Venezuela es una emergencia
La revolución del presidente venezolano Hugo Chávez ya parece un hecho. Hace
una semana, la Corte Suprema renunció apenas la Asamblea Constituyente (ANC) decretó la
emergencia judicial. Dos días después, la ANC decretó la emergencia
legislativa. El viernes, la resistencia de algunos legisladores dejó 35 heridos. Y
la expectativa de que ahora legisle la ANC.
El País (Cali)
Los desórdenes del viernes en Venezuela, provocados por el enfrentamiento entre la
Asamblea Constituyente y el Congreso, son síntomas claros de la desintegración que se
está operando en la democracia del vecino país. Hoy, Venezuela está bajo el mando
exclusivo del poder presidencial (...) Es un Estado en el cual sólo rige la voluntad de
su presidente. Las imágenes de los enfrentamientos entre congresistas y miembros de la
Asamblea son el inicio de la profunda división que está ocasionando en la sociedad
venezolana la particular forma en que el ex coronel Chávez ha entendido el uso del poder.(Editorial)
El Nacional (Caracas)
Hay que reconocer que el discurso del presidente Chávez si bien no fue una brisa suave
tampoco fue un mar de provocaciones. Estaba dirigido sin duda, más que a la audiencia
nacional, a los medios internacionales que iban a sacar provecho a lo sucedido a las
puertas del Congreso. El primer mandatario reafirmó que no estaban en peligro las
instituciones democráticas, que el propósito fundamental era la coexistencia
entre la Asamblea y el Congreso. Fue una demostración clara de que el Ejecutivo buscaba
un consenso ante los poderes constituidos (...) Hasta ahora el oficialismo ha demostrado
tener una estrategia más coherente a la hora de proponer sus actuaciones ante la opinión
pública. (Editorial)
La gira del zar por Colombia
El zar antidrogas norteamericano Barry McCaffrey realizó la semana pasada una
gira por Brasil, Bolivia, Perú y Argentina para lograr más apoyo de sus gobiernos en la
lucha antinarcóticos, que el mismo McCaffrey igualó a la lucha contra la guerrilla
colombiana. Los gobiernos peruano y argentino no son desfavorables a la intervención de
una fuerza multinacional en Colombia.
El Tiempo (Bogotá)
El establishment y los medios de Estados Unidos creen que ese país es el policía
del mundo y están convencidos de que pueden resolver cualquier lío, especialmente
fuera de sus fronteras. Nosotros estamos cometiendo el gran error histórico de comprar
esa versión. Los dos bandos principales se han alineado con extranjeros: el público
compra una intervención de Estados Unidos y la guerrilla está haciendo alianzas con el
caudillo venezolano. ¿Es que no se dan cuenta de que lo que menos le conviene al país
esvolverse un protectorado norteamericano o, peor aún, un satélite de Venezuela? Aunque
riña con su personalidad, Pastrana tiene que hacerle frente al problema y poner en su
sitio a Tirofijo, a Chávez, a Castro, a Fujimori y a madame Albright, antes de que sea
demasiado tarde.(Rudolph Hommes)
La República (Lima)
Algo serio se está gestando contra el gobierno colombiano, no sólo contra los
movimientos guerilleros y los narcotraficantes. Es probable que la situación sea muy
delicada para Washington luego de la entrega de 42 mil km2 de territorio a las guerrillas,
en el preciso momento en que fracasan los esfuerzos para sustituir el cultivo de la coca.
Desde otra perspectiva, ya se habla de una posible vietnamización del problema
colombiano. En esa hipótesis, el gobierno peruano sería una simple pieza de un enorme
engranaje mayor en el que figuran los países latinoamericanos. (Editorial)
Brasil en la era de las protestas
Con un lema inequívoco, Fora FHC (sigla del presidente brasileño
Fernando Henrique Cardoso), 70 mil personas de la oposición de izquierda marcharon
el jueves en Brasilia en la mayor manifestación de los tiempos de FHC para pedir un
cambio de rumbo económico. La semana anterior, los pequeños propietarios rurales habían
invadido la capital.
Jornal do Brasil
La plaza y la calle ahora es de la oposición: el presidente Fernando Henrique Cardoso
tiene al gobierno, al Congreso y a la mayoría de los partidos. Pero ni la oposición sabe
qué hacer con la fantástica movilización popular que, vista desde cualquier lugar,
ocupó la Explanada de los Ministerios, ni el presidente sabe cómo manejar el mandato de
la reelección y arrancar del Congreso la aprobación de las reformas que pueden darle un
nuevo rumbo al gobierno (...) La oposición no tiene espacio de acción en el Parlamento.
Sólo queda la calle y la plaza ocupada por el pueblo enojado y la certeza de que crece la
reacción contra el gobierno. No es posible repetir esta protesta cada mes. La receta del
éxito necesita ser administrada con cautela para que no se banalice.(Villas-Bôas
Corrêa)
Folha de Sao Paulo
La oposición, desbaratada durante los primeros años del gobierno de Cardoso, ahora cree
que ganó lo suficiente como para organizar una protesta por mes, comenzando por el
día de los excluidos previsto para el 7 de septiembre, y siguiendo con una
huelga nacional. Existe el riesgo de que el desfasaje entre la demanda social y la
imposibilidad de ofrecer paliativos a la crisis tenga como saldo más turbulencias
políticas, que siempre amenazan con retrasar la recuperación económica. Además del
equilibrio fiscal, el gobierno deberá demostrar habilidad para aminorar su déficit de
popularidad.(Editorial)
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