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“Recibí ofrecimiento de varios
emisarios de Duhalde y Ruckauf”

Patti sigue atormentando a Duhalde. El gobernador amenazó con echar del PJ a él y a quien lo apoye. El ex policía dice que mantendrá su candidatura y bravuconeó que le ganará a Ruckauf.

Ni el duhaldismo ni Ruckauf fueron ajenos a las negociaciones para intentar que Patti resigne.
“Yo no represento ni soy una operación de nadie”, dice el ex subcomisario exonerado de la policía.

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Por Fernando Almirón

t.gif (862 bytes) Eduardo Duhalde se puso al frente de la ofensiva para dejar fuera de la carrera electoral al ex subcomisario Luis Patti, y absorber parte del 15 por ciento de los votos que las encuestas le adjudican al dirigente de la Unidad Peronista. El gobernador buscó socavar la estructura política de Patti en la que milita un buen número de afiliados del PJ, al advertirles que “todos los que se presenten en listas no autorizadas por el Congreso provincial serán expulsados por cinco años del partido en forma automática”, Patti entre ellos. La advertencia duhaldista llegó una vez agotadas las gestiones de sus emisarios, quienes invariablemente reportaron el fracaso de sus negociaciones. A los enviados del menemismo no les fue mejor: “Pensábamos que podíamos negociar con el duhaldismo a través de Patti, pero el hombre no quiere saber nada”. En diálogo con Página/12, Patti insistió en que no se baja de su candidatura aunque se lo pida Menem, y aseguró: “De mínima salimos segundos, arriba de Ruckauf”.
Aunque el ultramenemista Antonio Cassia reconoció anteayer haber mantenido con Patti una serie de conversaciones para negociar su declinación como candidato a gobernador –en las que se habría mencionado la posibilidad de que el intendente de Escobar ocupe el segundo lugar en la fórmula del PJ bonaerense–, Carlos Menem negó avalar la gestión del sindicalista. Y tomó distancia, con lo que avaló al intendente.
Sin embargo, según fuentes cercanas al Gobierno, el Presidente en realidad no es ajeno a la operación que busca bajar a Patti. Así como tampoco lo es Ruckauf, quien apeló a Olivos –donde se gestó el lanzamiento político de Patti– para desactivar la candidatura del ex policía.
Las negociaciones entre unos y otros giraron en torno del precio político que el duhaldismo y el propio Ruckauf estaban dispuestos a pagar a cambio de los buenos oficios menemistas. Y Carlos Corach se ocupó de subir la cotización cuando el miércoles instaló el tema de la candidatura de Patti desde las primeras horas de la jornada.
El ministro repitió su táctica ayer, cuando reiteró que “los peronistas debemos unificar nuestros esfuerzos y sería interesante que en la provincia de Buenos Aires pasara lo mismo”.
Duhalde fue menos diplomático y amenazó con hacer expulsar de las filas del PJ a todos los afiliados que se sumen a las listas no autorizadas por el Congreso partidario de la provincia. La amenaza estuvo dirigida al propio Patti, quien si bien renunció a su afiliación cuando formó su propia agrupación política, ésta no fue aceptada por el partido y por lo tanto merecería la expulsión.
Patti parece haberse convertido en una adversidad fuera del control político de los máximos dirigentes justicialistas. Incluso sus inspiradores.
–Patti, si Menem se lo pide públicamente, ¿resignaría su candidatura?
–Terminantemente no, aunque él me lo pida. Nosotros hemos crecido con una gran mística y no podemos romper con esa mística ahora.
–Antonio Cassia, un hombre de Menem, habló con usted para negociar su regreso a las filas del PJ.
–Sí, por teléfono. También recibí ofrecimientos de emisarios que decían venir de parte de Duhalde y Ruckauf. Pero sus propuestas, de todo tipo, nunca fueron oficiales.
–¿Usted cuenta con el respaldo político de Menem?
–La última vez que hablé con él fue cuando lo llamé para saludarlo por el Día del Amigo. Yo no represento ni soy una operación de nadie.
–Duhalde dijo ayer que expulsará del PJ a todos los que integren listas no autorizadas por el partido. Esto lo incluye a usted y a los justicialistas que figuran en las listas de Unidad Bonaerense.
–No soy prisionero de ninguna afiliación. Pero respecto a los demás, yo no creo que Duhalde, que es un buen hombre, un hombre democrático, quiera proscribir a gente que trabaja por la democracia. Eso sería un error. –Usted sabe que no tiene posibilidades de ganar la elección.
–Tenemos el 22 por ciento de intención de votos. Los tres candidatos tenemos las mismas posibilidades de ganar como de perder. Nosotros buscamos ganar. Y como mínimo entramos segundos. La lógica indica que le ganamos a Ruckauf. Y yo creo que vamos a salir primeros y que va a aumentar el voto en blanco para los candidatos presidenciales.
—Si le ofrecen encabezar la lista del justicialismo, ¿aceptaría?
–Yo ya soy el único candidato del peronismo.

