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Chupando un chupetín espero, al amigo que quiero

Con su golosina, Diego Maradona fue a buscar a Guillermo Coppola a la salida de la interminable audiencia del viernes.

Problema: El periodista Oscar Pinco fue tratado como “testigo hostil” por el fiscal. La defensa de Tarantini quiere acusarlo por “encubrimiento”.

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t.gif (862 bytes)  El periodista Oscar Pinco podría ser acusado por la presunta comisión de delitos que van desde la “obstrucción de justicia” hasta incluso “el de encubrimiento”, según estimó la abogada Elena de Rombolá, representante del ex futbolista Alberto “Conejo” Tarantini. En su rol de querellante, Rombolá pedirá que se investigue el papel que jugó Pinco en el marco del Caso Coppola II, cuya última sesión de la semana se extendió hasta la madrugada del sábado, más allá del horario de cierre de los matutinos. Cuando se retiraba de los tribunales de Comodoro Py, luego de asistir a la interminable audiencia, Guillermo Coppola se dio un efusivo abrazo con Diego Maradona, quien lo esperó en la calle, en auto, acompañado por amigos y saboreando un chupetín, con cara de niño travieso.
En el debate, Pinco y el policía bonaerense Claudio Omar Vega, ex integrante de la Brigada de Investigaciones de Dolores, quedaron muy mal parados. Quedó flotando en el aire la posibilidad cierta de que ambos pudieron haber estado al corriente de la maniobra destinada a “plantarle” la droga a Tarantini. En la causa, como se sabe, están acusados Roberto Schlagel, ex secretario del juez Hernán Bernasconi, y cuatro policías.
“No hemos escuchado respuestas concretas. Vamos a tener una mala impresión de esta declaración”, le advirtió el fiscal Ernesto Rizzi al periodista Pinco, quien cubrió el Caso Coppola para la agencia Télam. El mismo fiscal lo calificó como “testigo hostil”, pero la abogada de Tarantini fue más lejos. Para Elena de Rombolá, el periodista Pinco “fue testigo de circunstancias muy especiales, fue un verdadero testigo de privilegio de lo que es el meollo de esta causa”.
Según consta en el expediente, Pinco y también Vega formaron parte del séquito que esperó, en el bar Nostalgias, la llegada del “Nabo”, apodo que exime de comentarios y que le fue atribuido a Tarantini, quien cayó en la trampa y fue detenido luego que Samantha Farjat y Julieta La Valle, ambas procesadas, le “plantaran” la droga que antes les habían suministrado los policías Antonio Gerace y Miguel Vallejo, que estaban en el bar junto con las dos chicas.
Cerca de las dos de la madrugada de ayer, Maradona, en su ya tradicional camioneta cuatro por cuatro, pasó a buscarlo a Coppola por la puerta de los tribunales. Antes del encuentro con su amigo, Diego le pidió a los camarógrafos que apagaran la luz un momento, mientras veía pasar el celular que llevaba a los detenidos Antonio Gerace, Daniel Diamante y Carlos Gómez. Maradona parecía cumplir, como en un ritual, aquello de sentarse en la puerta de su casa para ver pasar el cadáver del enemigo.
La audiencia se reanudará mañana, a las 9.30, y prestarán declaración Alberto Tarantini y Natalia De Negris, cuyo departamento de la Recoleta fue el escenario de la “trampa” en la que cayó el “Conejo”.

 

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