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 El tema era
la corrupción. Un mal que, según la visión del candidato presidencial del PJ, Eduardo
Duhalde, “está afiliado a todos los partidos” y cuya solución pasa por dejar
los controles en manos de la oposición. Más agresivo fue el postulante de Acción por la
República, Domingo Cavallo, que quiso convencer al auditorio de que ninguno de los
partidos tradicionales impulsará ninguna ley para solucionar la falta de transparencia
del financiamiento de la política y acusó a sus rivales de usar fondos públicos para su
propaganda. Ocurrió en las Primeras Jornadas de Planificación y Estrategia para el
Control de la Corrupción, organizadas por la Fundación Poder Ciudadano, en donde hoy la
estrella invitada será el candidato de la Alianza, Fernando de la Rúa.Con diez años de menemismo encima y dos gestiones de gobernador de las que dar cuenta, Duhalde se mostró más comprensivo sobre los inconvenientes de las administraciones para detectar los focos de corrupción. “Desde el mismo gobierno es difícil controlar cada uno de los actos”, admitió el candidato del PJ. Para remediar el problema, reiteró que si es presidente les dará los organismos de control a la oposición, como hizo en la provincia. “Gente idónea que no responda al oficialismo”, explicó. Duhalde analizó la encuesta realizada por Poder Ciudadano acerca de cuáles son los organismos que la gente considera más corruptos. Por ejemplo, habló de la Aduana. “Es un tema de muy difícil resolución”, aceptó. “Hay intereses económicos poderosísimos que tenemos que vencer”, agregó. En cuanto al PAMI, consideró que lo mejor era dejarlo “a los jubilados con los fondos necesarios”. Uno de los temas espinosos que tocó Duhalde fue el del costo de su campaña electoral. Debido a su baja en los sondeos, el candidato justicialista decidió recientemente cambiar de publicitario y contrató al brasileño Duda Mendonça, que se anotó un gran poroto cuando ayudó a José Manuel De la Sota a ganar la gobernación en Córdoba. Duhalde negó ayer que su gasto proselitista ascienda a los 20 millones de pesos, aunque admitió que –sólo en consultoría– les pagará a los brasileños un millón de dólares, más otros tres millones adicionales si llega a la presidencia. Sin embargo, no es lo mismo que dicen quienes trabajan en su comando de campaña, quienes aseguran que solamente el trabajo de Duda demandará unos 16 millones de gastos netos. Cavallo se movió más a sus anchas. Como Duhalde es gobernador y De la Rúa es jefe de Gobierno, acusó a ambos de “gastar fondos públicos de la Capital y de la provincia de Buenos Aires en sus campañas electorales” y recalcó que “no tienen voluntad política para ser prudentes”. En sus críticas, se la agarró también con el Frepaso. “Me da lástima”, aseguró. Y añadió: “Tienen reconocidos méritos de transparencia y ahora con lo que hacen sus aliados radicales les están diciendo a los argentinos que lo de antes era mentira”. Para el ex ministro de Economía, tanto el justicialismo como la Alianza “hacen una verdadera lujuria de los gastos electorales”. La propuesta de Cavallo para terminar con la corrupción fue “bancarizar los pagos” para que “el billete papel sólo tenga valor para los pagos menores de mil pesos”. Según el ex ministro, de esa forma todas las grandes transacciones pasarán por los bancos, lo que facilitará su investigación. “Es como prender la luz en un salón para encontrar al ladrón”, se entusiasmó.
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