Por Mónica Gutiérrez Desde Córdoba Un reconocido periodista
cordobés fue identificado en las últimas horas como uno de los agentes de inteligencia
que proporcionaba información clandestina a altos mandos militares. Carlos Revello, quien
se desempeñara en varios medios de aquella ciudad en los últimos veinte años, habría
sido quien informara al Ejército sobre la labor que sus colegas realizaban en
torno de determinados temas de difusión pública. La revelación provino del juzgado
federal a cargo de Cristina Garzón de Lascano, quien desde principios de mayo investiga
las tareas de inteligencia que militares y civiles realizaron sobre la causa de los
desaparecidos y sobre políticos, estudiantes y periodistas en Córdoba.
La causa de espionaje tiene en vilo desde hace varios meses al jefe del Ejército, general
Martín Balza, puesto que su propio jefe de Inteligencia, Jorge Miná, fue el primer
imputado. Si bien en un principio el Ejército se manifestó reticente a brindar la
información que la jueza requería, en particular lo relacionado con las identidades de
agentes que se comunicaban con códigos o seudónimos y que surgen de las escuchas, Balza
no tuvo más remedio que remitir finalmente alguna de esas identidades. Tanto Garzón de
Lascano como la fiscal federal Graciela López de Filoñuk trabajaron en los últimos
días tratando de establecer quiénes son en realidad los agentes nombrados como
S-17, A-44 y Mara, quienes remitían información a la
Central de Reunión de Información del Tercer Cuerpo desde locutorios ubicados en las
ciudades de Villa Carlos Paz, Río Cuarto y Córdoba.
El primer nombre develado, el que se correspondería con el seudónimo S17, es
el de Revello, un periodista que actualmente trabaja como asesor de prensa del Colegio de
Escribanos de Córdoba pero que en los últimos años transitó en cargos importantes de
medios locales como el diario La Voz del Interior, la agencia Diarios y Noticias y la
gerencia de noticias del canal 12 de Córdoba. Revello no quiso hablar con la prensa, y
sólo adelantó que aún no recibió ninguna citación por parte de la Justicia por este
tema. En las últimas horas la jueza ordenó varios procedimientos para esclarecer cuán
comprometidos están estos personajes en las acciones de inteligencia. Entre otros,
allanó una de las oficinas del periodista y secuestró el disco duro de su computadora.
S-17 era el agente que, según los elementos de prueba con que cuenta el
juzgado, espiaba el accionar de varios periodistas de medios locales y de algunos
corresponsales de diarios porteños. Según trascendidos, algunos hombres de prensa
manifestaron a la jueza haber sido contactados por Revello en los últimos meses.
Hasta ahora son nueve los imputados en la causa, que se inició como una investigación
paralela a la de los desaparecidos y búsqueda de los niños nacidos en cautiverio durante
la dictadura militar, también tramitada por Garzón de Lascano. Además de Miná están
acusados el jefe de contrainteligencia de la Jefatura II, José Luis Bo; el titular de
inteligencia del Tercer Cuerpo, Abel José Guillamondegui, y sus ayudantes Edmundo
Orsolini, Roberto Quiroga y Néstor Baudano. Completan esa nómina los civiles Alfredo
Silva, Pablo Camps y Santiago Houston, este último funcionario de Aduanas comisionado en
un juzgado vecino al de la jueza, el de Ricardo Bustos Fierro.
El trabajo de la magistrada y la fiscal anticipa que ese número podría ampliarse en los
próximos días.
|