 

Prescripción oportuna

El subcomisario Luis Patti tiene un escollo menos que superar en su carrera hacia la gobernación de Buenos Aires. La Suprema Corte de la provincia declaró prescripta la causa penal por apremios ilegales que tenía pendiente el candidato de la mano dura. El expediente se inició en 1990, cuando Mario Bárzola y Miguel Guerrero denunciaron que fueron privados de su libertad y torturados en la comisaría de Pilar. Los peritos del Cuerpo Médico Judicial comprobaron que los detenidos fueron víctimas de la picana eléctrica. La acusación llevó al subcomisario entre rejas, pero por muy poco tiempo. Más que eso, instaló su imagen en la opinión pública. El fallo fue firmado por los ministros Ernesto Ghione, Héctor Negri, Guillermo San Martín, Juan Manuel Salas y Alberto Pisano y se fundó en cuestiones procesales. La resolución coincidió con una en el mismo sentido que había dictado la Cámara Penal de San Isidro. En ese momento, la Fiscalía apeló la decisión y la causa ingresó a la Corte provincial. El procurador Eduardo De la Cruz también había considerado que el expediente debía proseguir.


 

REUNION DEL DUHALDISMO “PROGRE” EN TANTI
El fantasma de la derrota y Menem

Por Felipe Yapur Desde Tanti, Córdoba

t.gif (862 bytes) El objetivo explícito de la convocatoria fue analizar y promover propuestas para construir el nuevo modelo. El modelo que en algún momento declamó Eduardo Duhalde. Pero sobre los participantes del encuentro que convocó en la provincia mediterránea, y que se conoce como el grupo Calafate, sobrevolaron dos fantasmas: una posible derrota del justicialismo y, por otra parte, la imperiosa necesidad de articular alguna estrategia, para ofrecerle hoy a Duhalde cuando llegue para cerrar el encuentro, y así transformar una realidad que parece empecinarse en ser adversa para el candidato del PJ.
Poco más de medio centenar de intelectuales peronistas, que llegaron hasta la colonia de vacaciones que posee el Banco Provincia en Tanti, dejaron entrever en sus aportes el malhumor que les provoca un escenario de derrota y un gobierno de Fernando de la Rúa. Pero también se pudo palpar la “bronca y rabia” que generaron las últimas declaraciones del presidente Carlos Menem sobre que él era el mejor candidato del PJ. “Erosiona la voluntad del peronismo para trabajar por el triunfo del 24 de octubre”, fue la expresión que sintetizó la sensación de la mayoría y que disparó durante el debate uno de los organizadores del encuentro, Julio Bárbaro.
Y fue así que una vez más Menem logró colarse en cada una de las exposiciones de los participantes. Algunos con benevolencia, como el ex candidato a vicegobernador del menemismo por Río Negro y derrotado en la interna de esa provincia, Pablo Boholovsky, quien intentó hacer un resumen de los logros obtenidos por la gestión menemista en el área educación. La respuesta la protagonizó el sociólogo y ex presidente de la FUA en los años setenta, Miguel Talento, quien de paso presagió: “La gente está harta de Menem y de su espectáculo dantesco. Por ello, si no decimos qué haremos ante una nueva devaluación de Brasil, qué pasará con la convertibilidad y la competitividad de los productos argentinos, entonces perderemos las elecciones y (Fernando) De la Rúa será presidente”.
Pero la frase de Talento también sonó a un pedido, a una invitación a la acción para evitar el temporal. La respuesta del grupo que lidera el gobernador santacruceño, Néstor Kirchner, todavía no llegó. Cada participante fue aportando datos, cifras que demuestran el estado actual de la Argentina de Menem. Lo que algunos de los convidados extrañan es la participación de los que fueron protagonistas del primer encuentro en Calafate como el abogado laboralista del MTA, Héctor Recalde. Pero también sorprendió la presencia del vocero del senador Antonio Cafiero, Carlos Campolongo y, la incorporación –prevista para hoy– de un herido de la campaña electoral, el ex ministro de Justicia bonaerense, León Arslanian.

 

Peronismo y desempleo

El segundo encuentro del grupo Calafate tuvo en su primer día dos puntos de discusión. En primer lugar fue la sociedad y el modelo cultural. Pero luego comenzó un tema más espinoso, los cambios en el mundo del trabajo. Fue aquí donde uno de los organizadores del encuentro, el abogado laboralista Carlos Tomada, planteó la retirada del Estado del mundo del trabajo: “Hay que retomar con fuerza el rol del Estado y las políticas públicas. Esto lo puede hacer el justicialismo a través de la recuperación de su identidad como generador de la justicia social. Necesitamos un Estado activo que fortalezca a los nuevos y permanentes actores sociales para terminar con la explotación que se generó a partir de la permanente flexibilización laboral”.

 

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