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Por Horacio Cecchi El trámite fue breve. En dos horas y media, la Comisión Bicameral de Seguridad bonaerense dio por terminada la reunión con el ministro de Justicia y Seguridad Osvaldo Lorenzo, que empezó como una virtual interpelación y que derivó en un programa dominguero de preguntas arrojadas al vacío. Lorenzo, que se negó a hablar con el periodismo hasta terminada la reunión, defendió luego en conferencia de prensa las designaciones de ex comisarios de la Maldita Policía: "No estuvieron involucrados en nada importante", argumentó. Una hora antes, a los legisladores opositores de la Bicameral también se les cayó la mandíbula cuando Lorenzo les confió: "Pero, si igual, yo estoy por noventa días". Lorenzo fue citado por la Bicameral el pasado lunes 16, a instancias de los legisladores aliancistas, preocupados por la difusión de las ideas del ministro de iniciar una contrarreforma policial, corroborada por nombramientos de ex comisarios descabezados de la cúpula de la Maldita Policía. El clima prerreunión se espesó el miércoles 18 cuando se hizo pública la carta enviada a la Bicameral firmada de puño y letra por el presidente del Tribunal de Casación, Federico Domínguez, en la que su autor mostraba preocupación por la dirección que tomaba la administración Lorenzo. En ese marco, la reunión informativa con la Bicameral apuntaba, en los hechos, a una verdadera interpelación. Hasta las 17.45 de ayer, ésa era la idea de los senadores Eduardo Sigal (Frepaso) y Diego Rodrigo (UCR) --en representación de Eduardo Florio--, y los diputados frepasistas Alejandro Mosquera y Aldo San Pedro y el radical Daniel Salvador. Un minuto después, comprendieron que estaban en un error. La batería de 200 a 300 preguntas no tuvo eco. "Tiene un desconocimiento supino --aseguró a este diario Sigal--. No tiene la más remota idea del Código de Procedimientos, se lo confundía con el Código Penal. Mencionó que había tres cárceles nuevas y sólo se acordaba de dos". --Lorenzo, ¿usted sabe que (Héctor) Lufrano fue defensor de delincuentes pesados? --le arrojaron durante la rueda, en relación a su secretario de Seguridad, en algún momento defensor del "Gordo" Valor. --Sí, sí --respondió el ministro de Justicia y Seguridad--. Es muy bueno que esté en la función pública porque tiene mucha experiencia. Cada tanto, el senador Horacio Román (PJ) intervino para darle aire. No obstante, desde el oficialismo no pudieron evitar que una de las salidas de Lorenzo fuera confesar a la mesa que "estoy en el cargo por noventa días". De todos modos, "defendió las designaciones de ex comisarios severamente cuestionados como Daniel Rago, hermano de Jorge, detenido por el caso AMIA, y vinculado a Ribelli; Claudio Smith, uno de los dilectos de Mario Naldi, el ex hombre fuerte de Narcotráfico Zona Norte; Oscar Viglianco, famoso por el caso Cabezas", dijo Mosquera. "Me manejo como en la Justicia, mientras tengan el expediente limpio no voy a desconfiar de ellos", insistió Lorenzo. "¿Pero sabe que los legajos malos nunca están cerca del poder, y que hay que desconfiar de los limpios?", le preguntó Mosquera. "Sí, sí --intentó tranquilizar Lorenzo--. Pero yo lo voy a analizar concienzudamente". Un rato después, a los periodistas les diría que "no estuvieron involucrados en nada importante". Lorenzo aseguró no estar enterado de la investigación que realiza sobre su actuación como juez federal de Zárate el Procurador General Nicolás Becerra, y agregó: "La APDH está en todo su derecho de pensar como quiera".
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