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En unas 1550 empresas grandes se detectaron diferencias entre sus respectivas declaraciones juradas presentadas en la DGI y sus libros contables. Esa irregularidad equivale a unos 1800 millones de pesos menos ingresados en el fisco. En estos días de cuenta regresiva para el gobierno de Carlos Menem, algunos funcionarios han comenzado a preparar el balance de su gestión, y más aún aquellos que tienen algo para mostrar y que, por lo tanto, aspiran a mantener el puesto. Ese es el caso de Carlos Silvani, administrador federal de Ingresos Públicos, quien no puede disimular su deseo de continuar al frente de esa repartición en el próximo gobierno. En ese sentido, Silvani señaló ayer que lo más importante es saber qué hay que hacer y cómo hay que hacerlo, quién lo va a hacer es irrelevante. El cementerio está lleno de imprescindibles. El lugar elegido por Silvani para dar cuenta de su actuación fue el Séptimo Congreso Tributario, organizado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, en San Martín de los Andes. Un voluminoso informe fue distribuido entre los participantes, en el cual se detallan las iniciativas encaradas por la AFIP en el último año. Al respecto, en ese trabajo se destaca que la Administración Federal de Ingresos Públicos tiene entablados unos 271.000 juicios por 6356 millones de pesos por deuda morosa. También que ha detectado, además de la omisión de pago de impuestos arriba apuntado por parte de las grandes compañías, que 14.000 medianos y grandes contribuyentes no ingresaron en el fisco 3300 millones de pesos por diferencias entre las declaraciones juradas y sus balances. Práctica que los contadores denominan entre ellos como el dibujo: elaborar la documentación a presentar en la DGI de acuerdo con la voluntad de pago del cliente sin tomar en cuenta lo que indica el verdadero estado contable de la firma.Silvani destacó que durante el año pasado la AFIP comunicó a los bancos 18.207 embargos generales de fondos por 539,7 millones de pesos y se efectuaron 474 remates judiciales. Esos datos llevaron al funcionario a exagerar: La Argentina está ingresando al Primer Mundo en la lucha contra la evasión y que en esta materia está mejor que Italia, España y Brasil. Para sostener esa afirmación, detalló que en 1998 el IVA recaudó 26.261 millones de pesos; Ganancias 9479 millones; el monotributo 99 millones (desde octubre); Internos 1941 millones; Combustibles 3692 millones; Bienes Personales 772 millones; Seguridad Social 17.902 millones y Aduaneros 2841 millones.Pero un par de horas antes de abrir el Congreso que reunirá hasta pasado mañana a más de doscientos contadores, Silvani precisó ante los periodistas que la evasión al Impuesto al Valor Agregado (IVA) alcanzó a los 8032 millones de pesos, poco más del 30 por ciento del total recaudado por ese tributo. La agricultura y la construcción son las actividades con el índice más alto de evasión del IVA, con el 53 por ciento del total de las transacciones que se realizan en esos sectores. Entre ambas, el fisco dejó de percibir 2061,4 millones de pesos. En el comercio se evaden 2913 millones y en hoteles y restaurantes, 366,7 millones. En el transporte, la evasión al IVA alcanza a los 580 millones y en las actividades inmobiliarias y financieras a los 665,2 millones. En el conjunto de la industria manufacturera, la evasión por IVA alcanza a los 1479 millones de pesos.Durante el diálogo que mantuvo con los periodistas, Silvani señaló que desconoce la propuesta de bajar el IVA al 15 por ciento lanzada por Eduardo Duhalde, pero advirtió que una reducción de la tasa tiene que ser compensada por una ampliación de la base, con la eliminación de las exenciones. En ese sentido, ratificó la idea de gravar la TV por cable al 21 por ciento, porque si bien ahora paga una tasa diferencial (10,5) como absorbe los créditos al 21, no paga nada, ya que además deduce el aporte al Comfer. También propuso gravar las actividades financieras exentas en Ganancias y de aplicarles el impuesto a los combustibles y a los solventes.
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