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DANIEL GUEBEL HABLA DEL FIN DE "CAIGA QUIEN CAIGA" Y LA VENTA A EE.UU.
"'CQC' duró mucho más de lo pensado"

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El personaje menos conocido de Cuatro Cabezas asegura que "No somos los más creativos del mundo, pero la TV argentina no está mal". Y se entusiasma con "Stop making sense", la versión de "CQC" que se vería en EE.UU.


Por Mariano Blejman
t.gif (862 bytes)  Diego Guebel es una persona de perfil bajo: a diferencia de su socio Mario Pergolini, el dueño de la productora Cuatro Cabezas prefiere mantenerse en un cono de sombras. "El nombre no es lo fundamental", explica Guebel, cuando reflexiona sobre "Stop making sense", que será la versión estadounidense de "Caiga Quien Caiga". El título aún es tentativo, ya que fue utilizado por Jonathan Demme en el film de Talking Heads. Cuatro Cabezas tiene hoy tres producciones en TV abierta y una más por venir. El caballito de batalla es "CQC", que se realiza también en Italia y España. Otro de sus "productos vidriera" es "El rayo" (América, martes a las 23.30) y "Trip" (domingos a la noche, Telefé), importado de Italia. Además, desde el 15 de setiembre estarán en el aire los documentales ".doc", una serie de trabajos que van desde la Operación Cóndor hasta la vida de Palito Ortega. Cuatro Cabezas se asoció con el productor hollywoodense Richard Donner. "No hay antecedentes de una negociación con cadenas estadounidenses, como tampoco los había de la venta a España o Italia", dice Guebel a Página/12. Y amenaza: "Hay dos o tres proyectos con la gente de pantalla de 'CQC', pero no van a tener el perfil de 'CQC'".

--¿Cómo fue la historia de la posible venta de "CQC" a EE.UU.?

--Empezó con Italia y España. La negociación está en etapa de piloto, pero la idea es coproducirlo. El piloto está completo y se está editando. Si se hace, habrá que adaptar una serie de cosas. No podemos ir a Estados Unidos a decir cómo se hacen las cosas, tendremos que adaptarnos, pero la manera en que uno trabaja influye sobre el producto que se obtiene. "CQC" no es independiente de cómo se realiza. Mandamos nuestra gente a laburar allá con los noteros. Para la gente del piso hicimos un casting entre personas de la universidad, de radio, de comedias.

--¿Caras conocidas?

--No. Queremos que arranque como acá, con gente que tenía "valor cero" para la TV abierta. Cuando empezó "CQC" veníamos de un mal momento, cuando nos levantaron "Turno Tarde" del 9. En España pusieron a un tipo con currículum radial pero sin historia en TV. En Italia sí pusieron a una persona del canal. En EE.UU. no queríamos hacerlo con una persona conocida. Creemos que la idea es lo suficientemente fuerte como para que se sustente. No queríamos encontrarle un buen traje a un tipo conocido.

--¿Cree que la venta de ideas en TV hace al negocio más claro?

--Lo veo mejor que antes. Viendo que una idea se puede vender afuera mucha gente empezará a decir "no voy a currar". Cuando quieran vender no les van a comprar. Así, entrar al mercado internacional refresca a la pantalla local. El problema es que el 90 por ciento de los formatos que se compran y se venden son entretenimientos bastante pelotudos. Pero es un avance.

--¿Cómo cree que puede impactar "CQC" en Estados Unidos?

--Creemos que hay ciertas cosas que son parecidas en todos lados, y otras que son únicas en cada lugar. Hay cosas comunes a la gente de las grandes ciudades. La relación con los políticos, celebridades y deportistas suele ser parecida. Los deportistas suelen contestar en automático en todos lados. Los políticos suelen jugar a que representan los intereses de la gente y la gente los vota por eso... y se sabe que no es tan así. Al mismo tiempo hay cosas únicas de cada lugar: las noticias locales impactan más que las internacionales, salvo el caso de una guerra o algo importante.

