Por Julio Nudler ¿Qué piensa de la
actuación del juez Lorenzo en su caso?
La Cámara Federal de San Martín fue lapidaria con él. A pesar de que nos
presentamos al juzgado y ofrecimos toda nuestra cooperación, nos dieron 48 horas para
llevarles la documentación. La presentamos en término, pero ese mismo día Lorenzo
mandó allanar con más de treinta personas mi casa, donde vivo con mis dos hijitas. Fue
personal de la Policía Aeronáutica Nacional, de la SIDE, de la División Drogas
Peligrosas, un operativo impresionante para una casa de 150 metros en el country Los
Cardales. Viví tres meses de angustia, sin contacto con mi familia.
Usted condujo Impositiva. ¿Qué opina de su proceder?
Le hemos pedido a la Cámara que investigue la violación del secreto de sumario, ya
que la DGI les dijo a los medios que había un fraude multimillonario. Lo hizo alguien que
ni siquiera es funcionario de Impositiva, sino contratado del Banco Mundial...
¿Quién?
Pedro Kondratiuk. El no está autorizado a acceder a secretos tributarios.
Pero es un estrecho colaborador de Carlos Silvani, titular de la AFIP...
No pertenece a la planta de la DGI. Es un caso parecido al de los ñoquis. Algún
día habrá que investigar cuántos de estos funcionarios del Estado paralelo tienen
sueldos que son pagados como honorarios para que cumplan tareas específicas y terminan
desviándose de sus funciones.
¿Y de Lorenzo qué más piensa?
Nos mandó detener en lugar de llamarnos a declarar. En lugar de analizar nuestra
documentación allanó innecesariamente nuestros domicilios, incluyendo el de mi madre,
que nada tenía que ver con esta historia. Todo esto lo dice la Cámara. La documentación
no la leyó. Ni siquiera la abrió. No nos dio posibilidad de defensa ni acceso a la
causa. A los detenidos los incomunicaron, sometiéndolos a un trato vergonzoso. El único
objetivo de Lorenzo fue hacer daño.
¿Por qué no acató la orden de captura?
Porque me acogí al derecho que la ley le da a quien siente que no están dadas las
condiciones para ejercer su defensa. Si yo hubiera caído preso y sido primera página de
los diarios, ¿cómo hubiéramos hecho para explicarlo, quién me hubiera restituido esos
tres meses de mi vida? ¿Cómo me hubiera juzgado la sociedad al verme esposado?
¿Cómo fueron los procedimientos?
Estamos ante una causa en la que se ignoraron todos nuestros derechos. Jamás se nos
dijo de qué se trataba, qué se nos imputaba. Durante todo el tiempo que duró nuestro
pedido de exención de prisión y la apelación ante la Cámara ante la denegatoria del
juez Lorenzo, éste tenía cerrada, sin abrir, toda la documentación que le habíamos
presentado. Luego la Cámara analiza esta documentación y la aportada por DGI y Aduana,
da su interpretación y el juez sigue sin leer ni siquiera el fallo de ese cuerpo, porque
continúa describiéndole a los diarios una operación inexistente.
¿Ve algo político en este asunto?
Fui durante tres años y medio director de Impositiva. Creo que el uso de la
función pública y de organismos del Estado para embarrar el juego político y
desprestigiar a personas de la oposición en plena campaña electoral es una práctica de
la que hombres como Silvani deberían prescindir.
¿Qué sugiere, que Silvani cumplió instrucciones?
La AFIP no respetó uno solo de los procedimientos que correspondían. Hizo todo al
revés del manual. La Cámara tuvo que hacer al final el trabajo que ni Lorenzo ni Silvani
hicieron.
¿Esto es habitual en la AFIP, o se ensañaron con usted?
No tengo dudas de que se ensañaron especialmente conmigo. Me siento víctima de una
persecución política.
¿Porque la gente lo asocia con el último gobierno radical?
