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OPINION
Mirá lo que quedó

La concertación social es una idea que está en la base de la doctrina justicialista. La reunión de empresarios, sindicalistas y gobierno, acordando un marco estratégico común para mejorar la calidad de vida del conjunto, se concretó en la década del ‘50 y de nuevo, con fuerza, en 1973. En los ‘90 el gobierno menemista abandonó totalmente esa práctica, prefiriendo los acuerdos aislados con el sistema financiero o con grandes conglomerados nacionales o internacionales. Hacia el final de la gestión, reaparece la idea, en la propuesta del candidato oficial de rebajar el IVA, refinanciar pasivos empresarios, eliminar o eximir algunos impuestos y suspender los despidos por un año. Esta iniciativa sólo tiene el nombre en común con aquellas convocatorias exitosas o con esquemas similares aplicados en Irlanda, Alemania o Italia, los países más propensos a los esquemas de concertación.
Los tres integrantes de la mesa –gobierno, empresarios y trabajadores– se han reducido a dos. Los trabajadores están ausentes de las acciones propuestas, salvo en la suspensión de despidos. De aplicarse el paquete, la suerte de la gran mayoría de la población dependería –una vez más– del derrame, a partir de la mejora de la situación empresaria. El problema no es sólo técnico, como cuando se discute cómo se cubre la pérdida de ingresos por reducción del IVA o quién subsidiará la baja de las tasas de interés. El problema es conceptual y de fondo. Junto con la correcta iniciativa del compre argentino, la desgravación a las nuevas empresas, la suspensión de despidos o la eliminación de impuestos mal planteados, una auténtica concertación debiera prever medidas que beneficien directamente a la población y ya. Una reducción del IVA, en cambio, deja en manos de los empresarios –especialmente de los comerciantes– la decisión de rebajar los precios, especialmente en todos los consumos populares. ¿Usted compra los alimentos o la ropa con IVA discriminado? ¿Usted recibió alguna reducción de precios por la rebaja de los aportes patronales? ¿Puede creer que le trasladarán la baja del IVA?
Si se quiere concertar, no hay señal más clara que elevar el salario mínimo y otorgar un aumento general de salarios, para revertir en parte el proceso de concentración de ingresos que está detrás de la recesión actual. Solo esta decisión convertiría a la iniciativa en un aporte de la política a la solución de los problemas populares. Por primera vez en la década.

 

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