--¿Por qué cree que no hay antecedentes?

--Sería muy soberbio decir que nuestra productora cambió las reglas del juego. En algunos puntos sí lideramos. Le dimos siempre un acabado diferente en edición, posproducción y en las aperturas. No lo pensamos desde el marketing, sino desde no conocer cómo se hacía televisión. "La TV ataca" era muy distinta a lo que se hacía, pero nos fue muy difícil sostener el programa como proyecto económico.

--¿Cómo ve esta televisión respecto de otros países?

--La Argentina no está tan mal. No la compararía con la producción de documentales como en Inglaterra, donde laburan con presupuestos muy altos. No somos los más creativos del mundo, pero estamos bien. Al mismo tiempo, en TV se da algo único: si uno piensa en las posibilidades de la Argentina en cualquier otro aspecto industrial, estamos en todo medio fundidos. Pero en TV se pueden tener condiciones similares a los países centrales en cuanto a costos, o inclusive con costos más bajos. Además hay material humano tan o mejor preparado que afuera.

--¿Qué queda de "CQC" luego de cinco años?

--Fue un ciclo que duró mucho más de lo que nos hubiéramos imaginado. Yo me conformaba con que durara dos trimestres. Pero nos generó muchas posibilidades. En un principio parecía que "El Rayo" iba a ser más fuerte y luego "CQC" creció sorprendentemente. Después descubrimos que había cosas que nos empezaban a aburrir a nosotros, pero no necesariamente lo aburrían al público. Porque uno está en contacto 10 o 12 horas con una edición y para el público es sólo un programa de hora y media. Teníamos posibilidades de seguir en el aire, pero me parece bien que Mario se tome un respiro. Aunque nadie dice que no podamos volver a hacer "CQC" en dos años. Hasta existe la posibilidad de que querramos volver a hacerlo porque nos dé ganas. ¿Si funciona 20 años "El precio justo" o 30 años Tato, por qué no puede funcionar esto también?

--¿Cree que algunos políticos "le agarraron la vuelta" al programa?

--Qué sé yo. Tal vez no tiene que ver con la ideología sino con la viveza para responder. Es difícil no revelarte cuando alguien te agarra desde otro lado. En parte, la gente mira 'CQC' para ver los colores verdaderos. Involuntariamente colaboramos para mostrar o dejar de mostrar a un personaje. Si eso genera un hecho periodístico es otra cosa. Nosotros no vamos como equipo periodístico, porque no tenemos la rigurosidad para investigar. Vamos con preconceptos. Cuando va algún notero y le dice a Cavallo algo sobre el desempleo, por ahí el tipo no tiene que ver con eso ahora, pero la gente lo asocia con el desempleo.

--Pero en el Martín Fierro los ponen como programa periodístico.

--Ganar el Martín Fierro no me pone triste, pero tampoco le voy a dar una entidad que no le doy si pierdo. Porque si alguien pierde parecen todos unos hijos de puta que no entienden un carajo. Yo me pregunto ¿por qué "CQC" nunca entró en Producción Integral? ¿Tengo que hacer un programa diario de cinco horas? ¿Por qué nunca ganó nada "El Rayo"? Todo eso hace que cuando gano un Martín Fierro no me la crea. No sé si Página/12, Clarín y La Nación llegan a tener dos periodistas de Aptra. No sé si son realmente cronistas del espectáculo.

--¿Los documentales también serán "for export"?

--De los 13, cuatro son posibles de vender. Creemos que tiene que ser resistente al tiempo, a diferencia de las otras cosas que son más efímeras. Y nos tomó más tiempo editarlos porque era un producto nuevo, no tenía el mismo esquema de laburo. No somos necios y nos parecía que teníamos que llamar a gente que hubiera trabajado en el formato. Por eso cruzamos nuestra manera de editar las cosas con la experiencia de Rolando Graña en la CNN y con Pablo Reyero en la realización.

 

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