Sí. O tal vez también porque yo fui quien denunció el affaire KonerSalgado, y
este gobierno quiere ser el dueño de ese caso. Durante toda la gestión de Menem fui
perseguido. En el Código Penal anterior, la mera resolución de un juez llamándolo a uno
a prestar declaración indagatoria, sin fundarla, implicaba el procesamiento. Hoy esto ha
cambiado, y el procesamiento requiere una resolución fundada, que es apelable. Bajo las
condiciones anteriores, yo tuve tres procesos penales durante este gobierno. El primero
por el juez Uboldi en la causa Condecor, referida a mi actuación como director del Banco
Central (1983 a 1985). Después de dos años, en marzo de 1992, fui sobreseído. En julio
de ese año fui procesado en dos nuevas causas, por Servini de Cubría y por Wechsler
(sucedido luego por Ballestero), con el mismo método: por la venta del Banco de Italia,
que ocurrió dos años después de que yo dejara el BCRA, y por la denuncia de
Koner-Salgado (como director de Impositiva). Por el Italia fui sobreseído a fines de
1997, sin que nunca hubiese habido un fallo que me imputara delito alguno. En la causa
Koner-Salgado fui citado a declarar recién en octubre de 1997, más de cinco años
después del procesamiento. Curiosamente, mi llamado a indagatoria obedeció a que
querían saber por qué la DGI había demorado tanto tiempo en hacer la denuncia. Yo
había tardado tres meses. Hasta hoy no fue elevado a juicio el caso KonerSalgado, pero yo
sigo procesado sin que se me impute delito alguno.
Viniendo al presente, ¿cómo es, según usted, el caso de la importación de
combustible?
Yo era el presidente de Estancias Realicó (dejé de serlo), y sigo presidiendo
Emexal, que no tiene ninguna vinculación con la causa y es una empresa láctea radicada
en Villa Mercedes, San Luis, que construyó su planta al amparo de la ley de promoción
industrial.
Se supone que, por eso, Emexal fue el vehículo para acceder a ventajas impositivas.
No es así. Lo que está acreditado en la causa es que Realicó importaba
combustible para vendérselo a Rhasa. Realicó nunca le vendió combustible a Emexal.
¿Pero desgravaban o no?
No se realizó ninguna exención. Realicó usó la franquicia de diferir el IVA (lo
hizo por unos 9 millones de pesos) al momento de nacionalizar (despachar a plaza) la
mercadería que luego le vendía a Rhasa. Realicó tenía derecho a esa franquicia porque
efectuó inversiones en Emexal. Hace unos días el ex juez Lorenzo dijo que la
investigación se refería a importaciones de combustible que efectuaba Rhasa, que luego
se lo vendía a Realicó, ésta a Emexal y ésta a Rhasa, lo cual es absolutamente falso,
y demuestra que Lorenzo ni siquiera leyó los fallos de la Cámara.
¿Qué punto en particular?
El punto 10 de la resolución del 10 de junio último dice que las
transferencias de dominio sobre los combustibles concretadas por Rhasa a favor de
Estancias Realicó aparecen en principio como operaciones genuinas....
Pero usted decía que Realicó importaba y le vendía el combustible a Rhasa, y
aquí se mencionan trasferencias de dominio inversas...
Nosotros comprábamos en el exterior. Como nuestro cliente era Rhasa, habíamos
acordado que ella abriera la carta de crédito. Por tanto, la mercadería llegaba a zona
aduanera a nombre de Rhasa. En ese momento se hacía la transferencia de dominio de Rhasa
a Realicó, y nosotros despachábamos a plaza el combustible y luego se lo vendíamos.
¿Rhasa para qué los quería a ustedes como intermediarios, si le sobran contactos
como para importar directamente?
Primero porque le ofrecíamos buenos precios y buena calidad. Durante diez años fui
gerente de Industria Petrolera en Arthur Andersen. Así establecí contactos con el
sector.
¿No los querría a ustedes por la ventaja fiscal que tenía RealicóEmexal, tanto
en la importación de combustibles como de aromáticos?
