Por Pedro Lipcovich “Nos encontramos mañana
en el faro de Puerto Madero” podría ser una frase del próximo milenio. Inaugurar el
faro el 31 de diciembre es la propuesta más ambiciosa del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires; también se proyecta una exhibición de luz, color y sonido desde barcos, que se
presenciaría en toda la Costanera Sur. En realidad, y como se trata de la Argentina,
todos estos proyectos son –borgeanamente– conjeturales, ya que dependen de que
aparezcan, en calidad de sponsors, empresas privadas. Lo seguro es que, además de fiesta
en la Costanera, va a haber espectáculos musicales en 20 plazas, y el Gobierno promete
apoyar a las entidades vecinales (ya son más de 100) que organicen festejos barriales.
Ayer, con la presencia de Fernando de la Rúa, fue presentado oficialmente el cronograma
de actividades por el fin de milenio sin falsas modestias: “Vamos a dejar al Señor
Universo con la boca abierta”.
“Elegimos el Planetario porque sugiere la dimensión universal del
acontecimiento”, explicó el jefe de Gobierno porteño, Fernando de la Rúa. A juzgar
por el espectáculo que precedió a su alocución, el próximo milenio será ligeramente
kitsch: bajo las estrellitas amarillas de la bóveda, al son de una música cósmica, bien
new age, una voz solemne anunció que “para una galaxia, un cambio de milenio es como
el caer de una hoja; el Señor Universo se ríe de nosotros y nos señala con su dedo
rojo”, y, en efecto, un reflector de ese color barrió a la concurrencia. “Nada
de lo que hagan ustedes podrá sorprenderme, dirá el Señor Universo, ¡pero vamos a
dejar al Señor Universo con la boca abierta!.”
De la Rúa, más prudente, explicó que “hay un acuerdo entre las principales
ciudades del mundo para anunciar antes del 1º de setiembre el programa de celebraciones
del 2000”, y enseguida previno: “Son días difíciles...”.
Tan difíciles son los días que, según explicó a Página/12 Cecilia Felgueras,
secretaria de Promoción Social de la Ciudad, “la magnitud de los eventos dependerá
de la cantidad de empresas cuyo apoyo consigamos: esperamos que este lanzamiento sirva
para que más empresas se entusiasmen”. Para el 31, “la idea es descentralizar:
programamos 20 festejos en distintas plazas, con espectáculos musicales y fuegos
artificiales. Por comodidad y también por seguridad, nos parece que la gente puede
preferir brindar en su casa y después ir a celebrar cerca, en su mismo barrio. No
queremos correr el riesgo de un festejo central donde vaya tanta gente que no pueda
disfrutar”, explicó la funcionaria.
Felgueras anunció que “vamos a facilitarles las cosas a los vecinos que, para
festejos barriales, quieran cortar una calle u ocupar una cuadra. Por ejemplo, frente a la
placita de Serrano y Honduras, donde los bares proyectan abrir toda la noche, nosotros
trataremos de ofrecer seguridad y equipos de sonido”.
De todos modos habrá un punto de referencia central: “Toda la Costanera se
convertirá en un corredor artístico, con espectáculos y música callejera. La idea es
contar con algunos barcos y hacer un gran espectáculo de luz, sonido y color, todo de
cara al río”, anticipó la secretaria de Promoción Social. El Faro fue anunciado
por fuentes del gobierno porteño que (paradójicamente) prefirieron permanecer en las
sombras: “Va a estar en uno de los extremos de Puerto Madero: será para el Siglo XXI
lo que el Obelisco fue para el siglo XX, y se encenderá por primera vez el 31 a
medianoche. Pero depende de que haya sponsors”.
En el cronograma de festejos se destaca Arte 2000, megaexposición de las artes plásticas
del último siglo en la Argentina. “En el Museo Sívori se hará la muestra de
pintura 1900-1930, y el período 1930-2000 ocupará todo el Centro Cultural
Recoleta”, anunció Felgueras. La megamuestra comenzará el 7 de diciembre. Desde
enero, parte de la exposición circulará por otras capitales; las confirmadas son París,
Roma y México.
También para diciembre se anuncia Escultor 2000, un concurso de escultura donde el
público podrá presenciar la ejecución de los trabajos.Cine 2000 empezará en setiembre:
incluirá una retrospectiva del cine de este siglo y 12 preestrenos de jóvenes
realizadores. La primera actividad prevista es Colectividades 2000, celebración del Día
del Inmigrante, el 4 y 5 de setiembre en avenida Sarmiento y avenida Del Libertador.
ESPERABA GEMELOS PERO LE DIERON UN SOLO CHICO
El fantasma del bebé robado
El hombre
caminaba ansioso por los pasillos de la clínica Los Cedros, en Villa Madero, donde
estaban por nacer sus hijos gemelos. Así se lo habían anunciado los médicos según los
análisis y las ecografías. Pero la puerta de la sala de partos se abrió y la noticia
fue otra: tras la cesárea había nacido un solo bebé. La explicación fue que hubo un
error: que el embarazo en realidad era de un solo niño. El hombre no quedó convencido e
hizo la denuncia policial por “robo de bebé”. Anoche, la clínica terminó
allanada.
El nacimiento ocurrió el miércoles por la tarde, en la clínica ubicada en Domingo
Millán al 20, de la localidad de Tapiales, donde Delicia Ruiz ingresó para que le
practicaran una cesárea, acompañada de su esposo, Osvaldo Roberts. Pero en la madrugada
de ayer, Roberts terminó en la comisaría de Lomas del Mirador.
Anoche, por orden del fiscal de San Martín Daniel Sueiro, a cargo de la causa, personal
judicial y policial realizaron un allanamiento en la clínica Los Cedros. Allí se
interrogó a los denunciantes, a los testigos y se realizaron pericias para determinar si
hubo embarazo doble o un error en el diagnóstico. También se secuestraron los restos de
la placenta, cinco ecografías y la historia clínica de Ruiz.
El padre contó que en el último diagnóstico por imágenes efectuado a su esposa, la
mañana antes del parto, los médicos les informaron que se veían los gemelos y que
estaban ubicados enfrentados por las caras. Este mismo diagnóstico había sido dado por
los especialistas en las ecografías anteriores.
Por su parte, el director del sanatorio, Alberto Rodriguez Cetrán, descartó toda
posibilidad de un robo de bebé. El médico aseguró que “al momento de la cesárea
la mujer estaba despierta, el padre estaba cerca, había muchas personas en el quirófano
y además hay seguridad en el lugar, para prevención de hechos como robos de
bebés”. Rodríguez Cetrán evaluó la posibilidad de que se tratase de un error en
las ecografías.
Entretanto, Roberts aseguró que esperaba que fuera la Justicia la que determinara la
verdad. “Yo escucho a los médicos pero no puedo comprenderlos; ahora espero que sea
la Justicia la que me diga que pasó”.
Mientras la Justicia actúa, Delicia Ruiz continúa internada en la habitación 205 de la
clínica.
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