Por Irina Hauser y Raúl Kollmann El hilo empezó a cortarse por
lo más delgado. Ayer se informó oficialmente que fueron detenidos dos agentes -.todavía
ningún oficial de la Policía Federal, a quienes se acusa de haber participado en
la banda que protagonizó varios importantes robos de bancos porteños. Los dos
uniformados fueron los que les abrieron las puertas a los otros integrantes de la
organización delictiva. Se confirmó así la revelación hecha por Página/12 el 30 de
junio pasado y que causó verdadera conmoción: los sofisticados asaltos de bancos de los
últimos tiempos contaron con inteligencia y participación policial. Expertos que han
seguido la pesquisa que lidera el juez Marcelo Luccini sostienen que en la banda hay
hombres de mayor rango de la Federal metidos en los robos, pero todavía no han sido
detenidos.
El 20 de abril pasado, Claudio Alberto Vallejo, agente de policía adicional de 24 años,
abrió las puertas del Banco Supervielle, sucursal Recoleta, para que sus cómplices se
llevaran unos 50.000 pesos. Vallejo no accionó la alarma a tiempo ni impidió que los
individuos entraran a la oficina del gerente. Ahora se le imputa robo en banda con armas,
un delito que tiene una pena que va de los cinco a 15 años de prisión.
Lo más llamativo es que después de aquel robo, Vallejo pidió una licencia y en su lugar
fue enviado como reemplazante para hacer la custodia del banco otro integrante de la
banda, el agente Ramón Zoccoli, de 25 años. Este integrante de la fuerza ayudó en la
concreción del
segundo robo en el banco, esta vez con un botín de 123.000 pesos. O sea que la custodia
del Supervielle Recoleta, digitada por algún oficial, pasó de un delincuente a otro. Es
más, todo hace pensar que Vallejo usó su licencia para participar del robo, pero ya no
abriendo las puertas, sino dando apoyo a la operación.
Se sabe que hay un tercer detenido, Juan Carlos Larrea, un colaborador de la banda, pero
además la policía dice que hay otros dos individuos identificados, que responden a los
apelativos de Pato y Fredy.
Tal como reveló este diario, la División Asuntos Internos de la Policía Federal tuvo
que ponerse a trabajar en la investigación de varios grandes robos ocurridos en la
Capital Federal ante la evidencia de que en esos asaltos los delincuentes contaban con la
máxima información, presuntamente originada en las custodias y en la División Seguridad
Bancaria de la fuerza. Los delincuentes sabían todo sobre las alarmas, la cantidad
de gente, la ubicación de las cámaras, los tesoros. No fueron robos hechos por bandas
fuertemente armadas, sino que la clave estuvo en los datos que tenían, al punto que se
llevaron incluso los casetes del circuito interno de televisión, explicó un
fiscal.
Cuando Página/12 hizo pública esa línea de investigación, hubo una reacción inicial
adversa de los mandos de la fuerza, pero finalmente tanto el ministro del Interior, Carlos
Corach, como el jefe de la Policía Federal, Pablo Baltazar García, admitieron lo
anticipado por este diario: efectivamente había una pesquisa en marcha sobre varios
hombres de la fuerza, aunque se escudaron en la vieja frase de que no se puede
descartar que haya participado personal policial. Un mes y medio más tarde se
produjeron las primeras detenciones de uniformados, aunque todavía de baja graduación.
Es una banda grande reveló anoche una fuente de Tribunales-.. Estamos
trabajando para realizar más detenciones.
¿Hay otros policías en la banda? preguntó este diario.
No queremos revelar nada fue la respuesta de la fuente.
Todo indica que los dos hombres presos fueron sucesivamente asignados al lugar por
algún oficial insistió Página/12.
No queremos revelar nada dijo la fuente, dando por terminado el diálogo. La
investigación de los robos al Banco Supervielle está dando sus primeros pasos y habrá
que ver los puntos de contacto con otros dos grandes robos ocurridos en aquellos últimos
días de mayo, en la Banca Nazionale del Lavoro y en el Banco Ciudad. Aquella oleada puso
sobre el tapete una durísima polémica: en la SIDE sostenían que los hombres implicados
eran únicamente de la Federal; en la fuerza azul decían que también ex agentes de la
SIDE formaron parte de las bandas. Habrá que ver hacia dónde sigue ahora la pesquisa.
Claves Ayer
fueron detenidos dos policías federales por su relación con los robos de bancos
ocurridos en Capital Federal.
En asaltos al Banco Supervielle, como en otros ocurridos a fin
de mayo, los delincuentes contaban con información sofisticada y hasta se llevaron los
videos del circuito interno de seguridad.
Los dos detenidos eran custodios y facilitaron el ingreso de la
banda.
Página/12 adelantó que se estaba investigando a policías,
relacionados con las custodias y la División Seguridad Bancaria. Esto se confirmó ayer.
Por ahora, las detenciones son de suboficiales. Existen
indicios de que en las bandas hubo oficiales.
Los robos investigados
Los robos que están bajo la lupa de los investigadores se
cometieron en tres bancos.
El 21 de mayo, dos ladrones se llevaron 927.000 mil pesos del Banco Ciudad de la
calle Esmeralda al 600. Entraron como si nada a las siete de la mañana, vestidos de civil
y sin ocultar sus rostros. Les bastó con atravesar una reja que separa el banco de un
patio interno, para ingresar al edificio y acceder al tesoro sin que nadie se diera
cuenta. Conocían perfectamente el lugar y las medidas de seguridad.
El 27 de mayo, con trajes de trabajo y explicando que iban a arreglar el sistema de
calefacción, cuatro hombres entraron por la puerta principal de la Banca Nazionale del
Lavoro, en plena calle Florida. Encerraron a los empleados en un baño y se llevaron la
bonita suma de 1.900.000 pesos. También conocían las medidas de seguridad y los
movimientos de la gente.
En abril y en mayo, se produjeron también sendos robos al Banco Supervielle,
sucursal Recoleta. En total, los ladrones -.vestidos de policías-. se quedaron con casi
200.000 pesos. Ingresaron a las seis y media de la mañana, esperaron la llegada del
contador y después se fueron llevándose los videos del circuito interno de televisión.
La disputa con la SIDE
Los sospechosos robos de abril y mayo produjeron una dura
controversia entre la Policía Federal y la SIDE. Además, hubo una fuerte polémica por
la cuestión de seguridad entre el Gobierno y los bancos.
Tras lo publicado por Página/12 la Policía Federal reconoció que hombres de su
fuerza eran sospechosos. No se trataba de los robos-express, o sea asaltos rápidos donde
se llevan el dinero de los cajeros, ni grandes robos perpetrados por bandas fuertemente
armadas. Estos robos fueron distintos: hubo información detallada sobre las medidas de
seguridad, lo que apuntaba a la participación de policías, especialmente de la División
Seguridad Bancaria. De todas maneras, la Federal sostenía que ex hombres de la SIDE
estaban en las bandas.
La SIDE registraba como antecedente el caso del famoso robo de los boqueteros,
ejecutado por ex espías de la Secretaría. No obstante, en la SIDE aseguraban que los
asaltos fueron obra de hombres de la Federal, no de sus ex agentes.
Al Gobierno los robos le vinieron como anillo al dedo. La Secretaría de Seguridad
insistía y finalmente consiguió que se implementaran nuevas medidas en los
bancos, obligando a las instituciones financieras a comprar costosos equipos de seguridad.
Los bancos aseguraban que detrás de la presión del Gobierno había un negociado. |
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