Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira

Fin de las noticias del mundo
Por Rodrigo Fresán

na36fo01.gif (23452 bytes)


UNO Ahí está la foto. La foto de un astro misterioso. Algo que no es estrella, ni galaxia, ni quásar y que pone nerviosos a los astrónomos porque no pueden descifrar el lenguaje de su luz. “Nunca he visto un espectro como éste, y eso que he visto y clasificado espectros toda mi vida... Pero tampoco puedo pensar que hemos descubierto todas las cosas que hay ahí fuera”, dice S. George Djorgovski desde su puesto de observación en el Instituto de Tecnología de California, Caltech. Y yo recorto la foto y la guardo en mi carpeta. Soy feliz.

DOS De un tiempo a esta parte se me ha dado por coleccionar recortes de noticias astronómicas: fantasmas de astronautas rusos, concentración de basura espacial, blues del eclipse. Las guardo en una carpeta junto a mi otra ocupación favorita a la hora del recorte: las novedades informativas del papa Juan Pablo II. No me pregunten por qué he caído en semejante vicio. Mediana edad o fin de milenio, da igual. Lo cierto es que me encanta leer sobre el espacio exterior de los astrónomos y sobre el espacio interior del Papa. Aparecen noticias al respecto casi una vez por semana. Y yo guardo todas esas cosas que ha empezado a decir el Papa de un tiempo a esta parte. Cosas raras e interesantes. Cosas como “el Cielo no es una abstracción entre las nubes sino una relación viva y personal con Dios”; o “Dios ni se identifica con el Cielo ni puede ser recluido en el Cielo”; o “El Infierno existe y es una verdad de la fe, pero no es un lugar”; o “El Purgatorio es un estado del espíritu después de la muerte que experimentan todos los que deben purificarse más”; o “Satán está definitivamente vencido”. Es buena mercadería de la boca de alguien quien –se supone– tiene información de primera mano al respecto. Son como los titulares de un gran noticiero metafísico. Me gusta esta versión del Papa –quien acaba de grabar un CD como rapper celestial y lanzó su propia tarjeta de crédito– presentándose como guía de turismo de lo extraterrestre y rescatando aquel viejo y noble espíritu de hechicero de la tribu. Me parece mucho más interesante y necesario que un Papa pontificando sobre el aborto, los métodos anticonceptivos o la política internacional teniendo en cuenta que, me dicen los que saben de estas cosas, el suyo ha sido hasta ahora un papado del tipo retro (sospechosamente erigido luego de esa misteriosa y sonriente brevedad e hipotética revolución sacra que fue e iba a ser Juan Pablo I) y matizado por esa supuesta novedad de viajar mucho (ya lo había hecho sin tanta alharaca Paulo VI) y de santificar a todo el que se le ponga adelante porque a cononizar que se acaba el mundo. De ahí que no deje de ser celebrable –o por lo menos interesante– esta novedosa faceta papal de cartógrafo de las regiones superiores e inferiores con espíritu de National Geographic sin fotos. Ayer recorté una foto del Papa mirando el último eclipse total del milenio desde la ventanilla de un avión. Se lo ve contento, útil, en lo suyo.

TRES Ansioso y a la espera, en estos días, de que el Papa viaje a, vuelva de, y se pronuncie acerca del Limbo. El Limbo sobre el que no se expresan las Sagradas Escrituras y sobre el que la propia Iglesia ha cambiado su juicio hasta hace poco excluyente. Ahora, los teólogos modernos afirman que “tiene que haber alguna vía de salvación” para quienes no han recibido el sacramento del bautismo. En eso están del mismo modo en que en eso está Djorgovski, quien sigue preguntándose qué cuernos será eso que está ahí arriba y que no se parece a nada de lo que ha sido visto desde aquí abajo. Tal vez, quién sabe, Djorgovski haya descubierto el Limbo perdido. Tal vez Djorgovski debería hacer una llamada al Vaticano. 0-600-PAPATOURS.

CUATRO “That is the end of the world news”, suele cerrar su transmisión el Overseas Service of the British Broadcasting Corporation, el noticiero radial de la BBC para los ingleses en el extranjero. No soy inglés, pero igual lo escucho en estas noches bordadas con lluvia, fiebre y mosquitos, cada vez más lejos. Una voz de modulación perfecta y acento impecable se despide con “That is the end of the world news”, yo sonrío una noche más, miro al cielo, ubico al “espectro” y cierro los ojos feliz de que no hayan interrumpido la transmisión con un despacho urgente del corresponsal en el Vaticano anunciando que el Papa tiene algo muy pero muy breve que decir -no queda tiempo– acerca del Apocalipsis.
Fin de las noticias del mundo.

rep.gif (706 bytes)

PRINCIPAL