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En Gobierno-match, Bello sacudió
a Solé y él la sacó de los pelos

Los secretarios de Estado Claudia Bello y Miguel Solé se enfrentaron por una partida de un millón de dólares. Ambos fueron reducidos por el jefe de la Casa Militar, el brigadier Juan Vázquez. Los detalles.

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Solé, secretario de Control Estratégico.

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Claudia Bello, secretaria de la Función Pública.


Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) Ella irrumpió en la oficina de él a los gritos, le tiró todo lo que había sobre su escritorio y lo insultó. El, cuando vio que ella llevaba su mano a la cartera, le torció el brazo, la agarró de los pelos y la sacó de su oficina. Afuera, ella, ayudada por cuatro colaboradores pudo librarse y extraer de su cartera el arma impensada: un gas paralizante que arrojó en la cara de él. Los protagonistas de este incidente no son actores de telenovela. Ella es Claudia Bello, secretaria de la Función Pública y él es Miguel Solé, secretario de Control Estratégico de la Jefatura de Gabinete.
La “riña”, revelada a Página/12 por colaboradores de Solé y Bello, se inició ayer cuando la funcionaria salió de sus oficinas de San Martín y Diagonal Norte acompañada por cuatro laderos, de considerable tamaño, rumbo a la Casa Rosada. Entró por la explanada como lo hacen todos los funcionarios y se dirigió a las oficinas de Solé donde, sin anunciarse y dejando a los secretarios y secretarias del segundo del jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, con la boca abierta, ingresó al despacho de éste y de un portazo clausuró toda intromisión.
Bello insultó a Solé, reclamándole que le entregara una partida de un millón de dólares que dispuso el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que el Estado argentino continúe los trabajos de prevención del denominado “Efecto 2000”, en los sistemas informáticos. Según Bello, la jefatura de Gabinete, por orden expresa de Rodríguez, le negaba esa partida. Pero en la oficina de Solé aseguraron que sólo se estaba cumpliendo con los trámites burocráticos antes de girarle el dinero.
Ya dentro del despacho de Solé, la ex candidata a senadora porteña insultó al funcionario pampeano, le tiró todo lo que había sobre su escritorio, mientras seguía atacándolo verbalmente. Solé le contestó y cuando vio que Bello llevaba su mano a la cartera, la tomó del brazo y se lo torció hacia la espalda, como una toma policial, la agarró del pelo y la sacó de su despacho.
Al ver a su jefa en problemas, los cuatro colaboradores de Bello se abalanzaron sobre Solé, quien contestó con un puñetazo hacia uno de los grandotes. A partir de allí, los secretarios de Solé salieron en su ayuda, pero no pudieron hacer nada para evitar que su jefe recibiera una trompada de la propia Bello, quien luego le arrojó gas paralizante en la cara.
Una de las secretarias de Solé llamó al personal de seguridad, que se acercó a la oficina pero no intervino, dejándole el problema al jefe de la Casa Militar, brigadier Juan Manuel Vázquez, quien logró llevarse a Bello y a Solé a su despacho. El funcionario de Jefatura de Gabinete fue sostenido todo el viaje por un colaborador ya que aún estaba bajo los efectos del gas paralizante.
Solé ya había protagonizado discusiones con la ex ministra de Educación, Susana Decibe, y con la secretaria de Equidad Fiscal y Social de la jefatura de Gabinete, Carola Pessino.
El jefe de los edecanes militares le dio aviso del incidente al presidente Carlos Menem, quien según dijeron a este diario fuentes oficiales, perdió rápidamente la calma que se había ganado en un día de descanso. Finalmente, laudó en favor de una de sus favoritas y ordenó que se le entregara el millón de dólares que reclamaba.

 


 

la alianza incomoda por el cafe de nosiglia en recoleta
“No tenemos idea de qué hacía”

t.gif (862 bytes) Como si no lo conocieran, los principales dirigentes del radicalismo porteño intentaron ayer despegarse de la figura de Enrique “Coti” Nosiglia, luego de que Página/12 lo retratara tomando un café en La Recoleta junto al jefe de los espías, Hugo Anzorreguy, y al juez acusado de presenciar torturas Pablo Bruno. Fuentes cercanas al dirigente radical quisieron demostrar que Nosiglia no conocía al magistrado.
El discurso fue el mismo en todos los casos. “No opinamos”, señalaron en el Comité Capital. “No sé nada”, respondió Jesús Rodríguez, líder del Ateneo del Centenario, una línea interna de la UCR de la Capital enfrentada al Cambio Radical que capitanea Nosiglia. En el comité de campaña de la Alianza se preocuparon por destacar que el Coti no tiene ninguna injerencia en el diseño de la campaña de la coalición. Su titular, Rafael Pascual, señaló a este diario: “No tengo idea de qué estaba haciendo”.
Carlos “Chacho” Alvarez no quiso opinar. El jefe del Frepaso tiene un enfrentamiento histórico con el ex ministro del Interior de Raúl Alfonsín. En diciembre de 1998, Nosiglia le inició una querella por calumnias e injurias después de que Alvarez lo acusara de gestionar “negociados políticos” y lo calificara como el ideólogo de un pacto entre Carlos Menem y Fernando de la Rúa. A pesar de que con el paso del tiempo los dos dirigentes convivieron en la Alianza, no se pueden ver ni en figuritas y evitan cualquier contacto personal.

 

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