadie sea castigado. Es cierto que la investigación fue imperfecta, y que este primer juicio también lo fue. Pero si nadie es responsabilizado por la masacre, Será una desmoralización de la ley y un incentivo para la violencia. Es necesaria la presión de la sociedad y hasta del propio gobierno para que esta amenaza a los derechos humanos no se convierta en una realidad.(Editorial) O Povo La masacre de Eldorado de Carajás trae nuevamente la impunidad que marca a la violencia en el campo. Es cierto que las investigaciones militar y civil abiertas para el caso fueron montadas con muchas fallas. Tantas, que según varios especialistas ayudaron para la absolución de los inculpados. Pero lo principal es que la exclusión social impuesta a los trabajadores rurales se metamorfoseó en exclusión física a través del genocidio. La masacre de Eldorado de Carajás, desnudando el lado arcaico y tradicional de las relaciones políticas y económicas del campo, forma parte de la misma moneda del capitalismo moderno, mostrando la necesidad de un cambio en la estructura agraria.(César Barreira, sociólogo)
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