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Por Adrián H. Mouján  "No
contábamos con los recursos humanos y financieros para realizar una campaña que nos
posicionara bien en la provincia". Con esta frase Domingo Cavallo buscó explicar el
acuerdo que alcanzó con el justicialismo en la provincia de Buenos Aires para llevar la
boleta con la fórmula Carlos Ruckauf-Felipe Solá, sin lograr que el duhaldismo le
permitiera ubicar a algún dirigente de Acción por la República (AR) en la lista de
candidatos a diputados nacionales. El candidato presidencial de AR también volvió a
sembrar tempestades sobre el futuro del país si triunfa Fernando de la Rúa, al señalar
que "el candidato de la Alianza debería estar preocupado".Después de haber lograr gran parte de su objetivo: asegurarse un bloque de diputados importante en su número de bancas, Cavallo salió a explicar de qué forma se selló el acuerdo que, a simple vista, arroja un solo ganador: Carlos Ruckauf, ya que el vicepresidente consiguió que en una elección reñida con Graciela Fernández Meijide, el candidato de AR lo lleve como postulante para gobernador. Mientras que el ex ministro de Economía no consiguió que el peronismo, que aun en el peor de los casos conseguiría un buen número de diputados, le permitiera ubicar a alguno de sus hombres en las listas. Aunque tanto Cavallo como Guillermo Francos, el ahora ex candidato a gobernador de AR, se apresuraron en aclarar que en ningún momento pensaban bajar su lista de candidatos a diputados. Sobre el apoyo a Ruckauf, el candidato presidencial de AR fue muy explícito: "Consideramos que de toda las fórmulas, la que integran Ruckauf-Solá es la mejor alternativa y pensamos que pueden hacer un gobierno en la provincia de Buenos Aires". Aunque aclaró que AR "es una alternativa a Duhalde y De la Rúa. Nuestras diferencias con Duhalde son tan grandes como las que tenemos con De la Rúa, y esperamos que eso se note en los debates y en los planes". Sobre si le resta o le suman votos los acuerdos que fue tejiendo en Mendoza y la provincia de Buenos Aires con el PJ, Cavallo dijo que "no me restan votos, todo lo contrario, nosotros vamos a seguir creciendo". Y para apoyar esta afirmación exhibió una encuesta que publicó ayer el diario Los Andes que lo muestra, en Mendoza, con el 22 por ciento de la intención de voto para candidato presidencial, el mismo porcentaje que Duhalde, mientras que De la Rúa parece inalcanzable, ya que logra el 55,64 por ciento. Antes del acuerdo con el PJ mendocino, Cavallo llegaba a duras penas al 18 por ciento en ese distrito, hoy ya está a la par de Duhalde. Otro dato que arroja la encuesta de Carlos La Rosa y Asociados que publicó el diario mendocino es un descenso del candidato demócrata a gobernador Carlos Balter, del 45 por ciento al 38, mientras que el postulante aliancista, Roberto Iglesias, y el peronista Francisco García crecen hasta el 33,46 y 27,04 por ciento, respectivamente. Sobre el futuro del país después del 24 de octubre, Cavallo volvió a erigirse como un pronosticador de tormentas al advertirle a De la Rúa que "tendría que estar severamente preocupado, porque todas las encuestas lo dan como ganador, y las expectativas que tienen los inversores extranjeros son muy malas. Están apostando a que todo va a andar mal en la Argentina, por eso el riesgo país está tan alto como en Brasil, y casi el doble que lo que estaba tres años atrás. Eso quiere decir que los pronósticos sobre cómo va a ser el próximo gobierno no inspiran confianza". Este pronóstico reflotó una viejo fantasma del cavallismo: su consejo a los bancos acreedores extranjeros para que no le presten plata a la Argentina en plena implementación del Plan Primavera en 1988. Ante la pregunta inevitable sobre qué les aconseja hoy a los inversores extranjeros, Cavallo contestó que "les doy mi plan, que es lo mejor para la Argentina. Mientras que sobre mis competidores les digo que les presten atención, que les reclamen sus propuestas y que pidan un debate para conocer sus planes de gobierno".
Por A.H.M. "Me considero un candidato presidencial muy superior a ellos (por Duhalde y De la Rúa)", es la frase con la que Cavallo inició una larga exposición y comparación de las tres plataformas políticas. "Lo que presentó Duhalde no es un plan, es un cóctel de medidas, algunas de las cuales son explosivamente contradictorias. Y la plataforma de la Alianza es una expresión de deseos, que no tiene ningún viso de consistencia como para poder llamarse plan", fue la lapidaria definición del candidato de AR. "Vamos a invitar a los otros candidatos al debate y estamos dispuestos a buscar coincidencias en los respectivos planes para lograr una reunión con Duhalde y De la Rúa. Si hay coincidencias podríamos poner en marcha medidas ya, pero es muy importante que se conozcan las diferencias." Y es en este punto en que adelanta la actitud que podría tomar en caso de una segunda vuelta: "es importante ver en qué diferimos, ya que sólo así y después de un gran conocimiento de coincidencias y diferencias se podrá hablar de eventuales gobiernos coalición, de un acuerdo después de la primera vuelta". Sobre la Concertación, Cavallo considera que "ir cada uno con su plan al Congreso es inconducente, porque hay muchas diferencias entre los planes de cada uno, lo que vale la pena es que debatamos frente a la gente que proponemos los tres, así estaríamos contribuyendo. Para que haya 'concertación ya' debe haber una reunión de los tres candidatos y una comparación de la gente para ver en qué coincidimos. La Concertación es viable si se produce una reunión de los tres candidatos".
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