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Eduardo Duhalde insistió ayer con invocar al fantasma de la devaluación en el caso de triunfar Fernando de la Rúa en octubre. Los antecedentes de (José Luis) Machinea apuntan para ese lado, dijo sobre del referente económico de la Alianza. Como es sabido, Machinea fue titular del Banco Central en los tiempos en que la política económica del radicalismo naufragaba hacia la hiperinflación. Gane quien gane, no va a haber devaluación, porque la gente no lo va a permitir, le retrucó Domingo Cavallo, convertido en inesperado defensor de De la Rúa. Tanto en la city como los dirigentes de la Unión Industrial creen que ninguno de los dos principales candidatos propiciará una devaluación. Pero reconocen que, de continuar la recesión, podría haber crecientes presiones del mercado. Los candidatos de la Alianza evidentemente no son gente que han creído la necesidad de las leyes de la estabilidad, nos votaron en contra todas las leyes que llevaron a la Argentina a este proceso de estabilidad que hemos logrado. ¿Por qué hoy van a creer en ello?, volvió a disparar Duhalde, confirmando que hoy su estrategia pasa por asociar a la Alianza con la devaluación para tratar de sacarle el juego al voto cuota, que tanto provecho le dio a Menem en el 95. A nadie le debe gustar que lleguemos a un proceso devaluatorio, pero tenemos que evitarlo con medidas que precisamente no sean la de esperar y administrar esta crisis que cada día se va a poner más dura si no hacemos nada, afirmó Duhalde, repitiendo un discurso que los dirigentes de la Unión Industrial, que ayer estuvieron presentes en Parque Norte, miran con mucha simpatía. Respecto de su propuesta de rebajar el IVA, indicó que su postura es un poco la que sostiene el doctor (Domingo) Cavallo, en el sentido de que hay que hacer una política de shock productivo. Para eso debemos desembarazar a los empresarios de una serie de impuestos que distorsionan la posibilidad de este shock productivo, explicó. Justamente, los empresarios de la UIA vienen levantando el tono con ese mismo discurso: o se aplica un shock para reducir costos empresarios, o habrá mayores presiones por devaluar (ver aparte). Sobre la acusación puntual de Duhalde a la Alianza, un alto dirigente de la entidad le restó importancia: Están peleándose en la campaña. Son fuegos de artificio, aseguró. Pero ratificó, ante Página/12, la idea de amenazar con la devaluación desagrada a los industriales: El tema principal es que se olviden que hay que hacer una política de shock para evitar que la recesión se transforme en depresión. En este contexto puede haber problemas para mantener la paridad, porque los mercados pueden generar corridas contra el peso, si la recesión se prolonga y no bajan los costos, advirtió. Ayer, la UIA emitió un comunicado en el que sostiene que ha decidido concurrir a la concertación propuesta por el candidato justicialista, Eduardo Duhalde, con el objetivo de expresarle las medidas que considera necesarias para la salida de esta crisis que agobia a la producción y el empleo. Y se anunció que hoy por la mañana la cúpula de la central fabril se reunirá con De la Rúa, para plantearle la misma inquietud. En la city tampoco se toman en serio los dichos de Duhalde, aunque también los utilizarán para llevar agua al molino del establishment financiero. Esto es: reclamar un ajuste fiscal que mejore la solvencia del Estado y renueve así el negocio de prestarle al Gobierno al minimizar el riesgo de défault. El gurú número uno de la city, Miguel Angel Broda, comenta en privado que si me dan a elegir, (Ricardo) López Murphy me da cien veces más confianza de que no va a devaluar. Machinea escucha demasiado a los políticos y no sé si se va a animar a aplicar el ajuste que se necesita, explica. Broda cree que el ajuste que se necesita es de 5 mil millones de pesos, el más grande jamás anunciado en la última década.
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