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Goles de França, Carlos Miguel, Marcelinho y el arquero Rogerio para San Pablo. Descontó Romeo. Fue expulsado Ariel López.
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 San Pablo
fue mucho más que San Lorenzo de salida nomás. Al minuto, el goleador França no llegó
a conectar con justeza el centro después de un desborde desde la derecha. A los cinco,
Campagnuolo debió esforzarse para salir apresuradamente a los pies de Marcelinho y
conjurar el último toque del volante. Y a los diez, después de una larga sucesión de
pases, llegó vacío a espaldas de Morel el volante por derecha Carlos Miguel y después
de pararla con el pecho y con todo el tiempo, resolvió ante Campagnuolo a voluntad. 1-0 y
San Lorenzo casi no la había tocado.Los de Ruggeri se plantaron ayer con cuatro en el fondo, alternándose las posiciones en el centro de la defensa entre Ortiz y Córdoba, el único que se desprendió –y bien–; en el medio, el empeñoso Adrián González por derecha y los inexpresivos Tuzzio –no se vio ni en la contención ni en ataque– y Francos. Estuvo demasiado solo Borrelli como enganche pese a los esfuerzos de López que bajaba a ayudar –terminó haciéndose echar por perseguir defensores– y arriba, aislado, Romeo. Enfrente, un equipo tocador y de andar pausado que tuvo en el medio a los mejores: Vagner, Souza, Marcelinho fueron dueños y señores. Proyectó de vez en cuando a los laterales alternativamente y buscó con paciencia y sin pelotazos. Con eso, muy poco, al equipo de Carpegiani le alcanzó, sobre todo porque después de una mano de Paredes, Rogerio –el arquero– embocó un tiro libre notable y enseguida Ariel López se fue expulsado. Todo se presentaba muy fácil para la segunda parte. Y así fue. San Lorenzo en ningún momento pudo torcer el trámite, pese a que Ruggeri intentó los cambios de Estévez y Gallardo. No había con qué y el equipo argentino llegó incluso menos que en el primer tiempo. Así aumentaron las diferencias, primero tras gran jugada de França, después a través de un nuevo desborde de Emerson que conectó Marcelinho sin dificultad. Y pudieron ser más. El descuento de Romeo tras centro de Estévez fue como para señalar que el actual puntero del Apertura todavía podía dar pelea en la Mercosur. Será en los próximos partidos. Todavía falta.
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