Ciencias Económicas se debate en medio de una batalla de denuncias

Una agrupación denunció que la facultad les paga a los militantes. Los alumnos de la  Alianza dicen que es una maniobra electoral.

Clientelismo político. Uso discrecional de más de tres millones de pesos al año. Y más. Las acusaciones parten de una agrupación estudiantil opositora, apoyada en un consejero directivo. Y pesan sobre la conducción de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA). Tras una pesquisa que comenzó en marzo del ‘98, los estudiantes de TNT denuncian que más de la mitad de los seis millones que la facultad genera por recursos propios se gasta en sueldos a militantes de la Alianza y sobresueldos a empleados, bajo la figura de contratos “extraconvenio”. Pero los alumnos de la Alianza aseguran que se trata de una maniobra electoral para ganar votos en las elecciones estudiantiles que se largan la semana próxima.
Una consejera directiva de la facultad dijo a Página/12 que en la casa de estudios campea una práctica institucional que sostiene un aparato de militancia rentada: “El decano decide unilateralmente y a espaldas del consejo directivo el uso de tres millones y medio de pesos. En julio se gastaron más de 280 mil pesos para contratar a un montón de personas que en su mayoría son militantes y amigos de Franja Morada y la Alianza”, afirmó Cecilia Nahón. Sin embargo, otro consejero directivo, Juan Manuel Vázquez Blanco (Alianza), en diálogo con este diario, retrucó: “Las denuncias son una mezcla de mentiras y tergiversaciones. Lo poco que dicen de cierto está fuera de contexto”, insistió (ver recuadro).
La denuncia de TNT se cierne sobre la gestión del actual decano, Juan Carlos Chervatín, y sobre la de su predecesor, Rodolfo Pérez. Desde la facultad más poblada de la UBA, donde estudian 60 mil alumnos, la agrupación independiente asegura que seis consejeros directivos (cuyos cargos son ad honorem) de la Alianza cobran o cobraron entre 700 y 1950 pesos mensuales, que hay autoridades y empleados con más de un sueldo y que varios militantes estudiantiles (o sus novios/as), de Económicas o de otras facultades, cobran o cobraron entre 500 y 3200 pesos, sin que consten las tareas que cumplen o cumplieron. “Estas resoluciones irregulares sostienen una estructura clientelística. La facultad banca una estructura partidaria con recursos públicos –disparó Nahón–. Estos fondos se usan para negociar, a cambio, apoyo político.”
La facultad recibe unos 11 millones de pesos como presupuesto anual y (mediante convenios, pasantías, servicios, etc.) genera seis millones más. La primera sospecha de los consejeros opositores acerca del destino de los recursos propios se filtró cuando advirtieron que muchas resoluciones del decano no figuraban en el listado que revisa el consejo directivo. “Faltaban unas 400 resoluciones del último año”, dijo Nahón, quien integra la Comisión de Hacienda del consejo, por la que –asegura– nunca pasaron los gastos “extraconvenio”. “Cuando las pedimos, a pesar de que son documentos públicos, nos dijeron que tenían prohibido mostrarlas”, contó Iván Heyn, otro alumno. Después de un largo periplo que incluyó visitas al decano y la intervención de una escribana, los alumnos pudieron fotocopiar algunas. Pero sólo pudieron acceder a las correspondientes a tres meses del año pasado y a uno de este año. Los contratos “extraconvenio” arrastraron consigo 225.696 pesos en marzo del ‘98; 149.325 en abril, y 227.740 en mayo del mismo año. En julio último, el monto erogado fue de 282.854. Hasta junio del ‘98, cuando tomó una licencia antes de renunciar, el decano de Económicas era Pérez. Su sucesor fue el hasta entonces vicedecano Chervatín.
“Ninguno de los nombramientos remite a un número de expediente que explique quién es el contratado. Tampoco se dice quién lo solicita, ni para qué se lo contrata”, denunció Nahón. Los opositores citaron como ejemplo a la virtual apoderada de Franja Morada. “Es una alumna y cobra 2000 pesos como auditora externa de la facultad, y 1200 más como pasante. Es ridículo que se lleve 3200 pesos por mes, cuando el 70 por ciento de los docentes trabaja ad honorem”, cuestionó. “Hay gente que nunca vimos enla facultad que gana 2500 pesos por mes. No decimos que ninguno de los contratados `extraconvenio’ trabaje, pero sus contratos son irregulares. Después, las autoridades dicen que ésta es una facultad pobre”, apuntó Heyn. Y agregó: “Los 282 mil pesos que se gastaron en julio equivalen a más de dos mil sueldos de base”.
Los denunciantes aseguran que los nombramientos se renuevan cada mes, lo que explicaría la cantidad de resoluciones faltantes. Otro dato: mes a mes, varios contratados aparecen cobrando en diferentes áreas. Por ejemplo, un consejero por el claustro de los graduados, de Franja Morada, en marzo del ‘98 cobró su “extraconvenio” como contratado por la Dirección de Nuevos Graduados ($ 1700); y, en julio de este año, cobró como empleado de la Secretaría de Asistencia Técnica y Pasantías ($ 2000). Otro ejemplo: una arquitecta de la facultad, en marzo del año pasado percibió 1650 pesos de la Prosecretaría de Obras, Mantenimiento y Servicios; mientras que en julio cobró desde la Secretaría de Asistencia Técnica y Pasantías. “Hay una facultad que vive en la abundancia: la de las autoridades y los posgrados arancelados donde se hacen lunchs y viajes –concluyó Nahón–. Y hay otra facultad: la de los estudiantes, docentes e investigadores, que vive en la pobreza, con una infraestructura obsoleta, sueldos miserables y la calidad educativa en decadencia.”

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