The Guardian
de Gran Bretaña
Por Ilene Prusher
desde Jerusalén
A pocas
horas de la firma por el premier israelí Ehud Barak y el líder palestino Yasser Arafat
de un nuevo tratado de paz, un grupo terrorista detonó dos bombas en el norte de Israel.
Hasta ahora hay tres muertos, aparentemente los mismos terroristas, y cuatro heridos
israelíes. Fuentes de la inteligencia israelí afirmaron que el grupo integrista
islámico Hamas planeaba responder a la firma del acuerdo con nuevos atentados. Arafat
llamó a su Consejo de Seguridad luego del atentado. El primer auto estalló en Tiberias,
en la ribera del mar de Galilea, aproximadamente las 5.30. A menos de media hora después,
el segundo coche bomba estalló en la ciudad mediterránea de Haifa. Los restos
encontrados en los restos de los autos llevaron a la policía palestina a concluir que se
trató de un ataque suicida. En Haifa, la policía afirmó que la evidencia preliminar
mostraría que los hombres estaban preparando la bomba, cuando ésta estalló por
accidente. Esto limitó la víctimas, ya que la explosión se produjo a una hora cuando no
había muchas personas en el área. El negociador israelí Gilad Sher afirmó ayer que no
podía concebir que Israel continúe implementando los acuerdos de paz que se basan
en el principio de ceder tierras a los palestinos a cambio de garantías de
seguridad ante una ola de ataques terroristas. Si tenemos terrorismo sin
seguridad personal, ningún proceso de paz tendrá prioridad sobre la seguridad del pueblo
israelí, advirtió. Sin embargo, el viceministro de Defensa, Efraim Sneh enfatizó
que hay que seguir con el proceso de paz, si no seguimos el juego de los
terroristas.
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