Esa ventaja fiscal podían haberla tenido ellos igual. Ellos también podían haber
invertido en cualquier promovida.
Pero el caso es que no lo habían hecho... Para lograr la exención hay que
conseguirse un decreto de aprobación de un proyecto.
La inversión en una promovida puede hacerla cualquier tercero. Realicó no tenía
ni tiene ningún decreto.
En tanto inversora en Emexal, Realicó goza de una ventaja fiscal...
Rhasa podría haber hecho lo mismo. Además, Realicó no le transfirió ningún
beneficio a Rhasa. Los beneficios los gozaba Emexal al recibir la inversión de Realicó.
¿En qué consiste el beneficio?
En que Realicó tiene para el pago del IVA un período de gracia de cinco años, y
luego cinco cuotas anuales para saldar el impuesto diferido.
Eso respecto del 21 por ciento. Pero además está la llamada percepción, que es
del 9 por ciento, y de la que Realicó está exenta...
Como cualquiera que tenga diferimiento de impuestos.
Bien. Y se supone que esa ventaja del 30 por ciento (21 más 9) es la que se
repartió con Rhasa.
A Realicó no le quedó un peso para compartir con nadie. Por cada 100 pesos que
invirtió en Emexal, suscribiendo acciones, podía diferir 75. Y en cuanto a la retención
del IVA, es ridículo pensar que una empresa como Rhasa entró en una maniobra para
bicicletear un anticipo por quince días.
Además de haber abierto la garantía bancaria, Rhasa también almacenó el
combustible que ustedes dicen haber importado en sus tanques del puerto.
Ustedes nunca lo tocaron siquiera...
La Cámara misma dice que ese hecho no tiene trascendencia. Que no haya habido
desplazamiento físico no niega la realidad jurídica de la transferencia de dominio del
combustible, que se deriva del simple hecho de que Realicó puede nacionalizarlo y
disponer de él, a punto tal que, a los fines de asegurarse su recompra, Rhasa firmó con
Realicó el citado convenio de exclusividad. Este contrato, por tanto, antes que demostrar
la falsedad de la transferencia, acredita su certeza.... Por eso la Aduana no
objetó ninguna de las operaciones. Más adelante, la Cámara dice textualmente que
la resolución recurrida vino a culminar un sesgado curso investigativo, adoptado
por el desconocimiento de postulados básicos de la dogmática penal, y tras afectar
principios fundamentales de procedimiento judicial... El repaso de las presentes
actuaciones ha puesto de manifiesto serias irregularidades....
Flores al colega Cossio Me gustaría que se investigue cuántos de los programas de
computación que preparamos en mi gestión en la Dirección General Impositiva con
funcionarios del organismo fueron durante este gobierno rehechos y vendidos a la propia
DGI por cifras millonarias, dice Marcelo Da Corte, resuelto a pasar al contraataque
en materia de fraudes y corrupción. Que se investigue cuántos servicios de
computación se le compraron a Consad (empresa envuelta en el escándalo IBM), y cuántos
de ellos eran programas desarrollados en mi gestión (que cubrió el período 1986-89). La
base de datos del Sistema 2000 se desarrolló en mi gestión, asegura Da Corte.
El señor Carlos Esparza, que era en ese momento director de Recaudación de la DGI,
trabajó en ese momento con un funcionario contratado por el Banco Mundial para
desarrollar todo el software. Cuando yo me fui estaba listo. Luego Ricardo Cossio
(responsable del organismo recaudador durante el período de Domingo Cavallo en Economía
y Carlos Tacchi en Ingresos Públicos) contrató a Esparza, que además trabajó con
Consad. Esparza estuvo a cargo de todos estos proyectos en la gestión de Cossio. Me
gustaría saber cuánta plata se pagó por programas que ya estaban en posesión de
Impositiva. Da Corte insinúa, obviamente, que ya lo sabe o intuye. |
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