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Como se esperaba, Estados Unidos aumentó ayer la tasa de interés de corto plazo en un cuarto de punto, de 5,0 a 5,25 por ciento anual. Ese ajuste significará para Argentina un incremento de 100 millones de dólares anuales en el costo para refinanciar la deuda, según estimó el secretario de Financiamiento, Miguel Kiguel. Analistas de la city elevan ese monto a 250 millones. Esa fue la segunda suba de la tasa en los últimos sesenta días, y entre los financistas ya comenzó el debate sobre si la Reserva Federal (banca central estadounidense) repetirá el movimiento antes de que finalice el año. Pese a la mala noticia, las bolsas terminaron con saldos positivos. Argentina no sólo deberá pagar más caras las necesidades de financiamiento sino que, además, el ajuste de la tasa le pondrá límites al ya restringido ingreso de capitales desde el exterior. Hoy en día, nuestro principal problema está focalizado en los ruidos internos que se generan por la campaña electoral y la recesión económica. El desafío es convencer a los inversores internacionales de que la Argentina es confiable y que no habrá cambios en las reglas de juego. Como pocas otras veces, una decisión de la FED pasó a un segundo plano frente a las dificultades que enfrenta la economía, analizó en diálogo con este diario Norberto Sosa, economista del banco de inversión Raymond James. Las dos alzas consecutivas deberían disminuir claramente el riesgo de un aumento de la inflación, señaló la FED a través de un comunicado al informar la suba de la tasa. La declaración formal permite entrever que Alan Greenspan, el presidente del organismo, no necesitará de subas adicionales en el costo del dinero. Además, el banquero calificó como neutral la perspectiva sobre el futuro de la tasa de interés, lo que llevó tranquilidad a los operadores. En ese contexto, el índice de acciones líderes MerVal avanzó 1,6 por ciento, mientras que los títulos públicos mejoraron entre 0,4 y el 1,0 por ciento. No obstante, los operadores afirman que para avizorar los próximos pasos de la FED habrá que esperar varias semanas, a medida que se vayan conociendo nuevos datos de la economía estadounidense. En la city, los más pesimistas sostienen que la Reserva Federal subirá la tasa una vez más, posiblemente en octubre, para contrarrestar las tres bajas sucesivas aplicadas en el peor momento de la crisis internacional. La mayoría de los que siguen este tema en Estados Unidos dicen que el alza de tasas de hoy (por ayer) fue la última del año, pero no se puede predecir qué pasará, añadió a su vez Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía. En todo caso, la firme decisión de Greenspan por alejar las tensiones inflacionarias quedó ayer a la vista: después de cinco años, fue la primera vez que el banquero modificó no sólo la tasa interbancaria sino también el denominado tipo de descuento, la tasa que la FED les cobra por los préstamos a los bancos comerciales, del 4,50 al 4,75 por ciento. La nueva mejora de las acciones animó a los inversores institucionales. De la mano de las AFJP, que salieron a comprar papeles bancarios, de Siderar y de Perez Companc, el volumen de negocios aumentó a 31,6 millones de pesos. El clima de distensión se sintió también en Brasil: la Bolsa de San Pablo subió 1,2 por ciento, aunque el real retrocedió 2,3 por ciento y cerró a 1,918 por dólar. La depreciación se explicó por la ausencia del Banco Central de Brasil en el mercado cambiario, tras sucesivas intervenciones los días anteriores, lo que introdujo presiones sobre el real.
EL PAGO DE IMPUESTOS CAERIA UN 5% EN AGOSTO Por David Cufré La
recesión sigue impactando de lleno sobre la recaudación impositiva. En agosto, los
ingresos al fisco caerán entre 4 y 5 por ciento respecto del mismo mes de 1998. El
subsecretario de Política Tributaria, Guillermo Rodríguez Usé, anticipó ayer a
Página/12 que la recaudación de este mes rondará los 4000 millones de pesos, con una
baja de 5 puntos en el aporte del IVA que grava el consumo interno. Otro síntoma de la
profundidad del derrumbe económico es la disminución del 20 por ciento en la
recaudación de impuestos sobre la importación. Ese dato, junto al del IVA, evidencia que
la capacidad de consumo de la población se achica al ritmo de la crisis.
CONVOCO A ENTIDADES PRODUCTIVAS La Unión
Industrial convocó ayer formalmente a entidades ruralistas y de la construcción a formar
el Grupo Productivo, un nuevo nucleamiento empresario que buscará defender sus intereses
sectoriales. Para disimilar las diferencias internas en la central fabril, los principales
dirigentes resolvieron no cortar lanzas con el Grupo de los Ocho. En los hechos, la
creación del Grupo Productivo se propicia ante la diferencia de intereses que existen
entre los industriales y el sector financiero, agrupados hasta ahora en el G-8. Pero la
UIA decidió mantener la figura de este último, en respuesta a la presión de los
sectores más liberales de la entidad.
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